La Enfermedad del Ojo Azul (EOA), provocada por el Rubulavirus
porcino (RVP), altera la reproducción de los cerdos, disminuye
su productividad, y causa pérdidas económicas a la
ganadería.
El virus, detectado en Michoacán en 1980, estado
que genera 75 por ciento de la producción porcina nacional,
afecta todas las etapas del animal.
En lactantes, daña principalmente el sistema nervioso
central; en fase de crecimiento ataca al aparato respiratorio; en
hembras gestantes ocasiona abortos, fetos momificados y disminución
del número de especímenes que nacen vivos, y en sementales,
trastorna al epidídimo y testículos, y provoca la
inflamación de estos últimos (orquitis).
Por ello, un grupo de investigadores, coordinado por Humberto
Ramírez Mendoza, del Departamento de Microbiología
e Inmunología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
(FMVZ) de la UNAM, desarrolla una línea de estudio para erradicar
ese padecimiento que, hasta el momento, es específico del
cerdo.
Inicialmente, la investigación se trató de
un esfuerzo conjunto de la UNAM y de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), pero por la importancia de la afección,
causada por un virus exclusivo de México, se sumaron el Colegio
de Posgraduados y la Universidad Complutense de Madrid, España.
La Enfermedad del Ojo Azul
La EOA se contagia por contacto directo y se caracteriza
por alteraciones neurológicas, respiratorias y reproductivas,
y por la opacidad de la córnea en diferentes edades.
Cada animal responde de manera diferente; algunos machos,
aunque están infectados, no manifiestan signos, y como no
pierden la libido, continúan la cruza y diseminan el virus.
Los sementales en los que la orquitis es evidente son enviados al
rastro, con impactos negativos en la productividad.
Actualmente, no se registran brotes explosivos, pero el
microorganismo circula y se asocia con otros agentes infecciosos,
sobre todo de tipo viral y bacteriano. “El problema no es
la mortalidad, sino el efecto en las diferentes etapas de la producción”,
indicó Ramírez.
Para eliminarla, consideró, se requiere una vacuna
y un conjunto de técnicas de diagnóstico. “En
la UNAM, estamos en condiciones de apoyar la idea de erradicar este
padecimiento, pues a través de nuestra línea de investigación
hemos logrado estandarizar técnicas de diagnóstico
que no existen en ninguna otra parte del país”.
Existen dos inoculaciones comerciales para combatirla,
una recombinante y otra inactivada, reconoció; sin embargo,
el problema persiste porque con el paso del tiempo el virus ha mutado:
“El objetivo de nuestro grupo es elaborar una vacuna diferente,
en una fase más de nuestro proyecto”.
Líneas de investigación
En el Laboratorio de Virología de la FMVZ se han
realizado estudios que han permitido a alumnos de diferentes instituciones
de enseñanza del área obtener el grado de licenciatura,
maestría y doctorado.
La línea de investigación ha derivado en
diferentes trabajos, como el efecto en los espermatozoides y sus
asociaciones con otros agentes infecciosos; sobre los animales que
se infectan, pero no presentan la manifestación clínica
de orquitis, y sobre la respuesta inmune después del contagio.
Uno de los trabajos desarrollados es el denominado “Calidad
seminal en verracos inoculados con Rubulavirus porcino”,
con el que se logró la estandarización de las técnicas.
Con el esfuerzo de alumnos contamos con técnicas de inmunofluoresencia,
inmunohistoquímica, biología molecular y aislamiento
de virus a partir de semen (sumamente difícil), entre otras,
especificó Ramírez.
Aún se desconoce el efecto en la producción
de ciertos padecimientos que afectan a los animales (no sólo
al cerdo), porque no se sabe cómo circulan; en este sentido
“las técnicas de diagnóstico estandarizadas
permiten conocer el movimiento del virus y su secuela en cada una
de las explotaciones pecuarias, de ahí su importancia”,
explicó.
Premio a la investigación
El trabajo “Calidad seminal en verracos inoculados
con Rubulavirus porcino”, fue presentado en el XLV
Congreso Nacional de la Asociación Mexicana de Veterinarios
Especialistas en Cerdos (AMVEC), donde recibió el Premio
Sus scrofa 2010 a la mejor investigación en el área
de la reproducción y el mejoramiento genético.
José Francisco Rivera Benítez, doctorante
en la FMVZ, detalló que como parte de la investigación
se hizo una infección experimental con Rubulavirus
porcino, para evaluar aspectos como la calidad seminal de los cerdos
inoculados, tanto en el período previo como en el posterior
al contagio, así como para describir la respuesta inmune
de los animales, y definir las características de la patogénesis
del virus.
El también miembro del grupo de trabajo premiado,
comentó que una de las mayores contribuciones es que, con
base en el reaislamiento del virus (hecho por él mismo),
“por primera vez en México se definió que, en
relación con la patogénesis, genera una persistencia
a nivel tracto reproductor, y que se elimina a través del
semen por un período prolongado”.
Los animales utilizados permanecieron en el Departamento
de Producción Animal: Cerdos de la FMVZ, donde alumnos trabajaron
día y noche en la colecta de semen, en su tinción,
en la detección del virus en el eyaculado, y en la realización
de pruebas colaterales.
Al respecto, Adelfa del Carmen García Contreras,
coordinadora del área de Policlínica Veterinaria y
Asesoría Zootécnica de la UAM, y quien forma parte
del proyecto, mencionó que los resultados de la investigación
impactarán positivamente en la ganadería mexicana,
pues muchas personas que trabajan en la producción porcina
consideran que esta enfermedad no representa problemas, pero “hemos
demostrado que el virus, a pesar de no registrar brotes explosivos,
genera pérdidas”.
En este grupo de investigación participan, además,
María de Lourdes Galicia Guerrero y Carlos García
Artiga, de la Universidad Complutense; José Guadalupe Herrera
Haro, del Colegio de Posgraduados, y Rebeca Martínez Bautista,
de la Comisión México-Estados Unidos para el Control
de la Fiebre Aftosa y Otras Enfermedades Exóticas de los
Animales.
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