• El rector José Narro
Robles anunció la donación de sus primeros 10 mil
cartones a esta casa de estudios
• La tarea de Rogelio Naranjo ha sido a favor de la verdad
y la justicia, y lo ha hecho con inteligencia, calidad en su dibujo
y sentido del humor, subrayó
Por sus aportaciones a la cultura nacional,
y porque su obra constituye uno de los patrimonios artísticos
e intelectuales más valiosos del país, la Universidad
Nacional rindió homenaje al caricaturista Rogelio Naranjo.
En el acto, el rector José Narro anunció
que en un gesto de generosidad, el caricaturista decidió donar
a esta casa de estudios sus primeros 10 mil cartones, lo que permitirá
mantener, en conjunto, la obra del artista e intelectual michoacano.
El donativo, explicó Narro Robles,
servirá a la UNAM para estudiar, enseñar, investigar
y divulgar con la exposición de esos cartones. Además,
permitirá mostrar a los jóvenes el valor que tienen
la convicción, la congruencia y la firmeza entre el pensar,
el decir y el hacer.
En el anfiteatro Simón Bolívar,
del Antiguo Colegio de San Ildefonso, añadió que la
tarea de Naranjo ha sido a favor de la verdad y la justicia, y lo
ha hecho con inteligencia, con calidad en sus creaciones, y con un
sentido del humor extraordinario.
Además, prosiguió, con su pluma
ha concretado y sintetizado profundamente en un cuadro, un cartón
o una imagen, muchos de los análisis más críticos
y profundos de las últimas décadas en el país.
Ha mostrado a muchos personajes públicos en una dimensión
distinta a la que normalmente se les proyecta, se les quiere reconocer
o identificar.
El rector aseguró que Naranjo ha retratado
muchas de nuestras realidades con rudeza, pero con exactitud; ha contribuido
con sus cartones a la educación de la colectividad, y ha sido
capaz de combinar la profundidad de la temática seleccionada
con la calidad estética de su dibujo, la ironía de una
mente que es lúcida y autocrítica, y con el compromiso
con la gente y sus necesidades.
Al agradecer el homenaje, Rogelio Naranjo
destacó que desde hace años renunció a la sola
idea de hacer un discurso, porque “no soy una persona que pueda
decir algo inteligente y simpático”.
A su vez, la escritora Elena Poniatowska
consideró que a través de Naranjo, los mexicanos pueden
reconstruir la magnificencia irrisoria de los gobiernos priístas
y de sus presidentes megalómanos, que cavan el abismo del país.
“Seguramente la tarea desacralizadora de la figura presidencial
empezó entre los moneros con Rogelio, pero nadie en los últimos
años ha hecho una labor tan sistemática de etiqueta”.
Por su parte, el periodista Miguel Ángel
Granados Chapa comentó que los lectores de las caricaturas,
dibujos y expresiones de Naranjo, han dicho de variadas maneras que
su arte tiene mucho caso, “está pleno de sentido, de
significación, lo mismo que las causas políticas en
las que ha participado”.
Finalmente, el también caricaturista
Antonio Helguera reconoció que en México hay gran tradición
de caricatura política, y Naranjo es el más connotado,
porque en su trabajo conjuga tres virtudes: calidad artística,
sentido del humor, y precisión política e inquebrantable
sentido crítico.
Al término del homenaje, al que asistieron,
entre otros, Luis Raúl González Pérez, abogado
General de la UNAM; Julio Scherer, Vicente Rojo y caricaturistas como
Eduardo del Río “Rius”, y Rafael Barajas “El
Fisgón”, el rector entregó un diploma y un reconocimiento
a Naranjo. Además, recorrieron una exposición con sus
caricaturas, en el vestíbulo del Anfiteatro.
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