Boletín UNAM-DGCS-002
Ciudad Universitaria
11:00 hrs. 01 de enero de 2011

Ximena Alcalá Cortés


A 10 AÑOS DEL TLCUEM, DIFERENCIAS NORMATIVAS LIMITAN EXPORTACIONES MEXICANAS

 

• Existe un desequilibrio importante entre nuestro país y la Unión Europea, dijo Ximena Alcalá Cortés, académica de la FES Acatlán de la UNAM

En los últimos años, las diferencias entre la estructura normativa de México y la Unión Europea (UE) han limitado la colocación de productos nacionales en aquella región, lo que ha provocado que nuestro país exporte al viejo mundo apenas una tercera parte de lo que importa, advirtió Ximena Alcalá Cortés, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM.

De acuerdo con el Banco de México y Eurostat (oficina europea de estadística), en 2007, las exportaciones de productos mexicanos a la UE sumaron 14 mil millones de dólares, mientras que las importaciones totalizaron 34 mil millones de dólares.

La especialista reconoció que existe un desequilibrio comercial entre ambas partes, por lo que se buscan alternativas para hacer más equitativo el intercambio, porque a ningún país le conviene un déficit tan marcado.


México importa más de lo que exporta

A 10 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México (TLCUEM), las normas oficiales del país han observado cierto rezago comparadas con las internacionales, acotó la también integrante del Departamento de Proyección Empresarial e Intercambio y Colaboración Institucional de la FES.

Cifras oficiales revelan que, mientras en 1999 el comercio bilateral registró 18.4 mil millones de dólares, para 2007 rebasó los 48 mil millones de dólares, lo que representó un crecimiento de 162 por ciento.

De ese intercambio, las exportaciones mexicanas en 1999 fueron de 5.2 mil millones de dólares, y para 2007, de 14 mil millones de dólares, lo que significa un crecimiento nacional de casi 174 por ciento; no obstante, las importaciones mexicanas sumaron 34 mil millones de dólares en este último año.

El sector farmacéutico, en desventaja

Junto con un equipo multidisciplinario de Acatlán, Alcalá Cortés analizó la situación de los tratados comerciales con el viejo mundo, así como los beneficios y detrimentos para siete industrias: productos metálicos, maquinaria y equipo, automotriz, farmacéutica, electrónica, sector eléctrico, y muebles.

El rubro más afectado en la relación comercial es el farmacéutico. México, por ser un país maquilador, tiene desventajas en el desarrollo de patentes, investigación para la búsqueda de nuevos productos o materiales, y maquinaria innovadora para producir. Por lo general, lo que se comercializa aquí son medicamentos maquilados de patentes extranjeras vigentes o vencidas, con escasos desarrollos locales.

Otro campo en el que la nación es maquiladora, es el electrónico. “Al territorio llegan prototipos, diseños y los armamos; en el que sí somos fuertes, es en el eléctrico, porque se cuenta con una importante infraestructura”, señaló.

“México es un importante jugador en el desarrollo y producción de electrodomésticos a nivel mundial, y es el único rubro industrial en el que participa para el desarrollo de normas de alcance internacional”, abundó.

Las normas

En el ámbito internacional, se pretende actualizar las normas de manera continua, para mejorar la competitividad en cada industria, porque cada vez son más específicas y cuentan con tecnología avanzada. Sin embargo, los procesos de renovación, sobre todo en el aspecto jurídico, son complejos y tardados.

Las empresas y/o naciones que participan en el proceso de normalización dictan las reglas a las que los demás habrán de sujetarse, que pueden ser un detonador o una barrera de acceso a nuevos mercados.

La idea de los tratados, prosiguió, es dejar cierto tiempo para que los países actualicen sus pautas, pero muchas veces no sucede como se tenía planeado. Le ocurrió a México con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y en el caso del TLCUEM, el resultado ha sido costoso.

Las investigaciones de los universitarios han revelado que una de las dificultades para ingresar a Europa es la distancia; se piensa que es más fácil acceder a Estados Unidos por la cercanía, lo que afecta, en especial, a las pequeñas y medianas industrias.

Otra barrera es el idioma. No es lo mismo comerciar con el vecino del norte –donde se habla inglés o hay un porcentaje considerable de población hispana– que con la Unión Europea; además, aunque hay normas generales, cada nación contempla cuestiones distintas, incluso tienen normatividades específicas. Un ejemplo simple puede ser la diferencia de voltaje, referente al sector eléctrico, indicó.

Un problema más reside en la creación de normas adecuadas en México que llevaría tiempo, porque generalmente no hay disponibilidad para financiar los trabajos de gente preparada para integrar comités técnicos de desarrollo.

Ante la situación, la universitaria propuso invitar a especialistas e investigadores para que participen en esas comisiones, y al gobierno y a empresas a apoyarlos con becas para que colaboren en comités internacionales, a fin de propiciar mayor competitividad en las industrias.

Las normas europeas marcan la pauta en el mundo, tienen incidencia en organismos de normalización internacional, como el ISO. Si una nación puede exportar a la UE, no tendrá problemas para hacerlo a la mayor parte de los territorios, concluyó.

 

 

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Fotos

Los sectores farmacéutico y electrónico, los más afectados con el Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México, señaló Ximena Alcalá Cortés, académica de la Facultad de Estudios FES Acatlán.