En México, el cáncer
de glándula mamaria es la primera causa de muerte entre
las mujeres en edad laboral. Cada día, diez mujeres
fallecen por esta causa, considerada emergente en el país,
afirmó Alejandro Zentella Dehesa, académico
del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm)
de la UNAM.
Para detectar este padecimiento antes de que se
extienda a órganos vitales como pulmones, hígado
o cerebro, el investigador desarrolla una estrategia para
identificar marcadores moleculares que puedan utilizarse
para detectar una fase previa al inicio de la metástasis
o propagación de la enfermedad.
En general, lo que mata a los pacientes no es
el tumor primario, a no ser que esté en un lugar
muy peculiar, sino las células enfermas que se escapan
e ingresan al torrente sanguíneo y linfático
e invaden un tejido u órgano vital, en un proceso
llamado metástasis del tumor primario”, explicó
el biólogo celular y doctor en bioquímica,
quien obtuvo el segundo lugar del Premio Nacional de Investigación
que otorga la Fundación GlaxoSmithKline y la Fundación
Mexicana para la Salud.
Rutas bioquímicas
En la Unidad Periférica “Guillermo
Soberón Acevedo”, que el IIBm tiene en el Departamento
de Bioquímica del Instituto Nacional de Ciencias
Médicas y Nutrición Salvador Zubirán
(INCMNSZ), Zentella y sus colaboradores trabajan, desde
el año 2000, en el Instituto de Fisiología
Celular en el desarrollo de una estrategia para entender
cuáles son los mecanismos bioquímicos que
participan en la propagación del mal que aumenta
en México ligado al estilo de vida, especialmente
en el norte del país y entre las clases socioeconómicas
con más alto nivel de vida.
Mientras muchos grupos científicos internacionales
estudian el comportamiento y las características
bioquímicas, Zentella estudia el cambio bioquímico
de las células normales, expuestas a las tumorales.
Su estudio busca marcadores en las endoteliales, que cubren
el interior de los vasos formando una monocapa.
“Las escogimos de éstos últimos, porque
la metástasis requiere que las tumorales salgan del
sistema circulatorio, atraviesen esta monocapa de células
endoteliales, última barrera protectora que tenemos,
e ingresen a los tejidos, donde crece el segundo foco tumoral,
al que llamamos crecimiento metastático”, detalló.
Centrados en cómo las células tumorales
escapan de los vasos sanguíneos, los investigadores
comprobaron con estudios in vitro que éstas
utilizan genes y programas utilizados por las normales,
pero los expresan de forma aberrante, es decir, fuera de
tiempo o de lugar.
“Son las células del sistema inmune
que circulan por el cuerpo todo el tiempo, las que emplean
estos genes y estos programas para escapar del sistema circulatorio.
Cuando hay una infección identifican dónde
se ubican, se fijan a las paredes del endotelio y las atraviesan
para ingresar al tejido donde la infección se registra”,
señaló.
Tras moléculas de adhesión
Zentella y sus colaboradores identificaron tres
moléculas de adhesión que sirven como elementos
para que las células tumorales se fijen a la membrana
endotelial. Se trata de la Selectina E, la ICAM-1 y la VCAM-1.
Durante diez años, los especialistas universitarios
han estudiado estas últimas al detalle, para conocer
cómo se controla su expresión en el endotelio
y qué se necesita para que se expresen, cuando el
estímulo para su activación proviene de células
tumorales y no de una reacción inflamatoria.
Encontraron que una variante de VCAM-1 que solamente
se expresa con señales muy específicas del
cáncer mamario, y por ello las aprobaron como marcadores
moleculares, pues al seguir “su pista” pueden
saber que la metástasis está en marcha.
Inician pruebas con ratonas
Después de entender la reacción entre
las moléculas al estar en contacto con las tumorales,
Zentella y sus colaboradores están por iniciar las
pruebas in vivo con un modelo experimental en ratonas
con cáncer mamario.
“Aún estamos lejos de poder probar
estos marcadores moleculares con pacientes humanas, pero
me sentiré satisfecho cuando una futura aplicación
de este método predictivo pueda ayudar salvar la
vida de una mujer en México”, finalizó
Zentella.