Si una persona aparentemente sana, sin síntomas
de alguna enfermedad o portadora de una cardiomiopatía fallece
de modo inesperado, se trata de muerte súbita, explicó
Rodolfo Herrera Franco, profesor del posgrado de la Facultad de
Medicina (FM) de la UNAM.
En muchos casos, se debe a la presencia de algún
padecimiento del corazón y puede ocurrir en cualquier etapa,
desde la infancia hasta la edad adulta.
La muerte súbita se presenta por varios factores.
El esfuerzo físico es una de las razones principales, asociado
a la existencia de cardiomiopatías; también, una embolia
masiva cerebral causada por una crisis hipertensiva, agregó
el también integrante de la Comisión Dictaminadora
de la carrera de Médico Cirujano de la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Zaragoza.
En personas jóvenes, dijo, se relaciona con una
anormalidad congénita como la cardiomiopatía, o una
malformación en las arterias coronarias, difícil de
diagnosticar.
En México la muerte súbita no es considerada un problema
de salud pública y por ello no existen medidas preventivas.
Síndrome de muerte súbita en el lactante
Los neonatos son otro segmento poblacional afectado. El
síndrome de muerte súbita en lactantes se caracteriza
porque niños supuestamente sanos fallecen sin causa aparente.
Al respecto, Bonifacio Caballero Noguez, académico
de la misma carrera en la FES Zaragoza, detalló que el carácter
prematuro en el nacimiento, el tabaquismo de la madre, la temperatura
ambiental alta por arropamiento excesivo, así como la posición
en que duerme el pequeño, son factores de riesgo.
Este tipo de decesos, comentó, es más común
en estratos socioeconómicos bajos por falta de información
sobre medidas preventivas.
“Anteriormente se recomendaba dormir al infante boca
abajo para evitar asfixia por reflujo gastrointestinal; sin embargo,
se observó que con esta posición hay un 95 por ciento
más de probabilidades de morir súbitamente”,
puntualizó..
El síndrome se presenta principalmente en niños
menores de un año. De los siete días hasta los seis
meses de edad ocurre el 95 por ciento de los decesos; además,
las dos terceras partes suceden en la noche, por la incapacidad
del bebé para despertarse en caso de oxigenación inadecuada.
Recomendaciones
Ambos especialistas detallaron que ante la aparición
de los primeros síntomas se debe proporcionar respiración
de boca a boca y, si es posible, aplicar electrochoques bajo la
responsabilidad de especialistas.
En caso de antecedentes de cardiopatía isquémica
en la familia, todos deben acudir al médico para un chequeo
general, y más, si se trata de un caso infantil, concluyeron.