Eduardo Loría, coordinador
del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos
(CEMPE) de la Facultad de Economía (FE), advirtió
que la recuperación económica fue muy rápida,
frágil y pronto se agotó. Sin embargo, dijo,
el grupo más golpeado por la desocupación que
generó esta crisis, fue el de los jóvenes de
20 a 29 años, y le sigue el de 30 a 39 años.
“Este sector es más propenso a estar sin trabajo
y es una tendencia mundial”.
En la tercera reunión trimestral del CEMPE,
el académico precisó que la estabilidad registrada
en el tipo de cambio “es dictada por la decisión
de mantener un equilibrio en el mercado de divisas y el
sector real”.
Al respecto, Leonardo Lomelí Vanegas, director
de la FE, mencionó que sería contraproducente
perseverar en medidas que inhiben el crecimiento, pero la
reducción del gasto público y el subejercicio
del mismo apuntan en esa dirección.
La dependencia del ciclo económico de EU,
que puede experimentar una fase lenta en los próximos
años; la debilidad fiscal del Estado mexicano, que
puede mantener a la baja la capacidad de gasto y una previsible
contracción del crédito al sector productivo
privado, son factores que, de no modificarse, limitan la
capacidad del desarrollo económico, advirtió.
En el aula Octaviano Campos de la propia
entidad universitaria, aclaró que se registran cambios
importantes en el mercado laboral; desde 2008, la tasa de
desocupación de las mujeres es menor que los porcentajes
registrados en el rubro de los hombres. No obstante, admitió,
“se encuentran en condiciones de mayor precariedad”.
Para este año, anticipó el académico,
el crecimiento económico podría ubicarse entre
4.8 y 5.1 por ciento, aunque todavía no se conoce
el impacto que causarán a la actividad económica
los desastres naturales registrados en Veracruz y Tabasco.
En el 2011, agregó, se anticipa una reducción
importante del crecimiento, y hacia 2012, habrá una
posible recuperación, porque es un año político
y el gasto público tiende a flexibilizarse.
Por su parte, Ignacio Perrotini Hernández,
académico de la FE, sostuvo que la recuperación
de la economía de Estados Unidos está vinculada
al “porvenir” del dólar; tiene que ver
con la decisión que tomen las autoridades monetarias
de ese país.
Si deciden mantener la fortaleza de su moneda,
explicó, habrá recesión económica
porque no aumentará la oferta de dólares al
ritmo que crece la demanda internacional. Si la Reserva
Federal decide lo contrario, es decir, aumentar la oferta
al ritmo de la demanda, la moneda se depreciará y
se abandonará la meta de inflación.
En su opinión, el gobierno de EU no renunciará
a manipular la oferta monetaria para alentar el crecimiento;
entonces, podría haber inflación y la economía
crecería más.
Si el dólar continúa devaluándose,
como parece que va a ocurrir, son malas noticias para la
balanza de pagos de México y para el sector exportador,
motor del desarrollo de la economía nacional.