Más del 50 por ciento de las catástrofes
que ocurren cada año en el país es causado por fenómenos
hidrometeorológicos como inundaciones, huracanes, otros tipos
de lluvias torrenciales y sequías, afirmó Oralia Oropeza
Orozco, investigadora del Instituto de Geografía (IGg) de
la UNAM.
En ese grupo de fenómenos también se incluyen
granizadas, nevadas, ondas frías y de calor, que afectan
considerablemente a la población, sus bienes y entorno, señaló
la académica adscrita al Departamento de Geografía
Física.
“Ocurren inundaciones grandes, donde el nivel del
agua alcanza más de un metro de alto, que ponen en peligro
la vida de las personas, pero otras, de unos 15 centímetros,
son suficientes para causar daños materiales como la pérdida
de muebles y refrigeradores, que afectan seriamente la economía
de las familias”, dijo.
Aunque no existe una medida oficial para identificar el
alcance de la acumulación de agua de lluvias, se considera
encharcamiento a un tirante del líquido de 10 a 15 centímetros
de alto, mientras que un nivel de 25 a 30 centímetros, es
una inundación, acotó.
Los principales daños ocasionados por las inundaciones
se deben a que grupos humanos, generalmente marginados, habitan
en viviendas inadecuadas, en zonas de riesgo como costas, riberas
y áreas de deslave.
“Entre las causas figuran la falta de planeación
y de medidas de mitigación, los drenajes obsoletos y rectos
que aumentan la presión del agua, y la obstrucción
de coladeras y ductos con basura”, reconoció.
Zonas de riesgo
Coautora de varios mapas sobre regiones propensas a inundaciones,
que forman parte del Atlas Nacional de México del IGg, Oropeza
Orozco recordó que los sitios de mayor riesgo en el país
son el Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León,
Jalisco, Tabasco, Baja California y Veracruz, así como la
costa de Chiapas, y la costa y valles de Oaxaca, Guerrero, Puebla
y Campeche.
“En la Ciudad de México las delegaciones que
más se inundan son Iztapalapa y Gustavo A. Madero, y en la
zona metropolitana los municipios de Chalco, Ecatepec y Naucalpan”,
indicó.
En un estudio sobre la frecuencia de esos desastres por
entidad, la universitaria encontró que, entre 1970 y 2004,
el Estado de México, Distrito Federal, Veracruz y Chiapas
alcanzaron los valores más altos, con 202, 196, 194 y 106
inundaciones, respectivamente.
Agua de mayo a octubre
También, descubrió que la distribución
mensual de inundaciones muestra que, en promedio, de mayo a octubre
se presenta el mayor número de eventos (de 100 a más
de 500), mientras en agosto hay un ligero descenso, quizá
asociado a la sequía de medio verano o canícula.
En la época invernal, enero y febrero son los meses
donde más se presentan inundaciones, aunque no rebasan las
100. Por otra parte, de los dos mil 443 municipios del país,
635 de ellos (el 25.9 por ciento) tienen registro de una a más
de 40 inundaciones entre 1970 y 2004. Las jurisdicciones que han
sido afectadas se distribuyen tanto en las costas como tierra adentro.
Entre las que han tenido más eventos se encuentran
Ecatepec y Naucalpan, en el Estado de México (con 43 y 32,
respectivamente); Acapulco, Guerrero (38); Tijuana, Baja California
(31); Guadalajara, Jalisco (28); Iztapalapa, Distrito Federal (26);
Tapachula, Chiapas (25); Monterrey, Nuevo León (24), y Torreón,
Coahuila (23).
Entre las medidas de prevención para evitar las
inundaciones en temporada de lluvias, la investigadora recomendó
la construcción de diques y canales, la reducción
de la deforestación y erosión del suelo, así
como la aplicación de un plan de prevención con enfoque
científico que considere las condiciones territoriales, ambientales
y sociales de cada región vulnerable del país.
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