En 2010, México perderá presencia en el mercado
comercial estadounidense y China ocupará su lugar, porque
nuestro país ha dejado de ser competencia para la nación
asiática, anticipó Enrique Dussel Peters.
Hace 10 años, precisó el catedrático
de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, todavía
éramos competitivos en áreas como la electrónica,
el hilo textil y la confección; sin embargo, ahora los niveles
y brechas entre ambas naciones son tan grandes que el proceso de
competencia ya se acabó.
La nación asiática, agregó, sigue
creciendo al 10, 20 y 30 por ciento anual en términos de
exportaciones en cadenas de valor agregado, mientras que las de
México y toda Centroamérica, han ido a la baja.
En el 2009, China aportó el 19 por ciento de las
importaciones estadounidenses, mientras que nuestro país
sólo el 11.3 por ciento.
Dussel recordó que el comercio exterior mexicano
ha sufrido cambios en la última década. “Aún
se cree que el 90 por ciento del comercio nacional se lleva con
Estados Unidos”.
La máxima participación del vecino del norte
en el comercio mexicano, recordó, se logró a finales
de los años 90 y principios del 2000, periodo en el que se
alcanzó el máximo grado de integración del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aclaró.
Desde entonces, dijo, hay una clara tendencia a la baja
y a la desintegración del tratado. Hoy, la participación
de la Unión Americana es de alrededor de dos terceras partes
en exportación e importación.
El coordinador del Centro de Estudios China-México
(Cechimex), destacó que esa situación podría
generar nuevas relaciones comerciales y de organización industrial.
“China es nuestro segundo socio comercial en una relación
creciente”.
Sin embargo, subrayó, un problema es la falta de certidumbre
que propician ambos gobiernos al no ser claros en lo que quieren
el uno del otro. La carencia y limitación institucional genera
conflictos con la nación asiática, México no
sabe qué hacer y estamos divididos.
“Esto impide el crecimiento en la inversión
de China en nuestro territorio, y aunque hay un enorme potencial,
actualmente la inversión está por debajo del ideal”.
Falta interés mutuo. Se necesita crear una agenda
a corto, mediano y largo plazo que integre posibles soluciones a
problemáticas a enfrentar. Desde 2007, China es el principal
exportador de Estados Unidos, superando a México y Canadá.
Esto, argumentó, puede generar tensión porque
la Unión Americana tendrá que disminuir su déficit
fiscal e incluso, generar un superávit en cuenta corriente
que no ha hecho a lo largo de 40 años.
Desde la perspectiva estadounidense, agregó, el
principal país con el que tiene un déficit es China.
Hoy es absolutamente inimaginable que EU tuviera un superávit
comercial con esa nación.
La situación también nos afectará,
porque después del país asiático, la segunda
nación que mantiene un superávit comercial con EU
es la nuestra, concluyó.