El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación
para 2011, enviado por el Ejecutivo al Congreso de la Unión,
es procíclico, restrictivo, recesivo, austero, y representa
una política económica continuista, aseguraron académicas
del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la
UNAM.
En rueda de medios, Verónica Villarespe Reyes, directora
del IIEc, comentó que el proyecto está muy alejado
de propuestas que permitan estimular la recuperación económica,
y no propone alguna acción de envergadura que retome, como
eje fundamental, el fortalecimiento del mercado interno.
En tanto, Genoveva Roldán Dávila, del mismo
instituto, dijo que se trata de un presupuesto recesivo y austero,
que plantea una perspectiva de estancamiento y de no crecimiento
que se contrapone con la parte del gasto corriente.
De acuerdo con el proyecto, advirtió, el gasto corriente
representa el 76.6 por ciento del gasto total previsto para 2011.
Es decir, son recursos que no generan crecimiento, destinados a
sueldos, contrataciones e infraestructura de apoyo al Poder Ejecutivo.
El crecimiento se plantea fundamentalmente para las secretarías
de Gobernación (78 por ciento), de la Defensa Nacional (10
por ciento) y de Marina (5.9), lo que revela la prioridad del gobierno
en materia de gasto corriente.
Por su parte, Sarahí Ángeles alertó
sobre la necesidad de cambiar el rumbo de nuestra economía,
pues las finanzas nacionales continúan dependiendo del sector
energético. De hecho, la propuesta de Ley de Ingresos no
sólo mantiene una política fiscal petrolizada, sino
que la aumenta. Para 2011, los ingresos petroleros se estiman en
993 mil 253 millones de pesos, 19 mil 226 millones de pesos más
que el año pasado.
Esos recursos, abundó, incrementarán y nutrirán
las finanzas públicas con una política de aumentos
a gasolina, petrolíferos, electricidad y gas.
Josefina Morales Ramírez indicó que México
no debe temer al déficit ni al endeudamiento, si “se
manejan de manera responsable, se usan productivamente y no para
el gasto corriente o el pago de la deuda”.
“El problema es que el gobierno continúa con
su endeudamiento para reestructurar y pagar deuda, no para impulsar
proyectos productivos”, especificó.
Por ello, prosiguió, es fundamental impulsar una
reforma fiscal, acompañada de una reestructuración
en la vigilancia de los recursos públicos, porque México
es un país con altos niveles de corrupción, apuntó.
Asimismo, propuso impulsar el llamado impuesto “Tobin”
al sector financiero especulativo, y lograr una recaudación
eficiente, porque “la ineficiencia del sistema recaudatorio
es muy grande”. Este gravamen se aplica en Chile.
—o0o—