• La investigadora emérita
del Instituto de Astronomía de la UNAM será galardonada
con el Premio L’ORÉAL-UNESCO para las Mujeres en la
Ciencia
• La astrónoma mexicana es una de las cinco científicas
(una por continente) que recibirá el reconocimiento en marzo
próximo en la sede de la UNESCO, en París
Silvia Torres Castilleja, investigadora emérita
del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, será una
de las cinco científicas del mundo (una por cada continente)
que recibirá en marzo próximo, el Premio L’ORÉAL-UNESCO
para las Mujeres en la Ciencia.
El galardón, que se entrega cada año
en París, en la sede de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
se otorgará a la universitaria por su trabajo sobre la composición
química de las nebulosas planetarias.
“Para mí es una satisfacción
recibir este premio, me siento orgullosa y contenta; este tipo de
reconocimientos siempre se sueñan y ahora está aquí”,
señaló Torres Castilleja, quien además es la
primera mujer mexicana en titularse como astrónoma.
Creado en 1998, el premio es fruto de la
colaboración entre una empresa privada dedicada a la fabricación
de cosméticos, y una organización intergubernamental
que busca suprimir la discriminación de todo tipo y promover
la igualdad entre hombres y mujeres.
El objetivo del galardón es realizar
proyectos comunes para ayudar a las científicas, estimular
el avance de los conocimientos y mejorar el desarrollo del género
femenino a nivel mundial.
Componentes cósmicos
Para investigar la composición química
del Universo, Torres combina estudios teóricos y observacionales;
interesada hace décadas por los componentes que forman las
estrellas, elaboraba modelos matemáticos del interior de las
estrellas en el momento que un fenómeno llamó su atención.
“Había algunas estrellas que
hacían cambios en su superficie, y lanzaban materia hacia fuera,
y ésta no volvía a ellas, se quedaba en el espacio interestelar,
esa zona entre esos cuerpos celestes, pero que no está vacía”,
recordó la licenciada en Física por la UNAM, y doctora
en Astronomía por la Universidad de California.
Rastreaba la composición de esas nubes
gaseosas y se adentró en el estudio de las nebulosas planetarias,
consideradas los más bellos objetos celestes del Universo.
“Formaron parte de estrellas y arrojan material al espacio interestelar.
Esa composición es parte de lo que estudio”, señaló.
Brillantes, espectaculares e integradas por
una nube de gas que en su centro tiene una pequeña estrella,
las nebulosas planetarias se producen en la etapa final de algunos
astros y son muestra de su agonía. Son hermosas y fáciles
de observar, pues emiten mucha luz que los telescopios pueden captar,
añadió.
Están compuestas principalmente de
hidrógeno y helio, aunque también tienen carbono y devuelven
al medio interestelar un gas rico en elementos pesados.
“Estas estructuras son el conjunto
de una estrella muy caliente rodeada por una envolvente en expansión.
Esta combinación, que se da al final de la vida de algunas
estrellas, es el antiguo núcleo de una estrella parecida al
Sol, rodeado de una nube de gas que se aleja lentamente”, concluyó.
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