TEl uso indiscriminado, y muchas veces innecesario, de
antibióticos para atender diversas enfermedades humanas establece
una “presión de selección” para los microorganismos
que habitan, por ejemplo, en el tracto gastrointestinal, afirmó
José Luis Puente García, investigador del Instituto
de Biotecnología (IBt) de la UNAM.
“La exposición recurrente a un mismo fármaco
permite que se seleccionen organismos que adquieren la capacidad
de crecer en presencia de la sustancia que antes evitaba su desarrollo.
Esta circunstancia se facilita porque también eliminan bacterias
benéficas que habitan el intestino (miembros de la llamada
microbiota intestinal), que entre otras cosas, ayudan a prevenir
que las patógenas lo colonicen”, agregó el biólogo
y doctor en biotecnología.
Presión de selección
Las bacterias evolucionan todo el tiempo y están
continuamente expuestas a presiones ambientales en las que se preserva
y multiplica exitosamente el organismo más apto.
Los cambios adquiridos se conservan en la población,
según la ventaja adaptativa que representen para el microorganismo
en un ambiente dado.
El entorno cambiante los expone a pruebas de ensayo y error,
en las que mutaciones o material genético recién adquirido,
que generan una nueva habilidad –en particular la capacidad
de sobrevivir a un entorno adverso–, se “fijan”
en la población hasta generar un grupo de individuos con
características que los fortalecen.
“Su capacidad adaptativa se debe, en parte, a la
velocidad con la que se multiplican, a la tasa natural a la que
se generan cambios en su ADN, y a su habilidad de obtener nuevo
material genético en elementos movibles de una bacteria a
otra; en un evento denominado transferencia horizontal”, detalló
Puente García, también jefe del Departamento de Microbiología
Molecular del IBt.
La presión de los antibióticos
Pueden lograr resistencia a diferentes antibióticos
y el médico, o el mismo paciente, recurren a uno nuevo, sin
analizar a cuál es realmente susceptible, o si se trata de
una infección bacteriana.
Las enfermedades diarreicas pueden ser causadas también
por virus o parásitos, para los que los antibióticos
no surten efecto, ejemplificó.
“En estos casos, los individuos que son tratados
innecesariamente con esos fármacos, o que suspenden prematuramente
el tratamiento y son portadores de bacterias potencialmente patógenas,
pueden ser el foco de generación de variantes de esos microorganismos,
que adquieren la capacidad de crecer en presencia de sustancias
comúnmente usadas para el tratamiento de infecciones”,
explicó Puente.
Tras varios eventos de este tipo, algunas cepas pueden
adquirir multi-resistencia, incluyendo a aquellos tratamientos potentes,
utilizados sólo en casos de infecciones donde otros no funcionan,
o en los que se ha determinado que el organismo causante de la infección
es renuente a los fármacos de uso común.
Multi-resistencia y “superbacterias”
La identificación de cepas resistentes es cada vez
más frecuente, reconoció el investigador del IBt,
quien aclaró que esos grupos de bacterias todavía
son tratados con otras alternativas bajo vigilancia médica.
“Las llamadas ‘superbacterias’ aún
son, afortunadamente, sucesos aislados, pero su existencia es una
realidad y se conocen casos que evidencian el serio problema de
salud que representan para la salud humana”, reconoció.
La propagación de enfermedades infecciosas se facilita
por la movilidad de las personas, porque un individuo que adquiere
una infección en una región del mundo la puede transportar
a otra muy distante, antes de saber que la contrajo y de exponer
a más sujetos a un posible contagio.
“Los avances en ciencia y tecnología permiten
ser cada vez más eficientes en el seguimiento de estos organismos
para implementar las medidas necesarias y contener su propagación,
pero esto aún no ocurre en todos los países. Una de
las ventajas de la globalización es la posibilidad de que
las agencias encargadas de realizar vigilancia epidemiológica
en el orbe, cuenten con información día a día
de los casos reportados y sus características”, aclaró
el científico.
El problema será menos frecuente en la medida que
seamos más conscientes de que esos organismos existen, en
buena parte, por el uso extendido e indiscriminado de antibióticos,
concluyó.
--oOo--