Boletín UNAM-DGCS-422
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 15 de julio de 2010

 


REINICIAN EXCAVACIONES EN ZONA ARQUEOLÓGICA DE MONTE ALBÁN

 

• Entre 1930 y 1949, el sitio denominado “sistema 7 venado” fue estudiado por Alfonso Caso, y desde entonces había permanecido inexplorado
• Ahora, mediante un proyecto conjunto entre la UNAM, la Universidad de París-Sorbona y la EHESS, en colaboración con el INAH, se abre la posibilidad de reinterpretar lo que el arqueólogo mexicano encontró en su momento

La organización espacial de la zona “sistema 7 venado”, en Monte Albán, Oaxaca, demuestra que es una representación del cosmos a escala reducida. Este sitio, que entre 1930 y 1949 fue estudiado por Alfonso Caso, ha permanecido inexplorado desde entonces, y ahora, mediante un proyecto conjunto, y con las técnicas modernas de excavación, se abre la posibilidad de reinterpretar lo que el arqueólogo mexicano encontró en su momento.

En el “sistema 7 venado” el espacio está organizado a partir del calendario que utilizaban las culturas precolombinas; entonces, el lado norte corresponde a los días de pedernal; el sur, a los del conejo; el este, a los de la caña, y el oeste, a los de la casa, refirió Christian Duverger.

El profesor de la Universidad de París-Sorbona (París IV) y de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS, por sus siglas en francés), está a cargo de un proyecto conjunto entre esas dos entidades y el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, en colaboración con la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH, que incluye un programa de excavaciones en esa zona arqueológica.

“Cuando se abre un terreno nuevo, se debe ir con precaución y lentitud. En una primera etapa, se debe entender cómo funciona el sitio. Realizamos básicamente sondeos de pruebas, para conocer la secuencia cronológica de la zona ‘sistema 7 venado’, y saber cómo son sus edificaciones. Esto nos permitirá verificar si hay varias épocas constructivas”, señaló el especialista.

Zona sin explorar

El “sistema 7 venado”, se localiza detrás del bloque denominado Plataforma Sur; consta de un patio cuadrado con cuatro edificios en cada lado y de una estructura alargada, “no se sabe si es una cancha de juego de pelota o una especie de corredor”. Al norte, hay una explanada elevada, y al sur, una pirámide de 10 metros de altura.

Entre 1930 y 1949, el arqueólogo mexicano Alfonso Caso ingresó en esta zona para estudiarla; desde entonces, ha permanecido inexplorada.

“Trabajar después de 70 años en un sitio emblemático es interesante, porque nuestra visión de Mesoamérica, así como las técnicas de excavación, han cambiado. Ingresar de nuevo, con las técnicas modernas, abre la posibilidad de reinterpretar lo que Caso encontró en su momento”, agregó Duverger.

Se contempla que el proyecto tenga una duración de cuatro años, lo que permitirá efectuar un diagnóstico sobre la posibilidad de restaurar la zona “sistema 7 venado” y abrirla al público.

“Nos encontramos en un momento de investigación pura, pero no podemos perder de vista que este trabajo puede servir para una restauración”, apuntó.
Proyecto conjunto

Este proyecto forma parte de un convenio firmado a finales de 2008 por el IIE, la Universidad de París-Sorbona y la EHESS, en colaboración con el INAH, y contempla también un programa de cooperación e intercambio académico en materia de docencia e investigación, en disciplinas como arqueología, historia del arte y antropología.

Asimismo, representa una oportunidad para que dos ramas del conocimiento, la arqueología y la historia del arte, interactúen y traten de dar respuesta a las interrogantes que plantean el estudio de civilizaciones antiguas.

La arqueología, dijo Duverger, es una disciplina que demanda prudencia y precisión para obtener resultados, por lo que el programa de excavaciones se encuentra, desde 2009, apenas en su primera fase.

“Desde nuestro punto de vista, los objetos de arte prehispánicos no se pueden entender como objetos aislados, tienen un significado en relación con el espacio y con otros objetos, y el IIE es el lugar indicado para desarrollar este tipo de investigación, porque allí se combinan las técnicas arqueológicas y de la historia del arte”, señaló.

En el programa de excavaciones, la Universidad Nacional participa con arqueólogos, historiadores del arte y antropólogos. Además, por medio del IIE –con una sede académica en el antiguo Palacio Arzobispal, en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca– brinda asesoría técnica.

“La UNAM nos ofreció la sede del IIE para trabajar y hacer estudios de laboratorio, como el análisis de la cerámica. En cuanto al programa de estudio y actividades académicas, los realizamos de común acuerdo. Me encanta este proyecto, porque en él están reunidos varios investigadores, y cada uno viene con sus ideas y aportaciones”, concluyó Duverger.

--oOo--

 

Fotos

Con las nuevas excavaciones, se abre la posibilidad readquirir nuevos conocimientos sobre Monte Albán.