Boletín UNAM-DGCS-790
Ciudad Universitaria
12:00 hrs. 15 de diciembre de 2010

Mark Olson


INVESTIGAN EN LA UNAM ÁRBOL GENEALÓGICO DE LA NOCHEBUENA

 

• El objetivo, obtener una variedad de mayor calidad para competir en el mercado

Para que productores mexicanos mejoren las nochebuenas existentes en el mercado y también la competitividad, en el laboratorio de Mark Olson, del departamento de Botánica del Instituto de Biología de la UNAM, investigan su genealogía.

En la actualidad, la mayoría de las plantas que se venden en el mundo provienen de una variedad creada en Estados Unidos. En la centuria de 1800, algunas estacas fueron sacadas de México y enviadas al cultivo mundial. De ese material vivo, comenzaron a hacer variedades y ahora existen más de 200, y la mayoría que se cultiva para Navidad se desarrollan en el extranjero.

Por su belleza, la flor de nochebuena es conocida y aceptada hasta en culturas no católicas, lo que representa un mercado próspero. Por ello, se busca que los productores mexicanos conozcan su origen y variedad para crear un híbrido perfecto, que florezca a los rayos del Sol, sea resistente a la intemperie, el traslado y dure más tiempo, sin que sea hurtado por “piratas”.

“La diversidad genética de las nochebuenas silvestres en México ofrece muchas oportunidades para mejorar el cultivo, y eso lo reconocen muchas empresas extranjeras”, refirió Olson.

El universitario se dijo consciente del potencial que representa este mercado, y del peligro de su investigación, porque existen “piratas” que pueden robar material de nochebuenas silvestres para crear nuevos híbridos y patentarlos, sin que los campesinos o el gobierno mexicano puedan impedirlo.

Con ello, abundó, se obstruye la posibilidad que tiene el floricultor mexicano de despuntar y recuperar lo que, por herencia, le pertenece: la producción y distribución de la flor.

Hace poco, “llegó una horticulturista que reconoció el potencial de uno de los parientes silvestres de la nochebuena, una planta que sólo crece en Guerrero. Recolectó el material y lo envió al vivero más grande de las nochebuenas en los Estados Unidos, donde hicieron un híbrido que luego patentaron. Este año salió al mercado con el nombre de Dulce Rosa”.

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Fotos

Mark Olson, del departamento de Botánica del Instituto de Biología.

La nochebuena crece silvestre en los bosques tropicales de la vertiente del Pacífico mexicano, de Sinaloa hasta Chiapas, con algunas poblaciones en Guatemala.