Boletín UNAM-DGCS-801
Ciudad Universitaria
06:00 hrs. 21 de diciembre de 2010

Ricardo Czaplewski Cicero


TODAS LAS IGUANAS EN CAUTIVERIO, ENFERMAS O A PUNTO DE MORIR

 

• Una dieta inadecuada y la falta de exposición solar hacen que estos animales desarrollen enfermedades óseas metabólicas, señaló Ricardo Czaplewski Cicero
• El profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM recomendó no tener a estos animales como mascotas, porque son muy delicados

La falta de luz solar y una alimentación baja en calcio provocan que las iguanas en cautiverio enfermen y, en la mayoría de los casos, mueran, expuso el académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Ricardo Czaplewski Cicero.

La mayoría de estos reptiles fallece en un entorno doméstico porque no satisface sus necesidades básicas. Por ejemplo, para estos seres la luz artificial es dañina y la falta de Sol les impide sintetizar la vitamina D3 y fijar calcio en los huesos, lo que se traduce en enfermedades óseas metabólicas.

El calcio es vital, pues ayuda al organismo en funciones esenciales como el movimiento intestinal, la contracción muscular, la coagulación o la desinflamación. La paratiroides libera una hormona que desprende este elemento de los huesos largos (como fémures y húmeros, los más afectados) para que el reptil mantenga niveles adecuados en la sangre. Si la iguana no puede mantener este equilibrio, genera raquitismo, es decir, una especie de osteoporosis.

Sin embargo, agregó, una dieta escasa o excesiva en calcio y fósforo, y una nula o pobre exposición a la radiación ultravioleta, hace que los animales en cautiverio padezcan enfermedades óseas metabólicas.

“Estos reptiles, junto con las tortugas japonesas, son los que más sufren”, agregó.

“Por ello, es importante hacer un diagnóstico a tiempo”, alertó. Se debe poner atención a señales como: mandíbula de caucho (es decir, inflamada, sobre todo en el maxilar inferior) y aumento en el tamaño de los húmeros, bíceps, cuádriceps y fémures, que aunque parezcan fuertes, en realidad engrosaron debido a que el tejido muscular se movió de lugar para intentar estabilizar una fractura patológica.

Afectadas, son incapaces de levantar su cuerpo y se arrastran, tienen una coloración pobre, muy ajena a su característico verde esmeralda, y se alimentan con dificultad, advirtió.

Poco conocimiento sobre las iguanas…

“El desconocimiento y falta de asesoría técnica en las tiendas de mascotas agrava el maltrato hacia estos animales que, con frecuencia, llegan al Hospital Veterinario de Especialidades en Fauna Silvestre y Etología Clínica de la FMVZ muy enfermos y en cuadros de sufrimiento severos”.

La gente desconoce qué deben comer estos reptiles y los alimentan con insectos y croquetas, cuando su dieta debe consistir en brotes tiernos, pues son fermentadores cecales, como los caballos.

Por ejemplo, no se recomienda darles frutas de consumo humano, porque son de hortaliza y contienen gran cantidad de azúcar, elemento que produce gases y alteraciones digestivas, pues estos animales tienen un saco ciego en el intestino.

Lo adecuado es darles de comer sólo vegetales bajos en fósforos o quelantes de calcio, así como evitar cebollas, espinacas y acelgas, porque eliminarían el calcio que les aportan verduras como el berro, la flor de calabaza y la hoja de diente de león.


“Una dieta apropiada consta de ensaladas basadas en, por lo menos, cinco ó 10 ingredientes picados de manera muy fina, adicionada con pellets (bocadillos) especiales para iguana, pero de buena calidad; son vegetarianas muy estrictas”.

Czaplewski explicó que quienes deciden tener uno de estos reptiles usualmente los colocan en terrarios o peceras dentro de casa y se olvidan de que encierran a una criatura del trópico que necesita amplios ciclos solares y espacios sombreados para regular su temperatura.

Si están en cautiverio, deberían gozar un ambiente cálido durante la tarde y noche, y en el día permanecer en encierros de exterior con malla de mosquitero, para que la luz ultravioleta pase, se refleje en su piel y les ayude a sintetizar la vitamina D3.

Una alternativa son los focos de luz ultravioleta. Sin embargo, éstos tienen caducidad y sólo son efectivos a una distancia de 30 centímetros. “Compensan, pero no sustituyen la radiación del Sol”.

 

 

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Fotos

Estos animales, además de necesitar cuidados específicos, son temperamentales y no gustan de la interacción con humanos, advirtió Ricardo Czaplewski Cicero.