La fuga de cerebros en México es un problema grave
para la academia y la economía del país, advirtió
Camelia Tigau, integrante del Centro de Investigaciones sobre América
del Norte (CISAN) de la UNAM, quien explicó que este fenómeno
se manifiesta a nivel mundial.
Al participar en el Coloquio Internacional Cooperación
Científica, Tecnológica y Ambiental en América
del Norte y Europa, destacó que en la migración
de profesionistas participan dos actores: los países de origen,
generalmente economías en proceso de crecimiento, y las naciones
destino, que por lo regular son desarrolladas.
Entre los principales problemas del porqué los “cerebros”
se fugan de México, precisó la académica, se
encuentran: violencia, narcotráfico y secuestro, pobreza,
sueldos bajos, falta de políticas fiscales y apoyo a la investigación,
desempleo, desigualad, carencia del sistema de seguridad social
y discriminación laboral por edad, entre otros.
La experta en diplomacia científica y modelización
sistémica resaltó que debe propiciarse la expatriación
de individuos que terminan sus estudios en el extranjero, a fin
de organizar a la comunidad de migrantes altamente calificados.
Las razones por las que los profesionistas mexicanos se
van o permanecen en el exterior, dependen de los grupos de edad
y del tiempo que han radicado en el extranjero. “Los migrantes
que se fueron de su lugar de origen durante los últimos cinco
años, planearon sistemáticamente, con familiares y
grupos, la salida de su patria por la inseguridad y la violencia”,
subrayó.
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