Boletín UNAM-DGCS-582
Ciudad Universitaria.
14:30 hrs. 30 de septiembre de 2010

Sandra Dema Moreno


EN UNA RELACIÓN, LA MUJER NO ES AUTÓNOMA AUNQUE OBTENGA INGRESOS PROPIOS

 

• Las parejas de doble ingreso no son realmente homogéneas ni automáticamente igualitarias, consideró en la UNAM, Sandra Dema Moreno, de la Universidad de Oviedo, España

Las parejas con doble ingreso no son realmente homogéneas ni automáticamente igualitarias; el hecho de tener un trabajo remunerado, una vida profesional diferenciada y la obtención de sus propios ingresos, no siempre propicia la autonomía para las mujeres, afirmó en la UNAM, Sandra Dema Moreno, de la Universidad de Oviedo, España.

El dinero no deriva en una mejor posición de ellas en el hogar, lo que significa que existe una relación de poder y de desigualdad, acotó en el auditorio del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de esta casa de estudios.

La académica enumeró tres tipos de pareja: la primera, en la que el poder está legitimado por la tradicional socialización de género; él es proveedor y ella ama de casa, pero ambos cuentan con un trabajo remunerado y ganan lo mismo.

Una más, es aquella con un ideal igualitario, donde se manifiesta el interés por establecer relaciones de igualdad, pero al interior se dan los tratos de poder. “Son parejas que teóricamente deberían ser equivalentes, pero en la práctica no lo logran porque encuentran numerosos obstáculos a lo largo del desarrollo de su vida habitual”, precisó.

La tercera es la que trata de establecer una relación equitativa. En este modelo, ambas partes hacen lo posible por tener una relación más equilibrada, sobre todo en el tema económico; empero, aparecen diversos impedimentos que estropean el funcionamiento cotidiano y, por ende, la consecución de la igualdad, sostuvo en la conferencia Relaciones de poder en parejas de doble ingreso.

En este tipo de relaciones ambos son coproveedores, es decir, ya no hay un proveedor principal y una abastecedora secundaria, sino que ambos consiguen el mismo rango y nivel en la relación, acotó.

Acompañada de Mercedes Pedrero Nieto, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), Dema Moreno expuso que las mujeres que ganan menos que su marido suelen asumir un papel subordinado en la toma de decisiones, y si tienen un ingreso mayor, tratan de evitar que se sepa públicamente.

En el modelo tradicional, agregó, ambos adoptan decisiones en ámbitos diferenciados, gestionan y asumen diferentes responsabilidades con diferente valor; ellas se encargan del ámbito doméstico y los varones de las grandes decisiones.

Finalmente, enfatizó que existe un ideal favorable de equidad, pero con fuertes tensiones que impiden que se consoliden las relaciones en igualdad de circunstancias.

 


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Fotos

Sandra Dema Moreno, de la Universidad de Oviedo, España, en el CEIICH de la UNAM.