• No hay continuidad, sino acciones
fragmentadas a todos los niveles, afirmó Irasema Alcántara
Ayala, directora del Instituto de Geografía de la UNAM
• Se publicó el libro Geomorphological Hazards and
Disaster Prevention, editado por la universitaria y Andrew Goudie,
de la Universidad de Oxford, y publicado por Cambrigde University
Press
México es un país reactivo,
donde no hay una política de prevención de desastres,
porque no existe continuidad en los distintos niveles, desde el encargado
de protección civil de una localidad, hasta las más
altas esferas, sino acciones fragmentadas. “No hemos trabajado
en conjunto, con la certeza de compartir información, ni con
una visión preventiva”, consideró Irasema Alcántara
Ayala, directora del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM.
Todos los días surgen noticias de
sucesos de inundaciones o deslizamientos de cerros, y estos hechos,
que antes ocurrían con intervalos de frecuencia mayores, ahora
se observan cada año, añadió.
En ese ámbito aún falta mucho
por hacer, de ahí la importancia del libro Geomorphological
Hazards and Disaster Prevention, editado por la científica
universitaria y Andrew Goudie, profesor y jefe del Departamento de
Geografía de la Universidad de Oxford, y publicado por Cambrigde
University Press. En la obra se muestra que son diferentes los elementos
a considerar para llegar a una política efectiva de prevención.
La geomorfología, explicó,
es una disciplina de las ciencias de la Tierra que, en la mayor parte
del mundo, se deriva de estudios geográficos; analiza el origen
y la dinámica de la superficie terrestre.
Una de sus partes fundamentales en los últimos
años, ha sido el papel que tiene en el entendimiento de procesos
geomorfológicos, vinculados con amenazas o peligros de origen
natural.
Para Oralia Oropeza Orozco, investigadora
del IG, la importancia de esos procesos radica en que están
relacionados con los desastres. La tendencia mundial observada es
que van en aumento por el incremento de la vulnerabilidad de poblaciones
que se sitúan en lugares no aptos, y por el cambio climático.
El libro
Detrás de Geomorphological Hazards
and Disaster Prevention, que surge del trabajo realizado con
la Asociación Internacional de Geomorfólogos, está
la importancia que debe tener esa disciplina en el ámbito de
la prevención de desastres.
Se considera erróneamente que la naturaleza
es culpable de éstos últimos, sin embargo, hay una parte
que es aún más compleja: la vulnerabilidad, o las condiciones
de susceptibilidad de las poblaciones por condiciones sociales, económicas,
políticas y hasta culturales.
Al respecto, Alcántara Ayala, también
presidenta de la Sociedad Mexicana de Geomorfología, indicó
que “cuando se combinan ambos elementos se crean condiciones
de riesgo, y cuando éste se materializa, se habla de desastres”.
En ese sentido, el objetivo del libro es entender las dos partes como
elementos medulares en la prevención.
A su vez, Oropeza informó que el texto
consta de 21 capítulos en los que participaron 29 prominentes
investigadores de universidades, institutos y laboratorios de Europa
Occidental, América del Norte, China y Nueva Zelanda.
Tiene cuatro ejes principales: el estado
del arte de la geomorfología desde la perspectiva de la amenaza
o el peligro; la importancia de esa disciplina respecto al cambio
climático; la aplicación de las tecnologías modernas
(sistemas de información geográfica o de posicionamiento
global, entre otros) en la evaluación y manejo de las amenazas
y riesgos geomorfológicos, y el papel de esa ciencia en el
análisis de la vulnerabilidad, el riesgo, la prevención
de desastres y el desarrollo sustentable.
Además, abundó, el volumen
se organiza en dos partes. En la primera, los autores brindan una
gama de procesos geomorfológicos que representan una amenaza;
la atención se centra en peligros en áreas montañosas:
sísmicos, volcánicos, por movimientos de masa e inundaciones.
También, se abordan los de áreas costeras, erosión
de suelos, desertificación y degradación de tierras.
En la segunda, se especifica el papel de las nuevas tecnologías.
Mediante estudios de caso o carácter
general, se aporta información importante no sólo para
especialistas, sino para los tomadores de decisiones. El texto, disponible
en bibliotecas de la UNAM y de venta en Internet, es de alto nivel,
pero con un lenguaje sencillo y accesible para todos, y es lectura
obligada para los alumnos y profesores de geografía, finalizó
Oropeza.