Las alergias afectan predominantemente a la población
infantil, y si no son tratadas de manera adecuada pueden afectar
la calidad de vida del paciente y, en casos como el asma, ser causa
de muerte, a cualquier edad, advirtió Jorge R. López
López, profesor de Inmunología de la Facultad de Medicina
de la UNAM.
Actualmente, la rinitis es la que afecta en mayor medida
a las personas, involucra la mucosa nasal y provoca síntomas
como escurrimiento o congestión nasal, y crisis de estornudos,
que van de cinco a 20 a lo largo del día, en la mañana
o noche, y comezón en nariz, ojos, oídos, paladar
o faringe, refirió.
En el país, destacó, no hay estadísticas
muy establecidas sobre esos padecimientos, pero en el Hospital General
de México constituyen la primera causa de consulta en el
servicio de Alergia e Inmunología Clínica, con cerca
de 20 mil personas al año.
Afectan, en mayor medida, a personas jóvenes, y
en lo referente al sexo, en los servicios de pediatría se
registra predominio en varones, indicó el también
integrante del Colegio Mexicano de Inmunología Clínica
y Alergia.
No obstante, prosiguió, en consulta para adultos
se observa que en mayor medida aquejan a las mujeres; la razón
puede ser que ellas consultan más que los hombres en una
proporción de casi dos a uno.
El académico explicó que las alergias son
una respuesta inmunológica exagerada en una o varias regiones
del cuerpo ante elementos que se encuentran en el ambiente, alimentos
o medicamentos, y sólo se constituyen en elementos dañinos
para el individuo que tiene una predisposición genética.
Pueden ser localizadas en nariz, bronquios, piel, conjuntivas,
tubo digestivo, o generalizadas, y afectar todo en conjunto. Hay
pacientes que presentan una combinación de signos de rinitis,
sinusitis, conjuntivitis, dermatitis atópica y asma, ejemplificó.
El factor atópico consiste en la predisposición
hereditaria a desarrollarlas. “A veces consideramos la atopía
sólo por el antecedente de un familiar directo, que ha tenido
manifestaciones semejantes, pero estamos seguros que existe cuando
algún integrante de la familia ha tenido el mismo tipo de
enfermedad, y mediante pruebas específicas se comprobó
la presencia de reacción alérgica, señaló.
Si la madre tiene un problema, probablemente hasta 30 por
ciento de sus hijos lo presentará. Si el papá es quien
tiene este padecimiento, lo heredará al 25 por ciento de
sus descendientes, es decir, uno de cuatro. Pero si tanto el padre
como la madre están afectados, sería casi uno de cada
dos hijos en riesgo, subrayó.
El especialista en inmunología advirtió que
si una alergia como el asma no es tratada, puede ser potencialmente
mortal.
En el caso de la rinitis, añadió, lo que
se busca es calidad de vida, porque esta afección es motivo
de varias consultas médicas, causa de ausencia escolar o
laboral, y de poca o nula participación en actividades sociales
y deportivas.
¿Son prevenibles y tratables las alergias?
La alergia se puede prevenir desde la etapa de gestación;
se aconseja a las madres que además de ir al ginecólogo,
no suspendan su tratamiento ni consultas con el alergólogo,
recomendó.
Cuando nace el bebé, se aconseja prolongar la lactancia
entre seis y 12 meses; además, la ablactación debe
hacerse de manera tardía para evitar que el niño pueda
presentar alergia a los alimentos.
“En mi criterio –comentó–, estas
enfermedades no son curables, pero sí controlables. Cuando
se detectan, el primer abordaje es evitar los alérgenos;
el segundo, los medicamentos, pues algunos permiten el alivio de
los síntomas en un porcentaje muy alto, pero cuando se muestra
poco avance, se requiere también el uso de inmunoterapia”,
precisó.
Esta última con “vacunas de alergia”
consiste en la administración creciente de pequeñas
cantidades de los elementos comprobados como causantes, como pólenes,
ácaros del polvo casero, cucarachas, pelo de gatos o perros,
y hongos, entre otros.
Lo más recomendable es que dure tres años
para evitar una recaída; si después de ocho meses
sin tratamiento no se presenta complicación, el paciente
puede ser dado de alta, apuntó.
Costos
Los médicos deben elegir y combinar de la mejor
manera los medicamentos, que en algunas ocasiones pueden ser genéricos.
Si bien hay un esfuerzo por abaratar el costo de los fármacos,
en el caso de las alergias esto aún no es suficiente.
De hecho, si no se obtienen por medio de la seguridad social,
los precios pueden ser muy elevados; un antihistamínico para
10 ó 15 días puede costar cerca de 200 pesos, y en
el caso del asma existen tratamientos que cuestan entre 600 y 800
pesos.
Las “vacunas de alergia”, a nivel privado,
tienen un costo mayor de 400 pesos, en el ISSSTE o IMSS se otorgan
como parte de la prestación asistencial, y en la secretaría
de Salud cuestan alrededor de 60 pesos. En un paciente bien estudiado,
este tratamiento puede ser suficiente para su control, concluyó.
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