• El hallazgo de Felisa Wolfe Simon, del Instituto
de Astrobiología de la NASA, modifica la estrategia de búsqueda
de vida en Marte, dijo Rafael Navarro González, del Instituto
de Ciencias Nucleares de la UNAM
• A partir de ahora, añadió, a priori no se
descartará como habitable una zona con altos niveles de arsénico
Una bacteria que logró sobrevivir
en arsénico al sustituirlo por el fósforo, del que habitualmente
dependía para existir, amplía el panorama sobre los
componentes de la vida, afirmó Rafael Navarro González,
del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
Hasta ahora, explicó el astrobiólogo
en entrevista, la vida como la conocemos en la Tierra se constituye
solamente por seis elementos, que son hidrógeno, carbono, nitrógeno,
oxígeno, azufre y fósforo.
“No importa la complejidad de los organismos,
o el reino al que pertenezcan, todos estamos conformados por los mismos
elementos, que no son los más abundantes en la Tierra, pero
sí en el Universo. Creemos que su química, la orgánica,
es la que debe dominar el cosmos, y si hay vida fuera de la Tierra,
debe estar constituida por esos elementos”, afirmó Navarro.
Pero los resultados de un experimento realizado
en el Lago Mono de California por la microbióloga Felisa Wolfe
Simon, del Instituto de Astrobiología de la NASA --cuyos resultados
publica hoy la revista Science-- demuestran que la bacteria
CFAJ-1 es capaz de adaptarse y vivir en arsénico, un elemento
considerado un “veneno” en este planeta.
Este resultado, consideró Navarro,
es una sorpresa, pues la bacteria, aunque extremófila (vive
en ambientes extremos, en su caso con hiposalinidad y alta alcalinidad)
es común y tiene propiedades metabólicas parecidas a
otros microorganismos de su tipo.
“Este descubrimiento hace suponer que
podría haber vida en otros lugares, incluso aquí en
la Tierra, en ambientes similares a los del Lago Mono, donde las bacterias
pudieran reemplazar algunos elementos, en este caso el fósforo
por el arsénico”, prosiguió.
La investigación de la NASA
Lo que Wolfe Simon hizo, detalló Navarro,
fue colectar esas bacterias, las llevó a su laboratorio, las
cultivó, les quitó toda la fuente de fósforo
que pudieran tener para nutrirse y la reemplazó por arsénico,
y vivieron sin problema, se adaptaron.
“Finalmente, extrajo el ADN de las
bacterias, lo analizó y encontró que había fósforo
en el material genético. Lo que supone, es que el fósforo
fue reemplazado por arsénico, y ese es un descubrimiento interesante,
porque nunca antes se había determinado esa situación”,
precisó el universitario.
Asimismo, explicó que aunque existen
especulaciones sobre si elementos de la tabla periódica con
propiedades similares, como el carbono y el silicio, podrían
ampliar los componentes esenciales de la vida, la evidencia experimental
ha demostrado que las cadenas lineales de silicio, aunque parecidas
a las de los hidrocarburos, son muy inestables, reaccionan con agua
y se degradan fácilmente.
“Por ello, se piensa que no era factible
la vida con otros elementos químicos, y por otro lado, el carbono
es mucho más abundante en la Tierra que el silicio, como 10
mil veces más, y el fósforo es 10 mil veces más
abundante que el silicio en la corteza terrestre. Entonces, era difícil
pensar en la posibilidad de esa sustitución o reemplazo de
los elementos, por otros que no fueran típicos de los seres
vivos”, comentó.
Amplían estrategia de búsqueda
de vida en Marte
El hallazgo de Felisa Wolfe Simon “hace
que pueda variar un poco la estrategia de cómo buscar vida
en Marte con el robot Curioso, que analiza los minerales
del suelo”, destacó Navarro, que participa en el proyecto
de la NASA que indaga la existencia en el planeta rojo.
“Si hubiéramos encontrado que
en ese ambiente hay niveles muy altos de arsénico, a priori
hubiéramos descartado ese lugar como una zona habitable y nos
hubiéramos movido a otro, pero con este nuevo descubrimiento,
aunque hubiera niveles altos de arsénico, procederíamos
a analizar materia orgánica, y si la encontráramos sería
interesante, porque demostraría que puede haber compuestos
orgánicos y arsénico, y eso abre la posibilidad de que
hubiera existido vida en ese sitio”, finalizó Navarro.
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