• Representan otra manera de
producir nanoestructuras a un costo relativamente bajo y en grandes
cantidades
• Son útiles en áreas como agua, energía
y salud, afirmó en la UNAM, Seeram Ramakrishna, vicepresidente
de estrategia de investigación de la Universidad Nacional
de Singapur
Las nanofibras representan otra manera de
producir nanoestructuras a un costo relativamente bajo y en grandes
cantidades, con potenciales aplicaciones en áreas como agua,
energía y salud, explicó en la UNAM, Seeram Ramakrishna,
vicepresidente de Estrategia de Investigación de la Universidad
Nacional de Singapur.
Al hablar de “Desafíos Globales
y Nanofibras”, recordó que cada vez hay mayor demanda
de agua y de energía, así como diversos problemas de
atención a la salud y aspectos de seguridad. A medida que la
población crece, se consumen cantidades más grandes
de recursos, y eso aumentará a medida que los países
se desarrollen, y lo mismo ocurrirá con el consumo de alimentos.
El experto reconocido a escala mundial por
su trabajo precursor en ciencia e ingeniería de nanofibras,
dijo que otro problema clave es cómo proporcionar recursos
si la demanda va en aumento, porque la gente solicita mejor calidad
de vida.
Lograrlo, y hacerlo con menos recursos, sería
una oportunidad de negocios para las naciones, “y en esa dirección
avanzan muchas de las investigaciones en el mundo”, abundó
en el auditorio Mario de la Cueva, de la Torre II de Humanidades.
Como científico, reconoció,
busco inspiración en la naturaleza. Por ejemplo, en las patas
de los insectos se encuentran características nanoestructurales
que les permiten caminar en las paredes.
La nanotecnología en la generación
de fibras orgánicas
En cuanto al cuerpo humano, refirió
que existe una gran cantidad de tejido conjuntivo y fibras de colágena,
que proporcionan la estructura para las células y desempeñan
un papel fundamental en el funcionamiento de las mismas.
La pregunta, continuó el científico,
considerado entre los 50 mejores en el orbe en materiales, es cómo
producir nanofibras en laboratorios a un costo efectivo. Para lograrlo,
“desarrollamos el proceso llamado electrospinning,
que requiere un polímero que será como fibra, se disuelve
y se aplica un alto nivel de voltaje”.
Se trata de una nanotecnología cuyo
campo es la generación de una amplia gama de fibras orgánicas,
inorgánicas y compuestas para diversas aplicaciones; entre
ellas, el tratamiento de aguas residuales. Las nanofibras se pueden
usar para ultrafiltración pues permiten, por ejemplo, separar
el ácido hialurónico del agua.
Al hablar de energía, Ramakrishna
dijo que en las celdas solares convencionales hay cierta pérdida
de electrones (límite verde), por eso su eficiencia es menor.
Se puede producir el mismo material pero en forma de fibra, mandar
los electrones por un túnel con mayor rapidez para disminuir
las distancias y mejorar la eficiencia de la celda, como él
y su equipo lo han hecho.
Para mejorar la vida y la salud, “producimos
guías de nervios con el proceso de electrospinning, que
proporcionan el enlace con las neuronas, especie de tubos de conducción
que las ayudan a crecer. El experto realizó estudios donde
se comprobó el mejoramiento de la situación del nervio
ciático en ratas y la recuperación de las capacidades
sensoriales y para caminar.
Con nanofibras también se pueden regenerar
huesos; se trata de una especie de andamio que simula la estructura
natural de colágeno, donde se añade hidroxiapatita.
Lo mismo ocurre con la piel, donde crean excelentes condiciones para
el crecimiento de las células; este último método
ya se usa en hospitales.
El miembro de la Academia Real de Ingeniería
del Reino Unido añadió que cuando las arterias y vasos
se bloquean pueden producir un infarto al miocardio; entonces, una
parte del corazón muere y es necesario implantar un bypass,
pero la superficie dañada no se recupera. “Con una combinación
de nanofibras y cardiomiocitos, sí sería posible”.
El último proyecto en el que trabaja
es para la reconstrucción de mamas en mujeres con cáncer,
pues hasta ahora, después de extirpar una parte, no hay manera
de devolverle su estructura. “Una opción sería
la utilización de nanofibras, tejido graso y células
para ayudar al proceso”.
El valor de las universidades para las naciones
Por otra parte, en la conferencia El
valor de las universidades para las naciones en un mundo globalizado:
el caso de la Universidad de Singapur, indicó que en un mundo
globalizado, las casas de estudio de Asia han llegado a ocupar un
papel preponderante en la construcción y fortalecimiento de
las capacidades y posibilidades nacionales para nutrir el talento
y generar nuevos conocimientos; además, fungen como catalizadoras
de las economías basadas en el conocimiento.
En este sentido, dijo, sobresalen tres características
que indican esa tendencia; en primer lugar, impulsar el crecimiento
de capital humano y conocimiento, que se pretende alcanzar con la
impartición de excelente enseñanza e investigación;
en segundo, el acoplamiento de éstas dos últimas con
la innovación y, por último, el impacto de la mundialización
de la innovación y la aparición de nuevos sitios de
conocimiento en Asia.
En el auditorio Mario de la Cueva,
en la Torre II de Humanidades, Ramakrishna añadió que
la Universidad Nacional de Singapur fue fundada en 1905, y se caracteriza
por tener los mejores estándares a nivel mundial; cuenta con
14 facultades y escuelas en tres sedes, con diferentes áreas,
así como institutos y centros.
Finalmente, señaló que se trata
de una entidad internacionalizada y global, pues el 50 por ciento
del profesorado es extranjero, así como el 30 por ciento de
los estudiantes de licenciatura; además, 50 por ciento de sus
alumnos salen a estadías en las mejores universidades del mundo.