Boletín UNAM-DGCS-610
Ciudad Universitaria
06:00 hrs. 13 de octubre de 2010

 


DESARROLLAN EN LA UNAM MARCADORES MOLECULARES PARA FRENAR LA DISEMINACIÓN DEL CÁNCER DE MAMA

• En el Instituto de Investigaciones Biomédicas, Alejandro Zentella sigue la actividad de tres moléculas que participan en la propagación de la enfermedad
• Para lograr pronósticos predictivos a futuro, rastrea la ruta bioquímica que transitan las células tumorales de los senos a los pulmones, el hígado y el cerebro
• Se trata de la primera causa de muerte de mujeres en edad laboral en México; ocasiona el fallecimiento de diez pacientes al día

En México, el cáncer de glándula mamaria es la primera causa de muerte entre las mujeres en edad laboral. Cada día, diez mujeres fallecen por esta causa, considerada emergente en el país, afirmó Alejandro Zentella Dehesa, académico del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.

Para detectar este padecimiento antes de que se extienda a órganos vitales como pulmones, hígado o cerebro, el investigador desarrolla una estrategia para identificar marcadores moleculares que puedan utilizarse para detectar una fase previa al inicio de la metástasis o propagación de la enfermedad.

En general, lo que mata a los pacientes no es el tumor primario, a no ser que esté en un lugar muy peculiar, sino las células enfermas que se escapan e ingresan al torrente sanguíneo y linfático e invaden un tejido u órgano vital, en un proceso llamado metástasis del tumor primario”, explicó el biólogo celular y doctor en bioquímica, quien obtuvo el segundo lugar del Premio Nacional de Investigación que otorga la Fundación GlaxoSmithKline y la Fundación Mexicana para la Salud.

Rutas bioquímicas

En la Unidad Periférica “Guillermo Soberón Acevedo”, que el IIBm tiene en el Departamento de Bioquímica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), Zentella y sus colaboradores trabajan, desde el año 2000, en el Instituto de Fisiología Celular en el desarrollo de una estrategia para entender cuáles son los mecanismos bioquímicos que participan en la propagación del mal que aumenta en México ligado al estilo de vida, especialmente en el norte del país y entre las clases socioeconómicas con más alto nivel de vida.

Mientras muchos grupos científicos internacionales estudian el comportamiento y las características bioquímicas, Zentella estudia el cambio bioquímico de las células normales, expuestas a las tumorales. Su estudio busca marcadores en las endoteliales, que cubren el interior de los vasos formando una monocapa.

“Las escogimos de éstos últimos, porque la metástasis requiere que las tumorales salgan del sistema circulatorio, atraviesen esta monocapa de células endoteliales, última barrera protectora que tenemos, e ingresen a los tejidos, donde crece el segundo foco tumoral, al que llamamos crecimiento metastático”, detalló.

Centrados en cómo las células tumorales escapan de los vasos sanguíneos, los investigadores comprobaron con estudios in vitro que éstas utilizan genes y programas utilizados por las normales, pero los expresan de forma aberrante, es decir, fuera de tiempo o de lugar.

“Son las células del sistema inmune que circulan por el cuerpo todo el tiempo, las que emplean estos genes y estos programas para escapar del sistema circulatorio. Cuando hay una infección identifican dónde se ubican, se fijan a las paredes del endotelio y las atraviesan para ingresar al tejido donde la infección se registra”, señaló.

Tras moléculas de adhesión

Zentella y sus colaboradores identificaron tres moléculas de adhesión que sirven como elementos para que las células tumorales se fijen a la membrana endotelial. Se trata de la Selectina E, la ICAM-1 y la VCAM-1.

Durante diez años, los especialistas universitarios han estudiado estas últimas al detalle, para conocer cómo se controla su expresión en el endotelio y qué se necesita para que se expresen, cuando el estímulo para su activación proviene de células tumorales y no de una reacción inflamatoria.

Encontraron que una variante de VCAM-1 que solamente se expresa con señales muy específicas del cáncer mamario, y por ello las aprobaron como marcadores moleculares, pues al seguir “su pista” pueden saber que la metástasis está en marcha.

Inician pruebas con ratonas

Después de entender la reacción entre las moléculas al estar en contacto con las tumorales, Zentella y sus colaboradores están por iniciar las pruebas in vivo con un modelo experimental en ratonas con cáncer mamario.

“Aún estamos lejos de poder probar estos marcadores moleculares con pacientes humanas, pero me sentiré satisfecho cuando una futura aplicación de este método predictivo pueda ayudar salvar la vida de una mujer en México”, finalizó Zentella.

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Fotos

Alejandro Zentella Dehesa, académico del Instituto de Investigaciones Biomédicas