Boletín UNAM-DGCS-524
Ciudad Universitaria
11:00 hrs. 4 de septiembre de 2010

 

 


LAS REMESAS SIGUEN SIENDO LA SEGUNDA FUENTE DE DIVISAS DEL PAÍS

 

• Gran cantidad de connacionales regresa a sus pueblos con graves problemas de alcoholismo y drogadicción, advirtió Guillermo Campos y Covarrubias, investigador de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM

• Los migrantes ya no saben bien si son mexicanos o estadounidenses, porque incorporan palabras del inglés a su lenguaje, adoptan costumbres y consumen alimentos de la nación vecina, dijo

Aunque en los últimos años han disminuido los dólares enviados por los mexicanos que laboran en Estados Unidos, aún siguen siendo una de las fuentes más importantes de divisas para nuestro país, sólo después del petróleo, dijo Guillermo Campos y Covarrubias, investigador de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), y comisionado actualmente en la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM.

En 2008 las remesas fueron de 25 mil 137 millones de dólares (mdd), y en 2009, descendieron a 21 mil 181 mdd; “esta disminución ha mermado la economía no sólo de los migrantes, sino también de sus familias y comunidades”,

Si bien el mayor porcentaje de remesas se concentra en los hogares de clase media, su impacto como proporción del ingreso total es más relevante en los de estratos pobres.

“El problema migratorio no ha sido tratado con la seriedad necesaria, no se ha reaccionado como se esperaría ante la aprobación de estatutos contra nuestros migrantes en Estados Unidos; ahí está la Ley Arizona, pero nuestros paisanos sí se han rebelado allá. Las eloteras de Oaxaca ya formaron un sindicato y sacan sus tinas y venden sus productos en la Quinta Avenida de Nueva York”, abundó el antropólogo.

Asimismo, los originarios de Tlaxiaco, Oaxaca, formaron una asociación y mandaron a un representante a su pueblo para que consiguiera el apoyo de un programa de la secretaría de Desarrollo Social. Con el dinero que obtuvieron quienes permanecen en esa entidad federativa, hacen artesanías y se las envían a los que residen en la Unión Americana.

Identidad alterada

El fenómeno de la migración tiene otros efectos en las personas que deciden cruzar la frontera, como la alteración de su identidad.

Los migrantes ya no saben bien si son mexicanos o estadounidenses, porque incorporan palabras del inglés a su lenguaje. También, dejan de lado sus alimentos tradicionales y empiezan a consumir fast food y muchos alimentos “chatarra”.

“A veces tiran la mitad del contenido de una lata o botella de cerveza, y la rellenan con V-8, la agitan y se la toman para tener más fuerza. Además, ya no beben aguardiente, sino cerveza Tecate, porque eso los integra al grupo, y no usan sombrero, sino gorras de béisbol”, señaló Campos y Covarrubias.

Esa movilidad altera también la dinámica familiar, por lo que las familias llegan a desintegrarse. Muchos hombres (igualmente mujeres) que se van, consiguen otra pareja allá, pero no olvidan que en México tienen esposa y cada año vienen a las fiestas del pueblo a verla, y cuando regresan a Estados Unidos, en muchas ocasiones la dejan embarazada.

La meta: salir

El proceso de aculturación que vive México en comunidades indígenas es muy fuerte. El impacto del dinero de las remesas cambia los hábitos de consumo, las costumbres y tradiciones.

Además, la visita de migrantes a sus lugares de origen altera toda la dinámica de vida de un pueblo: traen dinero o costumbres muy diferentes, hablan spanglish, y su gente se acostumbra a ese nuevo lenguaje, y a pensar en el “sueño americano”.

“En una escuela primaria de un pueblo de la Sierra Gorda, en Querétaro, hicimos un estudio para saber cuál era la tendencia de los niños. Entonces, vimos que ellos van a la escuela no porque quieran leer y aprender, sino porque están esperando cumplir 14 ó 15 años para irse al norte. No tienen la intención de incorporarse a nuestro modelo industrial explotador, lo que buscan es salir”, reveló el investigador.

Consecuencia de la pobreza

El SIDA, entre los migrantes, es otro fenómeno que se ha abordado poco. Por ello, el investigador universitario y sus colaboradores publicarán un libro con varias historias de vida contadas por ellos.

“Tenemos relatos de mujeres violadas por polleros o policías; tiempo después notan la pérdida de peso, regresan a sus pueblos y enteran que están infectadas con el VIH”; entonces, como no tienen dinero, la familia se ve obligada a vender sus animales y terreno para solventar el tratamiento.

No son pocos los casos que, sin saber de su condición, contagian el virus a otras personas. Es un problema grave de salud y educación, consideró.

En opinión de Campos y Covarrubias, otra consecuencia de la migración es la cantidad de connacionales que regresa a sus pueblos con adicciones como el alcoholismo y drogadicción, lo que repercute en toda la comunidad.

A todo ello, prosiguió, se debe sumar el narcotráfico; constantemente, grupos de narcotraficantes secuestran a migrantes y piden dinero a sus familias para liberarlos, o los obligan a incorporarse a sus huestes.

“La migración no se puede disociar de los problemas del país, es consecuencia de la economía, de la pobreza. No es que la gente quiera irse, abandona su lugar de origen porque no encuentran la manera de satisfacer sus necesidades y las de los suyos”, finalizó.

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Fotos

Otra consecuencia de la migración es la cantidad de connacionales que regresa a sus pueblos con adicciones como el alcoholismo y drogadicción.