• Se han registrado casos en
mujeres de 14 años de edad; además del inicio temprano
de relaciones sexuales, la patología se asocia al estilo
de vida de las mujeres
• El tabaquismo, la desnutrición y el alcoholismo contribuyen
a que los oncogenes se manifiesten con mayor facilidad por estrés
celular
En México, como en otras regiones
del mundo, el cáncer cervico-uterino se ha empezado a manifestar
en mujeres de entre 14 y 19 años de edad, quienes además
de iniciar relaciones sexuales a temprana edad mantienen un estilo
de vida que se asocia al alcoholismo y tabaquismo, factores que contribuyen
a que los oncogenes se manifiesten con mayor facilidad por estrés
celular.
En el pasado, este padecimiento se relacionaba
con personas de edad avanzada, pero ahora pueden encontrarse casos
entre adolescentes, axpresó Leticia de Anda Aguilar, académica
de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Se trata de una alteración en las
células del cuello uterino o cérvix, a nivel del epitelio,
que provoca descontrol durante su regeneración y condiciona
el crecimiento desmedido de las mismas, lo que deriva en cáncer.
En 2005, la tasa media nacional de mortalidad
por este mal fue de 15.46 mujeres, de 25 años y más,
por cada 100 mil, cifra que correspondió a cuatro mil 247 defunciones.
EL VPH, una de las causas
Uno de los principales factores que se ha
vinculado con el origen de este padecimiento es el Virus del Papiloma
Humano (VPH), perteneciente a la familia de los Papillomaviridae,
que infecta la piel y mucosas, y puede producir tumores epiteliales,
benignos o malignos.
El inicio de la vida sexual activa en edades
tempranas provoca microtraumatismos en el epitelio, y en su proceso
de regeneración no existe control, lo que deriva en un crecimiento
desmedido de las células y puede desencadenar una neoplasia,
abundó.
Otra condicionante es tener relaciones sexuales
sin protección, y el elevado número de parejas, “porque
se tiene mayor riesgo de contraer el VPH”, aseveró.
También, se han identificado otros
factores que aumentan la probabilidad de que el virus se manifieste
de manera agresiva, como el tabaquismo, el estado nutricional, la
respuesta del sistema inmunológico, otras infecciones de transmisión
sexual, o la inmunosupresión.
Asimismo, es común que mujeres jóvenes
se embaracen y estén contagiadas con el VPH. En esos casos,
se actúa según la manifestación clínica
y el daño epitelial. Si se presenta cáncer se debe valorar
su nivel, la condición clínica de la paciente o las
semanas de gestación, y según la evaluación,
se determina si la gestación se interrumpe o no.
El Virus del Papiloma es transmitido por
vía sexual, y es la infección más frecuente a
nivel mundial; en la mayoría de las mujeres es asintomática,
y en el 80 por ciento de los casos, desaparece espontáneamente
en un periodo de 12 a 18 meses por respuesta inmune efectiva.
Si la paciente deja pasar mucho tiempo antes
de buscar atención profesional, la lesión intraepitelial
evoluciona a cáncer, lo que hoy día condiciona un número
importante de fallecimientos.
Cáncer Cerviño-uterino
El cáncer Cervico-uterino es una de
las neoplasias más controlables porque se puede detectar de
forma temprana, pero entre la población mexicana aún
no se arraiga la cultura de la prevención. “Hay pacientes
que jamás se han realizado un Papanicolaou, aunque presenten
molestias”, dijo De Anda Aguilar.
Este padecimiento constituye la primera causa
de muerte en mujeres de 30 a 59 años de edad, mientras que
en las más jóvenes (15-29 años) representa la
segunda. De no ser detectado y tratado a tiempo, se puede diseminar
al útero, vejiga, recto por contigüidad y por el sistema
linfático o vascular, y si se extiende de forma sistémica
se puede presentar en pulmones, cerebro e hígado.
En la mayoría de los casos, los decesos
se deben a las complicaciones, como insuficiencia renal, sangrados,
anemia y otros trastornos, indicó.
Factores que aceleran su desarrollo
La evolución natural del cáncer
es de 10 a 15 años, desde que aparece la primera lesión
hasta manifestaciones más graves; no obstante, si existen factores
de estímulo continuo puede presentarse en menos de cinco años.
Aunque siempre han existido detonantes, en
la actualidad se han incrementado, como el tabaquismo –hace
30 años no estaba tan arraigado entre la población femenina
–, y puede derivar en cáncer de pulmón.
La desnutrición y el alcoholismo también
contribuyen a que los oncogenes se manifiesten con mayor facilidad,
por estrés continuo.
Las personas mayores tienen más riesgo de presentar complicaciones,
aunque también depende del lugar donde radican. Por ello, existen
mapas geográficos que determinan la posición de mortandad
en cada estado de la República. En México, el grupo
más afectado se ubica en la zona sur y norte.
Tipos de VPH
Se han identificado más de 100 tipos
de VPH, pero sólo unos 15 se consideran altamente oncogénicos:
16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68, 73 y 82.
En el país, el VPH se relaciona principalmente
con los serotipos (virus que estimulan los oncogenes) 16, 18, 52,
58, 6 y 11, aunque los dos últimos, se vinculan más
a las verrugas o condilomas.
En el Distrito Federal, los más frecuentes
son el 52, 58 16 y 18, que causan alrededor del 70 por ciento del
cáncer cervico-uterino; por ello, las inoculaciones preventivas
del VPH se enfocan en éstos.
Contra el virus existen dos tipos de vacunas,
una bivalente para los serotipos 16 y 18, y una tretavalente que incluye
el 6, 11, 16 y 18.
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