Boletín UNAM-DGCS-794bis
Ciudad Universitaria
14:30 hrs. 17 de diciembre de 2010

 


EN MÉXICO, 20 POR CIENTO DE LOS DIABÉTICOS PRESENTAN ESCARAS O HERIDAS CON COMPLICACIONES SEVERAS

 

• De ellos, sólo 50 por ciento sigue un tratamiento adecuado, el resto lo hace de forma empírica o por recomendación de algún familiar, advirtió Juan José Granados, de la FM

En México, 20 por ciento de los pacientes diabéticos puede presentar heridas y escaras; sin embargo, de ellos sólo 50 por ciento sigue un tratamiento en forma adecuada, y el resto lo hace con un procedimiento empírico o por alguna recomendación de algún familiar, lo que provoca complicaciones severas.

Aquí, es común la presencia de esas lesiones, sobre todo por la alta incidencia de pacientes diabéticos, advirtió Juan José Granados Romero, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Se estima que en el país el número de diabéticos fluctúa entre seis millones 500 mil y 10 millones, con prevalencia de 10.7 por ciento en personas de entre 20 y 69 años; y de ellos, dos millones no han sido diagnosticados.

A nivel global, esta enfermedad afecta a más de 246 millones de personas, y se espera que para 2025 alcance 333 millones; la mayoría de los casos se presentan en países en vías de desarrollo. Granados Romero explicó que el sector socioeconómico bajo es el más afectado.

Además, prosiguió el médico adscrito al Hospital General de México, las posibilidades de que las heridas o escaras se compliquen (cicatriz por muerte del tejido a causa de incisiones, o quemaduras por fuego y sustancia química) son altas, al igual que las de personas que no cuentan con servicios de seguridad social o sufren abandono social, como adultos mayores sin familiares o que reciben pocas visitas.

Ante ello, consideró necesario impulsar los cuidados de primer nivel e impartir mayor educación a los pacientes para prevenir las patologías crónicas que pueden condicionar estos problemas, como la diabetes y los problemas del hígado. Es indispensable tener cuidado y educar para evitar, en la medida de lo posible, el uso de zapatos incómodos, y no exponer al enfermo a alguna lesión, golpe, contusión o traumatismo.

El médico cirujano de la UNAM refirió que si ya se tiene una escara, úlcera, o el paciente sufre de pie diabético, se deben tener los cuidados necesarios y dar seguimiento intrahospitalario para recibir los mejores cuidados posibles.

Una herida, explicó, es una solución de continuidad en alguna parte de nuestro organismo, que puede estar condicionada por situaciones o patologías propias del paciente, como en el caso de diabéticos o hipertensos, lo que pueden derivar en una cicatrización más retardada.

Los pacientes diabéticos o quienes padecen patologías vasculares, como insuficiencia venosa, hacen que la cicatrización sea más lenta y que se prolongue la etapa de contracción de una herida.

En México, recalcó, hace falta la educación para tener un peso adecuado y que los niveles de glucosa en la sangre no estén elevados. Si el paciente ya es diabético, se debe evitar cualquier tipo de lesión o laceración en la piel, la aparición de úlceras por alguna contusión y procurar el cuidado adecuado de uñas y dedos.

El descuido, advirtió, puede ocasionar la muerte. Si un paciente permanece un tiempo prolongado en la cama, puede desarrollar escaras en los codos, la región occipital o los talones de los pies, y si se infectan liberan toxinas en la sangre, que si no se corrige, puede provocar choques sépticos o respuesta inflamatoria.

 

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