Boletín UNAM-DGCS-763
Ciudad Universitaria
14:30 hrs. 3 de diciembre de 2010

Rafael Navarro González


UNA BACTERIA QUE SOBREVIVE EN ARSÉNICO AMPLÍA EL PANORAMA SOBRE LOS COMPONENTES DE LA VIDA

 

• El hallazgo de Felisa Wolfe Simon, del Instituto de Astrobiología de la NASA, modifica la estrategia de búsqueda de vida en Marte, dijo Rafael Navarro González, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM
• A partir de ahora, añadió, a priori no se descartará como habitable una zona con altos niveles de arsénico

Una bacteria que logró sobrevivir en arsénico al sustituirlo por el fósforo, del que habitualmente dependía para existir, amplía el panorama sobre los componentes de la vida, afirmó Rafael Navarro González, del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.

Hasta ahora, explicó el astrobiólogo en entrevista, la vida como la conocemos en la Tierra se constituye solamente por seis elementos, que son hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, azufre y fósforo.

“No importa la complejidad de los organismos, o el reino al que pertenezcan, todos estamos conformados por los mismos elementos, que no son los más abundantes en la Tierra, pero sí en el Universo. Creemos que su química, la orgánica, es la que debe dominar el cosmos, y si hay vida fuera de la Tierra, debe estar constituida por esos elementos”, afirmó Navarro.

Pero los resultados de un experimento realizado en el Lago Mono de California por la microbióloga Felisa Wolfe Simon, del Instituto de Astrobiología de la NASA --cuyos resultados publica hoy la revista Science-- demuestran que la bacteria CFAJ-1 es capaz de adaptarse y vivir en arsénico, un elemento considerado un “veneno” en este planeta.

Este resultado, consideró Navarro, es una sorpresa, pues la bacteria, aunque extremófila (vive en ambientes extremos, en su caso con hiposalinidad y alta alcalinidad) es común y tiene propiedades metabólicas parecidas a otros microorganismos de su tipo.

“Este descubrimiento hace suponer que podría haber vida en otros lugares, incluso aquí en la Tierra, en ambientes similares a los del Lago Mono, donde las bacterias pudieran reemplazar algunos elementos, en este caso el fósforo por el arsénico”, prosiguió.

La investigación de la NASA

Lo que Wolfe Simon hizo, detalló Navarro, fue colectar esas bacterias, las llevó a su laboratorio, las cultivó, les quitó toda la fuente de fósforo que pudieran tener para nutrirse y la reemplazó por arsénico, y vivieron sin problema, se adaptaron.

“Finalmente, extrajo el ADN de las bacterias, lo analizó y encontró que había fósforo en el material genético. Lo que supone, es que el fósforo fue reemplazado por arsénico, y ese es un descubrimiento interesante, porque nunca antes se había determinado esa situación”, precisó el universitario.

Asimismo, explicó que aunque existen especulaciones sobre si elementos de la tabla periódica con propiedades similares, como el carbono y el silicio, podrían ampliar los componentes esenciales de la vida, la evidencia experimental ha demostrado que las cadenas lineales de silicio, aunque parecidas a las de los hidrocarburos, son muy inestables, reaccionan con agua y se degradan fácilmente.

“Por ello, se piensa que no era factible la vida con otros elementos químicos, y por otro lado, el carbono es mucho más abundante en la Tierra que el silicio, como 10 mil veces más, y el fósforo es 10 mil veces más abundante que el silicio en la corteza terrestre. Entonces, era difícil pensar en la posibilidad de esa sustitución o reemplazo de los elementos, por otros que no fueran típicos de los seres vivos”, comentó.

Amplían estrategia de búsqueda de vida en Marte

El hallazgo de Felisa Wolfe Simon “hace que pueda variar un poco la estrategia de cómo buscar vida en Marte con el robot Curioso, que analiza los minerales del suelo”, destacó Navarro, que participa en el proyecto de la NASA que indaga la existencia en el planeta rojo.

“Si hubiéramos encontrado que en ese ambiente hay niveles muy altos de arsénico, a priori hubiéramos descartado ese lugar como una zona habitable y nos hubiéramos movido a otro, pero con este nuevo descubrimiento, aunque hubiera niveles altos de arsénico, procederíamos a analizar materia orgánica, y si la encontráramos sería interesante, porque demostraría que puede haber compuestos orgánicos y arsénico, y eso abre la posibilidad de que hubiera existido vida en ese sitio”, finalizó Navarro.

 

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Fotos

Rafael Navarro González, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.