Boletín UNAM-DGCS-682
Ciudad Universitaria
11:00 hrs. 14 de noviembre de 2010

Juventino García Alejandre


EL PREMIO NACIONAL DE QUÍMICA 2010 ANDRÉS MANUEL DEL RÍO FUE OTORGADO A JUVENTINO GARCÍA ALEJANDRE

• Por más de 23 años, ha formado a varias generaciones en el área de química organometálica, catálisis homogénea y nanoquímica
• Este galardón reconoce el trabajo docente y de investigación que ha desarrollado, así como la cantidad de artículos publicados en revistas de especialidad y las múltiples citas que ha recibido de sus colegas

“Es importante desarrollar tecnología que contamine en menor cantidad y permita recuperar lo ya contaminado; en el laboratorio se estudia en qué condiciones se puede usar el dióxido de carbono, que se aplica para preparar materiales o reacciones de utilidad”, enfatizó Juventino García Alejandre, investigador de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM.

García Alejandre recibió el Premio Nacional de Química 2010 Andrés Manuel del Río, que otorga la Sociedad Química de México AC, en el área Académica de Docencia.

“Es un reconocimiento al trabajo docente y de indagación que he desarrollado en química inorgánica, tanto en la docencia teórica como en la práctica. Además, gran cantidad de artículos de investigación son publicados en revistas de especialidad y varios colegas han citado dichos trabajos”, abundó.
El galardón, instituido en 1964, reconoce la labor de quienes han contribuido a elevar la calidad y prestigio de la profesión, y consiste en una medalla con la efigie de Andrés Manuel del Río y un diploma, entregados en el marco del cuadragésimo quinto Congreso Mexicano de Química.
El especialista en química organometálica y catálisis homogénea, ha impartido clases en la FQ por más de 23 años, y desarrolla su trabajo con el uso de compuestos organometálicos para la activación de moléculas de interés en la industria (petrolera, textil y farmacéutica), lo que habitualmente implica la activación de enlaces fuertes.

Asimismo, estudia la aplicación de compuestos organometálicos en síntesis orgánica y en la formación de nuevos materiales nanoestructurados, y enfoca su investigación a la implementación de sistemas catalíticos en un medio homogéneo y supercrítico, para la eliminación de contaminantes atmosféricos.

Hace 20 años, por primera vez a nivel nacional, impartió la clase de química organometálica en esa entidad universitaria, así como las prácticas de laboratorio y los protocolos; “entonces el plan de estudios estableció la impartición obligatoria de la materia a nivel licenciatura”, recordó.

“Esta área es fundamental porque permite ejecutar aplicaciones sintéticas que no se podrían hacer por la vía tradicional de la química orgánica, pues ofrece una metodología sumamente poderosa, y si no preparamos profesionales en este campo, estamos perdidos. Además, en los últimos ocho años tres investigadores han recibido el Premio Nobel por sus contribuciones en este ámbito”, añadió.

En cuanto a sus líneas de investigación –química organometálica, catálisis homogénea y nanoquímica–, explicó que los compuestos orgánicos son típicamente a base de carbono, nitrógeno, azufre u oxígeno, y los inorgánicos son los metales o sus óxidos; por lo tanto, estudia la fase intermedia entre ambos.

“Utilizo las propiedades de un metal para hacer transformaciones químicas u orgánicas, aplico metales para hacer nuevos fármacos, pero también esos metales pueden activar moléculas poco reactivas y contaminantes”, acotó.

Hoy en día, la industria química utiliza por lo menos el 50 por ciento de los procesos catalíticos, porque generan reacciones químicas en condiciones más suaves, lo que conlleva beneficios porque se gasta menos energía; térmicamente se contamina menos, y se reduce la generación de desechos.

Aunque el premio le fue otorgado en el área de Docencia, destacó que hoy en día también realiza investigación en la Facultad. Cuenta con una amplia cantidad de artículos publicados en revistas de especialidad con buenos factores de impacto revisados por pares y, además, especialistas han citado sus trabajos.

“Implica un reconocimiento a la labor docente y de investigación que he realizado a lo largo de mi trayectoria profesional; ejercer ambas labores me satisface, es retroalimentación y una sinergia docencia-investigación. Por ello, mi objetivo es continuar realizando trabajo de calidad”, concluyó Juventino García.

 

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Fotos

Juventino García Alejandre, investigador de la Facultad de Química de la UNAM.