Boletín UNAM-DGCS-678
Ciudad Universitaria
11:00 hrs. 13 de noviembre de 2010

Elba Cruz y Cruz


EL DERECHO PENAL ARRUINA LA VIDA DE LOS MENORES INFRACTORES, EN VEZ DE REFORMARLA

• Elba Cruz y Cruz, egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM, propuso reformas para evitar que las leyes traten a niños y adolescentes como si fueran “adultos pequeños”
• La universitaria presentó el libro
Los menores de edad infractores de la ley penal, trabajo doctoral que le valió calificación de sobresaliente y la cum laude por parte de la Universidad Complutense de Madrid

“Los menores de edad que infringen la ley son víctimas de la sociedad. Hemos destruido su vida en lugar de forjarla, además de tratarlos como adultos pequeños”, aseguró Elba Cruz y Cruz, egresada de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, quien añadió: “No hay una legislación hecha para ellos, sólo se les castiga con penas más chiquitas que a los adultos”.

Para el filósofo y escritor suizo, Jean-Jacques Rousseau, el niño es un ser sustancialmente diferente al adulto, sujeto a sus propias leyes y evolución. No es una animal ni un hombre, es un infante, subrayó la autora del libro Los menores de edad infractores de la ley penal.

La primera mujer en obtener la cum laude por parte de la Universidad Complutense de Madrid, aclaró que no cree en la readaptación social de los adultos, pero sí en la capacidad de los menores para reinsertarse en la comunidad. Es complicado que las personas mayores cambien o modifiquen su comportamiento, “es una característica del ser humano”.
Según estadísticas, en 2007, el 20 por ciento de los menores infractores reincidió, y en los adultos, la cifra fue de un 50 por ciento, agregó.

La conducta delictiva, dijo, no debe ser vista como un hecho aislado, sino como una consecuencia generada por causas y motivos que llevaron al menor a traspasar la legalidad.

A los 18 años, aún no es capaz de entender y querer con plenitud todo lo que decide hacer; ante la situación, propuso ampliar el límite de edad penal hasta los 21 y, con ello, la oportunidad para reivindicarse y evitar su ingreso a los centros penitenciarios de adultos.

Cruz y Cruz explicó que la edad es un factor importante, pero no determina la peligrosidad del menor. Los factores que inciden son la marginación, el aprendizaje y la educación. “Esto debe ser tratado en un ámbito multidisciplinario”.

Programas de educación preventiva enfocados en función de los factores de riesgo en las familias, como la violencia cotidiana, marginación, periodos largos de separación o desinterés de los padres hacia los hijos, podrían ayudar, apuntó la doctora en Derecho, con mención honorífica de la FD.

Es deber de los gobiernos atender y dar prioridad a este tema para diseñar una respuesta jurídica adecuada al problema de los menores delincuentes. También, sugirió, se debe castigar con prisión, de seis meses a dos años, a los padres, tutores o guardadores que sean culpables del abandono de sus hijos, o de menores de 21 años a su cargo.

“Se entenderá por abandono el descuido que los induzca a actos perjudiciales para su salud física o mental, y su asistencia frecuente a sitios inmorales, con ladrones o gente viciosa”, argumentó.

“La pena aumentará a cinco años de prisión si se prueba que por ese abandono el menor comete un delito sancionable por las leyes penales, porque es su responsabilidad velar por la conducta del menor hasta que cumplan la edad penal. Sin embargo, no habrá responsabilidad si los padres dieron aviso oportuno al registro antes mencionado”.

Todo en la vida, alguna vez, ha sido una utopía

Los menores de edad infractores de la ley penal, de editorial Porrúa, es fruto de ocho años de investigación de la especialista tras cursar el doctorado en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. El trabajo obtuvo la calificación de sobresaliente y la cum laude (mención honorífica) por unanimidad, convirtiéndose en la primera mujer mexicana en recibir este reconocimiento de la institución europea.

Su libro fue presentado en la FD por el abogado General, Luis Raúl González Pérez, y el director de la misma, Ruperto Patiño Manffer.

“Al realizar la lectura de mi tesis doctoral –examen de titulación— me decían que mi propuesta era muy utópica. No obstante, un sínodo destacó que muchas cosas valiosas han iniciado a partir de una utopía, y así lo creo”, dijo.

“Cuando inicié este trabajo, José Cueli, primer director de la Facultad de Psicología (FP), me dijo: `para qué te metes en ese tema, eso no tiene solución, es un mal de la sociedad´; pero estoy segura que esto puede marcar una diferencia”, consideró.

Aunque en ocasiones se cuestionó por qué insistir en ese doctorado, si ya contaba con ese grado en México, la especialista sabía que era un pendiente que se propuso terminar. “Me interesa seguir superándome; para mí, representa una llave que contribuirá a combatir la delincuencia”, agregó.

Mujer, mamá de siete y abogada…

Ser madre y ama de casa es un trabajo difícil y poco valorado, pero Raúl, Clarita, Mariana, Susana, Mariano, Elba María y Camilo, que van de los 24 a dos años, son una gran inspiración.
“Al verlos a los siete juntos me digo, son muchos, pero gracias a ellos, a mi esposo, amigos y apoyo, y al entusiasmo que tengo por el derecho, estoy satisfecha con lo alcanzado”.

La también autora de los libros Introducción al Derecho Penal y Teoría de la Ley Penal y el Delito, continua en la investigación, en especial, elabora una iniciativa de ley a favor de los menores. “Ellos merecen una legislación que abarque todos los ámbitos del derecho, particularmente el civil y educativo, aún por encima del punitivo".

“Trataré de motivarla para que sea aprobada con fundamentos, pues ya no sólo soy Elba Cruz, la mujer, sino la abogada, maestra y doctora que defiende, con fundamentos, sus ideales”, concluyó.

 

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Fotos

Elba Cruz y Cruz, egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM.