A 186 años de la promulgación de la primera
Carta Magna en nuestro país (1824), el rector de la UNAM,
José Narro Robles, llamó a rescatar valores fundamentales
como libertad, democracia y apego a la legalidad, presentes en el
espíritu de las deliberaciones del Congreso Constituyente
que parió aquella Constitución.
En la presentación del Recinto Legislativo 1824,
Museo de las Constituciones, y firma de un convenio para su desarrollo,
consideró que éste tiene que ser un sitio de enseñanza,
lúdico, que se transforme en un lugar de defensa de valores
esenciales de la República.
Por ello, se comprometió a resguardar e incrementar,
de manera sistemática, el patrimonio de la vida constitucional
y transformar este espacio para la enseñanza de esos valores.
El museo es un proyecto encabezado por esta casa de estudios,
que articula los esfuerzos de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación (SCJN), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación (TEPJF), el Senado de la República y
el gobierno del Distrito Federal.
En el ex templo de San Pedro y San Pablo, sede del primer
Congreso Constituyente de México, y donde ahora estará
el Museo, Narro Robles destacó que la UNAM ha dado cuenta
de los logros alcanzados en sus primeros 100 años con carácter
nacional, “ahora nos toca ver hacia delante y continuar con
la contribución al desarrollo de la sociedad”.
Asimismo, informó que los trabajos comenzarán
a la brevedad y, de forma paralela, se desarrollará el concepto
museográfico, previa consulta de académicos, constitucionalistas,
historiadores, expertos en comunicación, en ciencia política
y ciencias sociales. El recinto estará concluido en el segundo
semestre de 2011, dijo.
Para el presidente de la SCJN, Guillermo Ortiz Mayagoitia,
la Carta Magna es un texto de cuyo cumplimiento depende la legitimidad
del Estado mexicano. Nace como un pacto que limita al poder, por
eso las grandes constituciones que la humanidad ha conocido surgen
en un contexto en el que una clase social fue capaz de imponer límites,
frenos y contrapesos a un poder omnipotente.
A su vez, María del Carmen Alanís Figueroa,
presidenta del TEPJF, subrayó que, al rescatar este espacio,
las instituciones participantes en el proyecto generan un auténtico
renacimiento de las ideas e instituciones, resultado de esa revolución
legislativa que fue la Constitución de 1824.
En tanto, Alonso Lujambio Irazábal, secretario de
Educación Pública, refirió que, pese a los
excesos y carencias, la Carta Magna del 24 es fundamental en la
historia del país, porque creó nuestro propio federalismo.
Por último, el senador Melquíades Morales
Flores, presidente de la Comisión Especial encargada de los
festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la
Revolución Mexicana de la cámara alta, pidió
ir con el mismo valor e inteligencia de los constituyentes de 1824
a enfrentar los retos que hoy se presentan, y lograr lo que soñaron:
una patria grande, libre de ataduras y con menos desigualdades.
Asistieron, entre otros, el ex rector Jorge Carpizo MacGregor;
Francisco Arroyo Vieyra, vicepresidente del Senado de la República,
y Alejandra Moreno Toscano, Autoridad del Centro Histórico
y representante del jefe de gobierno del Distrito Federal.
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