Elegir una mascota es tan complicado como escoger un auto,
casa o amigos. Cada una requiere atención y cuidados especiales,
así como un compromiso que no todos están dispuestos
a ofrecer, indicó Itzcótl Maldonado Reséndiz,
de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la
UNAM.
Cuando crecen, los dueños se dan cuenta que cambian
o requieren mayor atención, y optan por deshacerse de ellas;
esa es la principal causa por la que muchos animales terminan abandonados
en las calles, en cuerpos de agua o espacios públicos, señaló
el universitario.
Por ello, Maldonado Reséndiz recomendó que
cuando se adquiera un animal se tome en cuenta qué se quiere
como propietario, pero también qué es lo que se puede
ofrecer para satisfacer sus necesidades.
“La mayoría obtiene una mascota y luego investiga
dónde ponerla y qué come, y debería ser al
revés. Por ejemplo, para las personas es fácil adquirir
una pequeña tortuga japonesa que cuesta 20 pesos, pero el
precio de su mantenimiento se eleva conforme crece, y si se considera
que llega a vivir 30 años y desarrollarse hasta 30 centímetros
de largo, hay que cuestionarse si se está dispuesto a comprometerme
tres décadas para su cuidado”, apuntó.
El también integrante del Departamento de Etología
y Fauna Silvestre de la FMVZ, explicó que si se busca una
responsabilidad a corto plazo, la opción es un roedor y no
un reptil, pues dependiendo la especie, pueden vivir de tres a cinco
años.
“También hemos sabido de iguanas que han llegado
a medir entre tres y cinco metros, y que por su tamaño han
sido dejadas por sus dueños en lugares boscosos, porque creen
que ese es un sitio ideal para ellas; sin embargo, la realidad es
otra y no todas tienen un buen final”, comentó.
Los ejemplos más comunes son los gatos y perros
abandonados lejos de casa para que no sepan cómo regresar,
y la mayoría termina atropellado o muerto por falta de alimento,
acotó.
Otros animales son sacrificados y es negligente “ponerlos
a dormir” por no visualizar a futuro sus necesidades. La falta
de información es la principal causa en este tipo de situaciones,
pues en ocasiones, con tal de vender, el promotor no brinda información
al comprador, concluyó.