Los casos de endogamia en México han disminuido
por el proceso de urbanización que ha permitido mayor movilidad
poblacional e interacción entre personas provenientes de
diversos lugares, aseguró el director del Instituto de Investigaciones
Antropológicas (IIA) de la UNAM, Carlos Serrano Sánchez.
Esta práctica, dijo, se genera principalmente en
el ámbito rural y en comunidades indígenas que sufrieron
un proceso histórico que, en muchos casos, los mantuvo aislados
y los orilló a vivir en circunstancias deplorables, condición
que también repercutió en su patrón de reproducción.
“Esta tradición se volvió una expresión
de defensa de la identidad cultural”.
No obstante, cada vez se integran más a la población
urbana, lo que deriva en un mayor grado de mestizaje y exogamia,
explicó.
La endogamia
Las relaciones endogámicas ocurren cuando dos personas
que tienen una proximidad estrecha de origen se unen; es decir,
se generan en el seno de la misma comunidad o grupo humano.
El caso contrario se denomina exogamia, cuando se forma
una pareja que no pertenece al mismo grupo. Aunque son fenómenos
contrapuestos, ambos son patrones culturales y sociales “porque
obedecen a normas, muchas veces no escritas, pero establecidas por
un conglomerado de individuos”.
La endogamia se produce cuando el aislamiento por razones
culturales, religiosas, económicas o geográficas,
deriva en barreras que limitan la comunicación entre colectividades,
y cuando el grupo es pequeño, con frecuencia se forman parejas
consanguíneas.
Este fenómeno puede generar consecuencias como la
depresión de la biología de la población, y
ocasionar disminución de la fertilidad, reducción
del tamaño corporal, así como incidencia de muertes
infantiles y perinatales, expuso.
Asimismo, se pueden incrementar fenómenos genéticos
como la discromatopsia, también denominada daltonismo, que
implica la imposibilidad de distinguir algunos colores, o la polidactilia,
que consiste en desarrollar más dedos de lo normal.
“Las relaciones endogámicas no producen mayores
dificultades cuando corresponden a una población amplia y
se dan dentro de un mismo grupo para mantener la identidad, pero
si se presenta aislamiento y los casos de consanguinidad se intensifican,
entonces se incrementan los problemas de salud”, indicó
el antropólogo.
A la baja, casos de endogamia y consanguinidad
La disminución de la endogamia es una tendencia
a nivel mundial, destacó el especialista; el desarrollo de
las comunicaciones ha permitido una amplia interacción de
grupos aislados con el resto de la sociedad, y ha ocasionado la
denominada “explosión de los aislados”.
Además de estos casos, los de consanguinidad también
van a la baja, añadió Serrano; sólo se mantienen
cuando hay de por medio intereses económicos, como sostener
un legado que implique nexos con individuos cercanos a la familia.
No obstante, aún existen pequeños grupos
que son altamente endogámicos, cuyo objetivo es mantener
su estilo de vida, centrado en cuestiones religiosas o normas sociales.
Casos históricos
A lo largo de la historia de la humanidad se han suscitado
casos de endogamia y consanguinidad: los faraones egipcios y emperadores
persas incluían en sus harenes a la mayoría de sus
hijas.
Los papás de la madre de Charles Darwin eran primos
hermanos, y a su vez, el botánico contrajo nupcias con su
prima hermana Emma Wedgewood; al parecer, esa condición provocó
defectos y deterioro genéticos en su descendencia, que derivaron
en muerte prematura; la preocupación constante del sabio
en este sentido lo llevó a sustentar la teoría de
la endogamia entre especies vegetales.
Carlos II, el Hechizado, fue el último rey de la
dinastía de los Habsburgo que gobernó en España;
padeció varios problemas de salud como impotencia (falleció
sin descendencia tras dos matrimonios), constitución débil
y corta estatura; padecía diarreas y vómitos frecuentes
y tenía aspecto de anciano cuando murió, a los 39
años.
Las causas, según genetistas de la Universidad de Santiago
de Compostela y la Fundación Pública Gallega de Medicina
Genómica, pudieron ser las relaciones de consanguinidad,
que prevalecían en su familia para conservar el linaje.
En países de Oriente Medio, la endogamia representa
una amenaza; en ellos, el 60 por ciento de los matrimonios son consanguíneos
y corren el riesgo de provocar enfermedades degenerativas, como
el síndrome de Al-Aqeel, deficiencia genética que
deriva en padecimientos como artritis, osteólisis o deformación
de la cara desde el primer año de vida y, progresivamente,
problemas de malformaciones e incapacidad de movimiento.
Edgar Allan Poe contrajo matrimonio con su prima Virginia
Clemm, quien murió dos años más tarde al enfermarse
de tuberculosis. El científico Albert Einstein se casó
con su prima Elsa Loewenthal.
Otro ejemplo son las castas en la India. El hinduismo enseña
que los seres humanos fueron creados de las diferentes partes del
cuerpo de Brahma, una divinidad; dependiendo de la parte de donde
fueron creados, se clasifican en cuatro castas básicas, que
definen su estatus social, con quién se pueden casar, y el
tipo de trabajos que pueden realizar.
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