Boletín UNAM-DGCS-441
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 25 de julio de 2010

Silvia González Salinas


DISEÑAN EN LA UNAM, SILLA DE RUEDAS PARA ADULTOS MAYORES

 

• Ayuda a este segmento a trasladarse con facilidad, y busca mejorar su calidad de vida, dijo Silvia González Salinas, alumna de la FI de la UNAM
• Cuenta con ruedas en la parte delantera para subir de manera fácil las banquetas; está hecha de materiales lavables y cómodos
• El aumento de la esperanza de vida de los mexicanos y el incremento de las enfermedades, hacen necesario este tipo de innovaciones, sostuvo


Ante el aumento de la esperanza de vida de los mexicanos, el incremento de las personas de 70 años y más en las próximas décadas, y la proliferación de enfermedades entre este segmento de la población, Silvia González Salinas, alumna de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, diseñó una silla de ruedas geriátrica.

Se trata de un aparato innovador, que ayuda a los adultos mayores a trasladarse con facilidad, y por sus dimensiones y características de funcionamiento, busca mejorar su calidad de vida.

Si bien es un prototipo para individuos de entre 70 y 80 años, que empiezan a perder muchas de sus capacidades, también puede ser utilizado por quienes requieran de este tipo de apoyo.

Cuenta con dos rines que tienen tres ruedas pequeñas, cada uno, en su parte delantera, para poder subir fácilmente las banquetas; la idea de esta adecuación es que las llantas estén en movimiento, y al llegar a las aceras topen, giren hacia delante y puedan ascender.

Sin importar la altura de la banqueta, puede moverse con mayor suavidad que las sillas tradicionales, que por lo general se tienen que levantar hacia atrás, girarlas, empujarlas y bajar las ruedas delanteras, o bajar a la persona para subir el aparato a la acera. “Prácticamente hace más suave el ascenso, y si hubiera más escalones, puede seguir girando”, explicó González Salinas.

Este diseño fue uno de los 24 ganadores del Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (PROFOPI), de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM, por lo que será apoyado para solicitar una patente en México y el exterior, así como en la promoción y transferencia de tecnología.

Al respecto, Adrián Espinosa Bautista, director del Centro de Diseño Mecánico e Innovación Tecnológica de la FI, señaló que este avance forma parte de la línea de investigación “Diseño para el Bienestar”, que desde hace varios años se desarrolla en la Facultad, y dentro de la cual hay diversos productos, como prótesis.

Según el Consejo Nacional de Población, para el 2050 el grupo poblacional de 60 años y más representará el 27.72 por ciento del total en el país; el de 65 años y más, el 21.27, y el de 70 años y más, el 15.33 por ciento, es decir, habrá amplios sectores que requerirán de nuevas tecnologías para su comodidad.

Diseño ergonómico

González Salinas, quien actualmente cursa el segundo semestre de la maestría en Diseño Mecánico, mencionó que se trata de un prototipo que propone materiales lavables, que permiten un buen mantenimiento; además son cómodos y ergonómicos para evitar úlceras en el cuerpo o algún otro problema.

La estructura de la silla es de aluminio para que sea ligera; la confección del asiento es variable, porque puede fabricarse de un material específico para cada persona, de acuerdo a sus necesidades y, además, se puede quitar y colocar fácilmente. Pero tiene que ser suave y acolchonado, subrayó.

La base del asiento es de plástico o propileno, y las ruedas traseras son comerciales, de bicicleta R20, y las delanteras son pequeñas, semi neumáticas, de 20 centímetros de diámetro, fáciles de adquirir en los comercios.

Por las irregularidades del piso, las banquetas y la gran cantidad de baches que hay en la Ciudad de México, se generan vibraciones en la silla, por lo que se adaptó un amortiguador para disiparlas, y evitar movimientos bruscos.

Además, el aparato se puede doblar fácilmente para guardarlo en la cajuela de un auto; también, el asiento acolchado es desmontable.

Su costo aproximado es de ocho mil pesos, en comparación con las sillas con amortiguador existentes en el mercado, cotizadas en 11 mil; no obstante, una vez que se fabrique en serie, el precio del prototipo universitario disminuiría considerablemente, señaló.

En Europa hay sillas geriátricas eléctricas, pero en México sería difícil utilizarlas porque no se cuenta con los accesos suficientes; además, son pesadas, caras y no caben en los autos.

Por último, la estudiante dijo que esta idea es resultado de su tesis “Aplicación de TRIZ para el diseño de una silla de ruedas geriátrica”; ahora, el objetivo es patentar el producto y buscar un licenciamiento o incubadora de empresas para empezar a generarlo.

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Fotos

Silvia González Salinas, alumna de la Facultad de Ingeniería, diseñó una silla de ruedas geriátrica, cómoda y ergonómica.