• La científica del Instituto
de Ingeniería de la UNAM es la primera persona de un país
subdesarrollado que gana el máximo premio de la Asociación
Internacional del Agua
• Propone recuperar de las aguas negras nutrientes como nitrógeno
y fósforo, para usarlos en suelos y cultivos
• Ha dedicado 30 años de trabajo y cuatro patentes
al tratamiento y reuso del líquido
Por su innovadora propuesta para aprovechar
de las aguas negras elementos como el nitrógeno y el fósforo
para nutrir suelos y cultivos agrícolas, Blanca Elena Jiménez
Cisneros, del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, obtuvo
el Global Water Award, máximo premio que otorga, cada
dos años, la Asociación Internacional del Agua (IWA,
por sus siglas en inglés).
Es la primera vez que una persona de un país
subdesarrollado recibe el reconocimiento, y en esta edición,
la universitaria lo compartió con David Jenkins, considerado
uno de los pilares de la investigación sobre el recurso en
Estados Unidos.
Ambos recibieron sus galardones de manos
del presidente de la IWA, Glen Daigger, en una ceremonia realizada
hace unos días en Montreal, Canadá.
La propuesta, consideró Jiménez,
representa un cambio de paradigma. “La contaminación
muchas veces se compone de nuevos productos, pero es también
materia prima. En esta época que utilizamos tanta agua y recursos
en el mundo, hay que revisar ese concepto”, consideró.
Hace 30 años, en su retorno a México
tras cursar su doctorado en Francia, la tendencia mundial era retirar
el fósforo del agua.
“Ahora, además de saber que
el fósforo y el nitrógeno se pueden aprovechar en los
cultivos y ayudar a los suelos, tenemos en cuenta que en 30 años
no habrá fósforo en el mundo, así que este estudio
se anticipa a ese escenario y se reaprovecha el elemento que ya ha
sido vertido a las aguas residuales en muchos países”,
explicó.
La IWA, que reúne a 10 mil expertos
de 130 naciones, es la institución más reconocida en
el orbe en el tema. Realiza 54 eventos al año y trabaja con
50 grupos de especialistas. Es el principal brazo técnico del
Consejo Mundial del Agua (WWC, por las siglas de World Water Council),
donde se ubican los profesionales de más alto nivel.
Con el premio, la IWA reconoce en Blanca
Jiménez “la excelencia (demostrada en ciencia, tecnología,
dirección o política), visión, liderazgo, conocimiento,
persistencia, creación de nuevas direcciones y apertura de
nuevos campos en el estudio del agua”.
Reuso empírico
Además de la recuperación de
fósforo y nitrógeno de aguas negras, la IWA consideró
también la visión de la universitaria para integrar
en los estudios científicos mundiales el reuso del líquido
que, de forma empírica, se realiza en territorios subdesarrollados,
como el nuestro.
“México es uno de los países
que más reusan agua. Es el segundo del mundo en área
y el cuarto en volumen, pero lo hace de forma empírica y no
se contabiliza porque es un procedimiento no planeado”, indicó.
La intención de integrar a los estudios
científicos estas actividades radica en depurar los procedimientos
y considerar las ventajas de métodos artesanales, muchas veces
eficientes y de bajo costo.
Al investigar la presencia de nutrientes
en aguas negras, la académica constató la enorme reutilización
en la agricultura. “Esto pasa en México y en otros países
en vías de desarrollo, muchos ubicados en la zona central del
mapa, y en sitios áridos y semiáridos”, comentó.
En su trabajo de campo, se percató
que el reuso no planeado es más importante que el fraguado
en volumen y área. “Esta posibilidad de dejar los nutrientes
en el líquido que se reusa facilita un menor costo de saneamiento,
y permite recuperar los nutrientes”, abundó.
Sólida trayectoria
Blanca Jiménez estudió Ingeniera
Ambiental en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y
cursó maestría, doctorado y posdoctorado en Tratamiento
y Reuso del Agua, en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de
Toulouse, Francia.
Como académica de la UNAM, desde 1987
imparte cátedras de licenciatura relacionadas con el líquido,
la energía y el medio ambiente. En 1982, fundó el posgrado
en Ingeniería Ambiental en el campus Morelos de esta casa de
estudios, y en 1994, creó el grupo “Tratamiento y reuso
del agua”, en el Instituto de Ingeniería, que cuenta
con reconocimiento mundial.
Es coordinadora de la Red del Agua de la
Academia Mexicana de Ciencias (AMC), ha recibido distinciones como
el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009, el Premio Universidad
Nacional 2008, el Premio Nacional al Mérito Ecológico
2006, y compartió el Premio Nobel de la Paz 2007, como científica
del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por
sus siglas en inglés).
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