Para contar con verdaderos conductores del desarrollo nacional,
se debe aceptar que “el modelo que hemos seguido ya no sirve
para atender nuestras necesidades de desarrollo; hay que cambiarlo,
pensar en grande y a largo plazo, renunciar a las ambiciones de
poder, a los resultados de la próxima elección y,
en particular, abandonar la búsqueda de culpables en la historia
para definir tareas para el futuro”, afirmó el rector
de la UNAM, José Narro Robles.
En esa empresa, explicó, se necesita la participación
de todos; gobernantes y ciudadanos, administradores y empresarios,
intelectuales y operadores, y se requiere entender que la política
no se sustituye con la obediencia y tampoco con negociaciones o
falsas articulaciones.
En la ceremonia, donde la Universidad Nacional recibió
la Medalla 1808, que otorga el Gobierno de la Ciudad de
México, Narro Robles subrayó que nuestro país
no merece lo que le pasa. A problemas seculares que lo han acompañado
a lo largo de la historia, como la pobreza y la desigualdad, se
suman hoy nuevos azotes como la inseguridad, el narcotráfico,
las primeras consecuencias del deterioro ambiental y, aún
peor, la falta de expectativas, el desánimo y las desavenencias
entre grupos y sectores.
En el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el rector expuso
que nuestra cultura es buena parte de lo que caracteriza a México,
en ella reside nuestra identidad y, sin ella, perderíamos
nuestro pasado; “seríamos sólo desheredados
de la historia y miraríamos al porvenir con vista corta y
sin perspectiva alguna”.
Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de gobierno del DF,
explicó que la presea 1808, se otorga a instituciones
a las que se debe nuestra conciencia histórica. “No
hay ningún pueblo que habiéndola perdido, salga adelante.
La historia es la base del pensamiento social”.
Por ello, añadió, el diseño del futuro
depende esencialmente de esa conciencia, ella es la carta de navegación
para el siglo XXI.
El coordinador general de la Comisión Bi100/Bi*Centenario
en la ciudad de México, Enrique Márquez, recordó
que un día como hoy, hace 202 años, tiempo antes de
la insurrección de Dolores, en el Salón de Cabildos
de ese antiguo palacio, se realizó la histórica sesión
en la que por primera vez, en la Nueva España, se debatió
el tema de la soberanía popular.
En aquella histórica sesión, protagonizada
por Francisco Primo de Verdad y Ramos, entre otros, se inició
el proceso que había de convertirnos “de súbditos
a ciudadanos, y que inventando la política, permitiría
pasar del silencio a la participación abierta, y al ejercicio
de la libertad de expresión”, abundó.
La presea, que reconoce aportaciones al conocimiento y
la cultura nacional, se entregó en esta ocasión a
instituciones extranjeras, nacionales y regionales que se han destacado
por el impulso a la formación académica y a la investigación
de excelencia sobre la historia de México.
La medalla que fue instituida por el gobierno capitalino,
este año distingue a creadores, escritores, artistas, intelectuales
e historiadores en el marco de las celebraciones del Centenario
de la Revolución y Bicentenario de la Independencia, así
como en memoria del Ayuntamiento de la Ciudad de México y
su síndico, Francisco Primo de Verdad.
Asistieron a la ceremonia Alejandra Barrales, presidenta
de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del
DF, y Alfonso de María y Campos, director del INAH. Así
como los representantes de las otras instituciones reconocidas:
Martín Sánchez Rodríguez, presidente del Colegio
de Michoacán; Manuel Ramos Medina, director del Centro de
Estudios de Historia de México Carso, y David Block, de la
biblioteca Nettie Lee Benson, de la Universidad de Austin, Texas.
Asimismo, Gisela von Wobeser, directora de la Academia
Mexicana de la Historia; Ariel Rodríguez Kuri, director del
Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México;
Norma Mereles, directora general del Fideicomiso Plutarco Elías
Calles y Fernando Torreblanca, y Diana Magaloni, directora del Museo
Nacional de Antropología.