• La terapia con retroalimentación biológica
consiste en captar y procesar la actividad de los músculos
homólogos de la cara por medio de un sistema de cómputo,
para su análisis en un monitor
• Aún no se puede garantizar el mismo nivel de función
muscular anterior, pero sí un incremento considerable que
permite que la cara se vea más simétrica, dijo María
Dolores Rodríguez Ortiz, de la FP
Investigadores de la Facultad de Psicología
(FP) de la UNAM, en colaboración con especialistas del Instituto
Nacional de Neurología, desarrollaron un método alternativo
para el tratamiento de pacientes con parálisis facial, apoyado
en la retroalimentación biológica.
El método ha ayudado a pacientes con
secuelas, a tener mejorías notables y a superar los trastornos
psicológicos y emocionales que derivan de las alteraciones
de los músculos faciales.
Aunque el origen del padecimiento es multicausal
y difícil de precisar, el programa de rehabilitación
de los universitarios ha alcanzado una alta efectividad.
De acuerdo con María Dolores Rodríguez
Ortiz, encargada del Laboratorio de Retroalimentación Biológica
de la FP, la parálisis facial es un problema neuromuscular
que aparece cuando se lesiona un nervio, cuya función es mover
los músculos de una mitad de la cara.
“Se ha visto que ese nervio facial
puede dañarse si hay una infección en el sistema otorrinolaringológico.
Un tipo de parálisis muy frecuente es la llamada idiopática,
es decir, de origen desconocido”, comentó.
Alternativa científica
Aunque a primera vista esta alteración
muscular no competería a un psicólogo, la técnica
de retroalimentación biológica empleada en ese laboratorio
ofrece a los pacientes una alternativa científica.
El método consiste en captar y procesar
la actividad de los músculos homólogos de la cara por
medio de un sistema de cómputo, para su análisis en
un monitor.
Bajo el principio de que se puede aprender
a modificar la actividad muscular con retroalimentación, se
muestra al paciente el grado y forma de su actividad muscular para
que los corrija con mayor facilidad.
“En la retroalimentación biológica
se registra la actividad de los dos músculos homólogos,
de tal modo que, si uno de ellos está dañado, el otro
funciona como punto de comparación para que el paciente incremente
la actividad del músculo afectado. Aún no podemos garantizar
el mismo nivel de función muscular anterior, pero sí
un incremento considerable que permite que la cara se vea más
simétrica”, dijo Rodríguez Ortiz.
Causas e implicaciones
Entre las causas que originan la parálisis
facial están las infecciones en oídos y garganta, los
cambios bruscos de temperatura o la incapacidad para manejar emociones.
El enojo es una de las emociones que ocasiona
más alteraciones cardiovasculares; aumenta la presión
sanguínea, lo que puede afectar el nervio facial.
La parálisis facial también
puede ser resultado indirecto del estrés, pues éste
afecta al sistema inmune y es factor para alterar el organismo con
una enfermedad infecciosa o inflamatoria. Una implicación funcional
en quienes la padecen es que se ven afectadas, en primer término,
de los ojos.
En ocasiones, uno de estos órganos
está constantemente expuesto porque el párpado no lo
cubre completamente, y puede sufrir conjuntivitis o una infección
por contaminación o bacterias.
Con la parálisis facial es muy común
la debilidad del músculo orbicular de la boca, que sirve para
imprimir tensión e impedir que el alimento se escurra al momento
de comer, así como fuerza a los labios al momento de hablar.
Este mal neurológico repercute también
en la conducta de los pacientes, que se vuelven ansiosos porque nadie
les explica que aquél aparece de pronto y tarda hasta meses
en desaparecer. “Estos problemas son considerados también
en la rehabilitación con retroalimentación biológica”,
apuntó la psicóloga.
Recuperación
Los reportes médicos indican que entre
80 y 95 por ciento de los afectados por parálisis facial, especialmente
por la idiopática, se recuperan. Con tratamiento de fármacos,
como antiinflamatorios, el pronóstico optimista se eleva. Todo
consiste en desinflamar el nervio facial dañado.
“Pero, entre cinco y 10 por ciento
de los pacientes, quedan con secuelas, y son lo candidatos a atenderse
en nuestro laboratorio”,
Indicó Rodríguez.
Se sabe que la parálisis facial puede
presentarse por igual en hombres y mujeres, y a diferentes edades,
aunque hay una incidencia alta en gente mayor con problemas metabólicos,
como la diabetes o hipertensión.
Un número considerable de mujeres
puede padecerla también, por cambio hormonal, durante el primer
trimestre de embarazo.
El programa del Laboratorio de Retroalimentación
Biológica consiste en una entrevista inicial con el candidato
y, posteriormente, en una evaluación clínica en la que
se observan los diferentes movimientos de los grupos musculares faciales
para determinar el grado de asimetría, en reposo y en movimiento,
y la presencia y grado de las secuelas (la más prominente es
la sincinesia, consistente en movimientos involuntarios; se atiende
o se previene también en el laboratorio con un programa especial).
La rehabilitación con retroalimentación
biológica no se basa en la aplicación de impulsos eléctricos
en zonas afectadas, sino en el conocimiento, con ayuda de la computadora,
de lo que pasa en el músculo dañado y en un proceso
que busca, a partir de la comparación con el músculo
sano, que aquél regrese a su anterior estado por el reaprendizaje
del control muscular.
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