Como parte del Programa de Colaboración Internacional de
la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, alumnos de la
entidad participaron en un proyecto con estudiantes de la Universidad
de Loughborough, Inglaterra, para diseñar una máquina
útil en el llenado de placas empleadas en laboratorios químicos
y bioquímicos, donde se depositan muestras de ADN, líquidos
con proteínas o muestras para realizar pruebas Elisa.
El proceso abarcó la investigación de necesidades
de los usuarios; el desarrollo de especificaciones; elaboración
de dibujos conceptuales y análisis de resistencia mecánica
y fluidos por computadora, y estudio de costos, y diseño
de configuración.
Santiago Blackaller Ledesma, Anahí Martínez
Corzo y Arturo Martínez Carrillo participaron en esta experiencia,
cuyo objetivo principal fue formar ingenieros a nivel licenciatura
y posgrado, capaces de insertarse en un ambiente industrial actual.
Los universitarios fueron asesorados por Víctor
Javier González Villela y Marcelo López Parra, profesores
de la FI, quienes consideraron que a partir de estos proyectos se
ha podido constatar que en la UNAM “tenemos alumnos bien preparados,
competitivos y capaces de hacer trabajos profesionales y de calidad”.
Al respecto, Blackaller Ledesma, del noveno semestre de
la carrera de Ingeniería Mecatrónica, explicó
que con otros dos compañeros colaboraron en equipos diferentes
en la concepción de la máquina, desde la detección
de necesidades de los posibles clientes, hasta el diseño
conceptual.
Esta labor, precisó, se realizó a distancia
con los estudiantes de Loughborough, y al final se tuvo la oportunidad
de presentar los resultados en la universidad inglesa, y después,
en la UNAM.
Lo más significativo fue el diseño, porque
se trata de un aparato poco común y, por lo mismo, su modelo
o características no se pueden copiar de otro. “Las
nuestras fueron ideas originales”, destacó.
A su vez, Martínez Corzo, pasante de la misma carrera,
aseveró: “Realmente no tuvimos problemas en lo referente
al nivel de conocimientos, porque trabajamos de igual a igual con
los ingleses”.
“En ese sentido, me queda la satisfacción
de haber realizado con éxito un proyecto en todas sus etapas,
en un idioma distinto y con gente con la que tenemos grandes diferencias
culturales”, subrayó.
Por su parte, Martínez Carrillo, alumno de noveno
semestre, indicó que se buscó crear una máquina
que cubriera necesidades aún no contempladas por aparatos
existentes en el mercado.
En tanto, González Villela comentó que la
tendencia actual de la educación tiene tres vertientes: multicultural,
multilingüe y global; en ese sentido, este tipo de actividades
nos ponen al día en los requerimientos internacionales.
Este es el segundo año que se realiza la colaboración
con Loughborough, acotó, y un aspecto sobresaliente es que
los jóvenes de ambas instituciones deben llegar a acuerdos
para elaborar un buen producto de manera conjunta.
En su oportunidad, López Parra mencionó que
estos proyectos tienen un carácter global, porque además
de la participación de universidades, también colaboran
empresas que buscan la generación de ideas nuevas, y los
estudiantes son una buena veta para explotar.
De este modo, agregó, se crea un espacio de colaboración
semejante al ambiente que encontrarán en el campo laboral.
Para los profesores, el aprendizaje es la oportunidad de
entender el modelo de educación y enseñanza que siguen
nuestros pares en otros países, concluyó.
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