• La académica del Instituto
de Investigaciones Biomédicas de la UNAM fue reconocida por
su trabajo sobre la cisticercosis
Por sus aportaciones al estudio de la cisticercosis
porcina y humana, Edda Lydia Sciutto Conde, académica del Instituto
de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, fue distinguida
con el Premio Ciudad Capital Heberto Castillo Martínez,
en la categoría Mexicanas y mexicanos mayores de 45 años,
en el área de Innovación para mexicanas y mexicanos
destacados, que otorga el gobierno capitalino a través
del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal
(ICyTDF).
La inmunóloga recibió la distinción
correspondiente a 2010, en reconocimiento a su trayectoria de 25 años
dedicada a aportar nuevos conocimientos sobre el desarrollo, diagnóstico
y control de la cisticercosis, una enfermedad parasitaria asociada
a la pobreza, que aún afecta la salud humana en el país.
Prevención
Los humanos adquieren la cisticercosis por
consumir alimentos contaminada con huevos microscópicos de
Taenia solium, que se desarrollan en cisticercos, principalmente
en el sistema nervioso central, y causa neurocisticercosis. Cuando
los huevos son ingeridos por los cerdos, también pueden alojarse
en músculos, cerebro, ojos, corazón y tejido graso del
animal.
Si se consume la carne contaminada y mal
cocida de ese animal, el cisticerco puede derivar en tenia (solitaria)
en el intestino de la persona, y provocar teniasis.
Para prevenir la transmisión de esa
parasitosis, Edda Sciutto ha dirigido un grupo de investigación
que se ha centrado, desde hace más de dos décadas, en
el desarrollo de vacunas contra ese padecimiento.
“La primera versión de la inoculación
fue sintética y se evaluó en campo con la Universidad
de Puebla. Una segunda fue recombinante y se valoró en Morelos.
Estos trabajos se han realizado en colaboración con múltiples
investigadores de la UNAM, entre los que destaca, Aline Aluja y su
grupo, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, con quienes
hemos trabajado los últimos 25 años”, dijo la
investigadora.
Actualmente, la vacuna recombinante –mucho
más económica que la sintética— se produce
en esta casa de estudios y se aplica en un programa de control financiado
por la Sagarpa en Guerrero, e incluye una campaña informativa
para dar a conocer los riesgos que implica la cisticercosis, y las
medidas que pueden implementarse para prevenirla.
Con ese propósito, se han preparado
y distribuido trípticos en escuelas y centros de salud, y mediante
el apoyo de TV UNAM, se ha realizado un video para apoyar esta fase
de la campaña.
“Actualmente, trabajamos en generar
una vacuna que pueda administrarse de manera oral, y que el propio
porcicultor pueda aplicarla; ello reduciría la complejidad
y costos que implica una inoculación inyectable, que requiere
sujetar a millones de cerdos –se estiman cuatro millones de
animales de traspatio en México producidos anualmente–
que deambulan libremente en las comunidades”, comentó
Sciutto.
Diagnóstico
Sciutto ha contribuido al diagnóstico
serológico de la cisticercosis, mediante el uso de técnicas
basadas en la detección de anticuerpos y antígenos.
Estos estudios resultan de utilidad para conocer la magnitud del problema
en el país, evaluar el efecto de programas de control y apoyar
al diagnóstico y seguimiento de enfermos neurocisticercosos.
Para establecer el diagnóstico en
el humano, se requiere de análisis radiológicos de alto
costo (tomografía axial computarizada y resonancia magnética
nuclear); por ello, Sciutto, en colaboración con colegas de
Reino Unido y del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía,
ha participado en el desarrollo de un método que permite evaluar
el efecto del tratamiento y permitiría disminuir el número
de estudios serológicos requeridos para este propósito.
Como parte de su investigación, ha
utilizado un modelo de cisticercosis en ratones, que ha permitido
identificar un gen asociado a la resistencia a la enfermedad. Los
estudios continúan en colaboración con el Instituto
de Medicina Genómica, y pretenden identificar genes asociados
a la resistencia a esta parasitosis.
Sciutto considera que su identificación
permitiría observar su relevancia en la enfermedad humana,
información que podría impactar en un mejor manejo de
los pacientes. Estos estudios se han comenzado en colaboración
con investigadores del Instituto de Diagnóstico y Referencia
Epidemiológicos (InDRE).
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