• Siete millones de hogares
son encabezados por mujeres, y algunas reciben sólo uno o
dos salarios mínimos diarios, lo que equivale a 114 pesos
• En el país, 47 millones de habitantes integran la
PEA; de ellos, 24 millones sólo pueden satisfacer sus necesidades
alimenticias, sin considerar vivienda, vestido o transporte
A la mayoría de los mexicanos se les
dificulta ahorrar porque sus ingresos son tan bajos, que sólo
alcanzan para satisfacer las necesidades básicas, señaló
el académico de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM,
David Lozano Tovar.
Por ello, únicamente 22 por ciento
de los hogares mexicanos pueden hacerlo, porque sus ingresos van de
seis a 10 salarios mínimos al día.
Las personas reservan dinero no para ahorrar,
sino para que les alcance a fin de mes; buscan alternativas para economizar
unos pesos, como caminar en vez de pagar transporte público,
o acudir a sitios de entretenimiento de acceso gratuito. “La
cultura del ahorro en México está determinada por las
condiciones salariales”, consideró.
En el país, 47 millones de habitantes
pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA)
y, de ellos, 24 millones sólo pueden satisfacer sus necesidades
alimenticias sin considerar vivienda, vestido o transporte, aseveró.
La mayoría de las familias distribuye
sus ingresos de la siguiente manera: 40 por ciento, alimentos; 20
por ciento, pago de vivienda; 25 por ciento, servicios como teléfono,
luz, gas, agua, y 15 por ciento en gastos extras, como medicamentos
y productos para la higiene personal y del hogar, transporte y vestido.
A nivel nacional, alrededor de siete millones
de hogares son encabezados por mujeres, y algunas reciben sólo
uno o dos salarios mínimos diarios, lo que equivale a 114 pesos.
En cuanto a los jóvenes, calificó
de lamentable que los denominados "ninis" (ni estudian ni
trabajan) representen 7.5 millones. De acuerdo a datos del Conapo
en su informe de este año, sólo 67.5 por ciento de los
varones jóvenes se dedican a trabajar; en cuanto a las mujeres,
el 50 por ciento se ocupan en labores domésticas.
Además, el 44.4 por ciento de la población
indígena entre 15 y 24 años estudia, con proporciones
similares entre ambos sexos (22.9 por ciento del total de hombres
entre 15 y 24 años, 21.5 por ciento del total de mujeres);
el 14.4 por ciento no trabaja ni estudia y, por lo tanto, no tiene
expectativas de ahorro (9.3 por ciento de los varones y 5.1 por ciento
de las mujeres), y 41.2 por ciento se encuentra con estudios truncados.
Ante la situación, alrededor de 22
millones de mexicanos han optado por un empleo en el sector informal
como única alternativa, o como una segunda fuente de ingresos.
Hasta en 60 por ciento ha mermado la capacidad
de consumo
Desde 1982 y hasta la fecha, la mayoría
de los hogares mexicanos ha mermado hasta en 60 por ciento la capacidad
de consumo que tenía a causa a las crisis económicas
y los bajos salarios.
En los últimos tres años, han
disminuido hasta 40 por ciento los ingresos, y aún así,
existe 22 por ciento de hogares que logran ahorrar cinco ó
10 por ciento de sus ingresos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó
un comparativo salarial entre naciones, donde especifica que Nigeria
está al mismo nivel que México, porque ambos cuentan
con bajos niveles de ingresos, y la población prácticamente
“vive al día”.
Además, a partir de la crisis del
2008, en el país se registraron alrededor de 51 millones de
tarjetas de crédito en cartera vencida; en 2009, la cifra ascendió
a 60 millones, y en 2010, bajó a 48 millones. Lo anterior,
porque los bancos y organizaciones financieras establecieron límites
a la entrega de las mismas y al otorgamiento de préstamos,
como medida para aumentar la recuperación de crédito,
concluyó Lozano.
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