Boletín UNAM-DGCS-612
Ciudad Universitaria
06:00 hrs. 14 de octubre de 2010

 

 


UNA DEMOCRACIA FUNCIONAL Y OPERATIVA NECESITA UNA CIUDADANÍA ACTUANTE Y PARTICIPATIVA

• Si los individuos sólo votan, sin interesarse en la política, se convierten en ciudadanos disfuncionales en el contexto democrático, expuso Lorenzo Córdova Vianello, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM

• Una democracia robusta contempla la participación de la población entera, señaló Pedro Salazar, secretario académico del IIJ

Si un votante no atiende las cuestiones públicas y deja de dar seguimiento a los órganos representativos, se convierte en un ciudadano disfuncional en el contexto democrático, afirmó Lorenzo Córdova Vianello, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

Al participar en la mesa Participación Ciudadana y Democracia: Elecciones Vecinales, agregó que si éste sólo toma parte en ciertos procesos electorales —que bien podrían derivar en democracias de élites u oligárquicas—, en realidad este individuo es un excluido.

Al hablar del llamado “gobierno del pueblo”, Córdova señaló que la participación ciudadana pasa por la vía electoral. El papel o función primordial del voto emitido por los sujetos es integrar modelos de democracia representativa, con todo y sus órganos. “Sin embargo, no podemos pretender que ésta sea tarea exclusiva de la población”.

Para que una democracia sea funcional, la participación ciudadana debe ir más allá de los procesos de elección.

Si queremos una democracia robusta y que funcione satisfactoriamente, es menester la articulación en paralelo de la participación ciudadana, todo ello al margen de los partidos políticos, señaló Pedro Salazar, secretario académico del IIJ, quien agregó que “la sobreelectoralización de nuestras democracias puede terminar asfixiándolas”.


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Fotos

Lorenzo Córdova señaló que para que una democracia sea funcional, la participación ciudadana debe ir más allá de los procesos electorales.