Boletín UNAM-DGCS-001
Ciudad Universitaria
11:00 hrs. 01 de enero de 2011

María del Carmen Valverde


NO EXISTE UNA PROFECÍA MAYA SOBRE EL FIN DEL MUNDO EN 2012, ADVIERTEN EXPERTOS DE LA UNAM

 

• Lo que esa cultura calculó en su calendario es la conclusión de un ciclo de 13 bactunes, aclaró María del Carmen Valverde, coordinadora del Centro de Estudios Mayas del IIFl
• En ninguna inscripción se advierte una catástrofe ni el término de la humanidad, añadió Tomás Pérez Suárez, también del CEM

El 22 de diciembre de 2012 no se acabará el mundo, ni ocurrirá una catástrofe; tampoco existe alguna profecía maya al respecto, como se ha divulgado en algunas afirmaciones sin sustento científico, advirtieron especialistas del Centro de Estudios Mayas (CEM), del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl) de la UNAM.

En su calendario, los mayas no describieron una profecía, sino el término de un ciclo de 13 bactunes, equivalentes a cinco mil 125 años, y el inicio de otra etapa, aclaró María del Carmen Valverde Valdés, coordinadora del CEM.

Esa cultura tenía una noción circular del tiempo, lo que significa que la historia, en algún momento se repetirá, explicó la también historiadora y doctora en estudios mesoamericanos.

Para ellos, cuando se escriben los anales se hace una profecía, pues es una concepción cíclica donde los hechos se repiten; si se habla de sus vaticinios, en realidad se trata de lo que registraron de su propia historia, en una forma de escritura –la del maya yucateco— que es siempre críptica y simbólica, precisó.

El calendario maya se ha estudiado y descifrado desde finales del siglo XIX, entonces, se comenzó a desarrollar una analogía de las fechas de los calendarios maya y occidental. “En esa correlación hay varias discrepancias entre investigadores, que van de días hasta años”, indicó.

Ciclos de 13 bactunes

Un bactún es una unidad de tiempo maya equivalente a 144 mil días del calendario occidental; multiplicada por 13 bactunes, esa cifra arroja un ciclo de cinco mil 125 años, que concluirá el 22 de diciembre de 2012.

Entonces, acabará un período y comenzará otro, sin que ningún glifo se refiera al fin del mundo o de la humanidad. No existe nada así en las inscripciones de esa cultura, precisó Tomás Pérez Suárez, también investigador del CEM.

El 22 de diciembre de 2012, en el ciclo calendárico maya, terminará un ciclo de cinco mil 125 años y comenzará uno nuevo, pero en ninguna inscripción se menciona que vaya a ser el fin del mundo, reiteró el arqueólogo.

Si se cierra una etapa de 13 bactunes, inicia otra igual, y es lo único que va a suceder, los mayas jamás hablaron del Apocalipsis, de destrucción, ni de cataclismo.

Al respecto, Valverde Valdés destacó que el calendario ritual maya (distinto del solar, y de 260 días) es una combinación de 20 signos con 13 números, de los cuales los sagrados son el nueve, relacionado con el inframundo, y el 13, asociado al supramundo, equivalente al cielo para la concepción occidental.

El CEM cuenta con dos expertos epigrafistas (especialistas en analizar la escritura y las inscripciones) que hacen estas correlaciones, Marisela Ayala, especialista en calendario maya, y Guillermo Bernal, experto en inscripciones en Palenque.

Valverde consideró posible que haya algún tipo de celebración en diciembre de 2012, pues existe una corriente “neomaya”, sobre todo en Guatemala, involucrada en esa festividad.

Existen grupos que conservan su calendario, pero una de las cosas que han hecho que esa cultura sobreviva es adaptarse a las circunstancias. La ceremonia de 2012 es mercadotecnia, pero si ellos la hacen propia es auténtica, aunque no significa que sea una tradición prehispánica, pues han incorporado nuevos elementos y eso los ha ayudado a sobrevivir, concluyó.

 

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Fotos

María del Carmen Valverde, coordinadora del Centro de Estudios Mayas del IIFl.

Para los mayas, si escriben su historia se hace una profecía, pues es una concepción cíclica, donde los hechos se repiten.