• Elba Cruz y Cruz, egresada
de la Facultad de Derecho de la UNAM, propuso reformas para evitar
que las leyes traten a niños y adolescentes como si fueran
“adultos pequeños”
• La universitaria presentó el libro Los menores
de edad infractores de la ley penal, trabajo doctoral que le
valió calificación de sobresaliente y la cum
laude por parte de la Universidad Complutense de Madrid
“Los menores de edad que infringen
la ley son víctimas de la sociedad. Hemos destruido su vida
en lugar de forjarla, además de tratarlos como adultos pequeños”,
aseguró Elba Cruz y Cruz, egresada de la Facultad de Derecho
(FD) de la UNAM, quien añadió: “No hay una legislación
hecha para ellos, sólo se les castiga con penas más
chiquitas que a los adultos”.
Para el filósofo y escritor suizo,
Jean-Jacques Rousseau, el niño es un ser sustancialmente diferente
al adulto, sujeto a sus propias leyes y evolución. No es una
animal ni un hombre, es un infante, subrayó la autora del libro
Los menores de edad infractores de la ley penal.
La primera mujer en obtener la cum laude
por parte de la Universidad Complutense de Madrid, aclaró que
no cree en la readaptación social de los adultos, pero sí
en la capacidad de los menores para reinsertarse en la comunidad.
Es complicado que las personas mayores cambien o modifiquen su comportamiento,
“es una característica del ser humano”.
Según estadísticas, en 2007, el 20 por ciento de los
menores infractores reincidió, y en los adultos, la cifra fue
de un 50 por ciento, agregó.
La conducta delictiva, dijo, no debe ser
vista como un hecho aislado, sino como una consecuencia generada por
causas y motivos que llevaron al menor a traspasar la legalidad.
A los 18 años, aún no es capaz
de entender y querer con plenitud todo lo que decide hacer; ante la
situación, propuso ampliar el límite de edad penal hasta
los 21 y, con ello, la oportunidad para reivindicarse y evitar su
ingreso a los centros penitenciarios de adultos.
Cruz y Cruz explicó que la edad es
un factor importante, pero no determina la peligrosidad del menor.
Los factores que inciden son la marginación, el aprendizaje
y la educación. “Esto debe ser tratado en un ámbito
multidisciplinario”.
Programas de educación preventiva
enfocados en función de los factores de riesgo en las familias,
como la violencia cotidiana, marginación, periodos largos de
separación o desinterés de los padres hacia los hijos,
podrían ayudar, apuntó la doctora en Derecho, con mención
honorífica de la FD.
Es deber de los gobiernos atender y dar prioridad
a este tema para diseñar una respuesta jurídica adecuada
al problema de los menores delincuentes. También, sugirió,
se debe castigar con prisión, de seis meses a dos años,
a los padres, tutores o guardadores que sean culpables del abandono
de sus hijos, o de menores de 21 años a su cargo.
“Se entenderá por abandono el
descuido que los induzca a actos perjudiciales para su salud física
o mental, y su asistencia frecuente a sitios inmorales, con ladrones
o gente viciosa”, argumentó.
“La pena aumentará a cinco años
de prisión si se prueba que por ese abandono el menor comete
un delito sancionable por las leyes penales, porque es su responsabilidad
velar por la conducta del menor hasta que cumplan la edad penal. Sin
embargo, no habrá responsabilidad si los padres dieron aviso
oportuno al registro antes mencionado”.
Todo en la vida, alguna vez, ha sido una
utopía
Los menores de edad infractores de la
ley penal, de editorial Porrúa, es fruto de ocho años
de investigación de la especialista tras cursar el doctorado
en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. El trabajo obtuvo
la calificación de sobresaliente y la cum laude (mención
honorífica) por unanimidad, convirtiéndose en la primera
mujer mexicana en recibir este reconocimiento de la institución
europea.
Su libro fue presentado en la FD por el abogado
General, Luis Raúl González Pérez, y el director
de la misma, Ruperto Patiño Manffer.
“Al realizar la lectura de mi tesis
doctoral –examen de titulación— me decían
que mi propuesta era muy utópica. No obstante, un sínodo
destacó que muchas cosas valiosas han iniciado a partir de
una utopía, y así lo creo”, dijo.
“Cuando inicié este trabajo,
José Cueli, primer director de la Facultad de Psicología
(FP), me dijo: `para qué te metes en ese tema, eso no tiene
solución, es un mal de la sociedad´; pero estoy segura
que esto puede marcar una diferencia”, consideró.
Aunque en ocasiones se cuestionó por
qué insistir en ese doctorado, si ya contaba con ese grado
en México, la especialista sabía que era un pendiente
que se propuso terminar. “Me interesa seguir superándome;
para mí, representa una llave que contribuirá a combatir
la delincuencia”, agregó.
Mujer, mamá de siete y abogada…
Ser madre y ama de casa es un trabajo difícil
y poco valorado, pero Raúl, Clarita, Mariana, Susana, Mariano,
Elba María y Camilo, que van de los 24 a dos años, son
una gran inspiración.
“Al verlos a los siete juntos me digo, son muchos, pero gracias
a ellos, a mi esposo, amigos y apoyo, y al entusiasmo que tengo por
el derecho, estoy satisfecha con lo alcanzado”.
La también autora de los libros
Introducción al Derecho Penal y Teoría de la Ley Penal
y el Delito, continua en la investigación, en especial,
elabora una iniciativa de ley a favor de los menores. “Ellos
merecen una legislación que abarque todos los ámbitos
del derecho, particularmente el civil y educativo, aún por
encima del punitivo".
“Trataré de motivarla para que
sea aprobada con fundamentos, pues ya no sólo soy Elba Cruz,
la mujer, sino la abogada, maestra y doctora que defiende, con fundamentos,
sus ideales”, concluyó.
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