• De ellos, sólo 50 por
ciento sigue un tratamiento adecuado, el resto lo hace de forma
empírica o por recomendación de algún familiar,
advirtió Juan José Granados, de la FM
En México, 20 por ciento de los pacientes
diabéticos puede presentar heridas y escaras; sin embargo,
de ellos sólo 50 por ciento sigue un tratamiento en forma adecuada,
y el resto lo hace con un procedimiento empírico o por alguna
recomendación de algún familiar, lo que provoca complicaciones
severas.
Aquí, es común la presencia
de esas lesiones, sobre todo por la alta incidencia de pacientes diabéticos,
advirtió Juan José Granados Romero, de la Facultad de
Medicina (FM) de la UNAM.
Se estima que en el país el número
de diabéticos fluctúa entre seis millones 500 mil y
10 millones, con prevalencia de 10.7 por ciento en personas de entre
20 y 69 años; y de ellos, dos millones no han sido diagnosticados.
A nivel global, esta enfermedad afecta a
más de 246 millones de personas, y se espera que para 2025
alcance 333 millones; la mayoría de los casos se presentan
en países en vías de desarrollo. Granados Romero explicó
que el sector socioeconómico bajo es el más afectado.
Además, prosiguió el médico
adscrito al Hospital General de México, las posibilidades de
que las heridas o escaras se compliquen (cicatriz por muerte del tejido
a causa de incisiones, o quemaduras por fuego y sustancia química)
son altas, al igual que las de personas que no cuentan con servicios
de seguridad social o sufren abandono social, como adultos mayores
sin familiares o que reciben pocas visitas.
Ante ello, consideró necesario impulsar
los cuidados de primer nivel e impartir mayor educación a los
pacientes para prevenir las patologías crónicas que
pueden condicionar estos problemas, como la diabetes y los problemas
del hígado. Es indispensable tener cuidado y educar para evitar,
en la medida de lo posible, el uso de zapatos incómodos, y
no exponer al enfermo a alguna lesión, golpe, contusión
o traumatismo.
El médico cirujano de la UNAM refirió
que si ya se tiene una escara, úlcera, o el paciente sufre
de pie diabético, se deben tener los cuidados necesarios y
dar seguimiento intrahospitalario para recibir los mejores cuidados
posibles.
Una herida, explicó, es una solución
de continuidad en alguna parte de nuestro organismo, que puede estar
condicionada por situaciones o patologías propias del paciente,
como en el caso de diabéticos o hipertensos, lo que pueden
derivar en una cicatrización más retardada.
Los pacientes diabéticos o quienes
padecen patologías vasculares, como insuficiencia venosa, hacen
que la cicatrización sea más lenta y que se prolongue
la etapa de contracción de una herida.
En México, recalcó, hace falta
la educación para tener un peso adecuado y que los niveles
de glucosa en la sangre no estén elevados. Si el paciente ya
es diabético, se debe evitar cualquier tipo de lesión
o laceración en la piel, la aparición de úlceras
por alguna contusión y procurar el cuidado adecuado de uñas
y dedos.
El descuido, advirtió, puede ocasionar
la muerte. Si un paciente permanece un tiempo prolongado en la cama,
puede desarrollar escaras en los codos, la región occipital
o los talones de los pies, y si se infectan liberan toxinas en la
sangre, que si no se corrige, puede provocar choques sépticos
o respuesta inflamatoria.
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