• Participaron en la categoría
Danza en SuperTeam, en el certamen que tuvo lugar en Singapur
• El equipo construyó un robot que baila, junto con
sus creadores, al ritmo de la música
SOMECE Robotics es el nombre del equipo conformado
por tres estudiantes de la UNAM y uno de secundaria, que diseñó
un robot que baila, junto con sus creadores, al ritmo de la música.
Anabell Berumen Blanco y Adrián Sánchez
Montoya, del CCH Azcapotzalco; Alexei Tenorio Cerda, de la Unidad
Pedagógica Juan Jacobo Rousseau nivel secundaria,
y Liza Edith Huitrón Mares, del tercer semestre de la carrera
de Ingeniería Mecatrónica de la Facultad de Ingeniería
de la UNAM, fueron los creadores del humanoide que concursó
en la RoboCup Junior 2010, realizada en Singapur, donde consiguieron
el tercer lugar en la categoría Danza en SuperTeam.
La competencia consistió en que cada
equipo bailara con su robot. El conjunto mexicano participó
con un performance que recreó las escenas más
representativas de la película de James Cameron, Avatar.
En entrevista, Liza Edith Huitrón
Mares explicó que el robot debe realizar los mismos movimientos
que su acompañante y así, bailar de manera sincronizada.
Las manos, el torso y la cabeza del androide hacen los mismos movimientos
de un humano. “Los pies no hemos logrado colocarlos; tiene una
base giratoria que le permite desplazarse de un lugar a otro y realizar
diversas maniobras”.
“Colaboré en la programación
y en el alambrado dentro del sistema. Además, verifiqué
que las piezas embonaran adecuadamente”, detalló. También
agradeció a Alejandra Sánchez y Francisco Dorantes,
del Laboratorio de Biorrobótica de la Facultad de Ingeniería
de la UNAM, quienes asesoraron el proyecto.
Anabell agregó que compitieron contra
16 naciones y cada una llevó cinco equipos. Portugal, España,
China, Australia, Alemania, Austria y Singapur, entre otros.
“El primer lugar lo obtuvo Alemania,
el segundo Singapur y nosotros el tercero. Esperamos ir el próximo
año a Turquía, a la siguiente competencia, para demostrar
que tecnológicamente, México está a altura de
otras naciones”, expuso.
Por su parte, Adrián Sánchez
Montoya refirió que fabricar el robot llevó seis meses,
y aunque todos trabajaron en equipo, a él le gustó más
participar en la programación. “Ahora buscamos que los
materiales fueran mejores, más resistentes y con más
tecnología, lo que nos dio más confianza para competir
a nivel mundial”.
Es la tercera ocasión que viajamos
para participar. La primera vez, fuimos a China en 2008 y obtuvimos
el sexto lugar, y cuando visitamos Austria en 2009, conseguimos el
tercero, señaló.
Finalmente, Alexei expuso que el robot está
compuesto, entre otros elementos, de motores con polos negativo y
positivo conectados a la tarjeta controladora. “La construcción
y los canales de aluminio fueron las tareas que llevé a cabo.
Como equipo nos adaptamos muy bien, cada quien puso lo mejor de sí
para que el resultado final fuera satisfactorio”, concluyó.
Pormenores del robot
Se construyeron dos bases cuadradas de 40
por 40 centímetros, con dos llantas y dos ruedas locas, pero
con motores chicos, pues no cargan mucho peso. Estas bases pueden
ser controladas para avanzar y girar, y ambas tienen luces que iluminan
el piso con leds de colores programables.
Con una especie de “poste” se
conecta la base con un sistema Pan-Tilt situado más arriba,
a 50 centímetros de la base. Este sistema permite, a manera
de cadera, girar e inclinarse a la parte superior.
En lugar de piernas, se utilizó una
de las bases giratorias y se construyó un torso, una cabeza
y dos brazos, que pueden fijarse a este sistema Pan-Tilt a manera
de cintura.
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