• Es preciso explorar diferentes
opciones para que los profesores puedan echar mano de las nuevas
tecnologías en sus clases, expuso Ángel Díaz
Barriga, del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y
la Educación
• Se debe considerar que los desarrollos han creado otras
maneras diferentes de pensar, advirtió el investigador emérito
de la UNAM
“La enseñanza virtual tiene
un problema psicopedagógico y didáctico, pues aún
no sabemos qué procesos de aprendizaje se registran en jóvenes
y niños a partir de las nuevas tecnologías y, por ende,
ignoramos cómo crear una didáctica que permita vincular
esas situaciones con el desarrollo de la web, algo indispensable”,
explicó Ángel Díaz Barriga, del Instituto de
Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE)
al participar en el Primer Encuentro Internacional La Educación
a Distancia en el Área de las Humanidades y de las Artes.
Por ello, argumentó el investigador emérito, es necesario
explorar diferentes opciones para que los maestros interesados incorporen
las tecnologías en algunos temas de sus cursos, porque las
acciones aisladas no son suficientes. “Debemos realizar experimentos”.
En el auditorio de la Coordinación
de Humanidades, Díaz Barriga destacó que se requieren
mecanismos para articular ejes provenientes de distintos lugares,
saberes y competencias.
“Al hablar de una didáctica
de la web, los elementos para estructurarla estarían compuestos
por contenidos significativos, situaciones cercanas a la realidad,
ensayo de unidades temáticas, reconsideración de la
enseñanza preprogramada y la clarificación de secuencias
de trabajo, es decir, actividades introductorias de desarrollo e integración”,
expuso.
Al impartir la ponencia Educación
a distancia. ¿Uso de nuevas tecnologías o construcción
de un proyecto pedagógico?, señaló que los
desarrollos tecnológicos se encuentran íntimamente ligados
a la sociedad del conocimiento. “El desarrollo del Internet
en los últimos 15 años ha sido tan vertiginoso, que
en el momento en que empezamos a usarlo, ignorábamos a dónde
nos llevaría”.
La educación moderna establece un
modelo interactivo diferente que aún no se concreta. Se pasó
del esquema de la clase frontal a uno virtual; sin embargo, no se
consideró que estas tecnologías generan nuevas formas
de pensar, alertó el experto. “Los jóvenes de
hoy viven a través de la imagen, color y movimiento”.
Con el paso del tiempo, los procesos se han
transformado de la mano de los avances y descubrimientos; por ejemplo,
la práctica educativa medieval cambió a partir de la
imprenta. Antes, había tres actividades específicas:
la gran conferencia, la lectura comentada (sólo se contaba
con un manuscrito) y la discusión, pero esto se modificó
a partir de la enseñanza simultánea.
Por ello, Díaz Barriga se preguntó
si la era digital no obliga a una transición de la clase frontal
a un modelo de múltiples interacciones con imágenes
y acceso a información diversa.
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