La UNAM, mediante estudios y proyectos, ha impactado en
más de 235 mil viviendas en varias regiones del país,
con características de eficiencia energética. Realiza
investigación, consultorías, desarrollo de programas,
difusión de información en las áreas de diseño
bioclimático y edificios sustentables, y ofrece soluciones,
desde el origen de los materiales, hasta el sitio para la conservación
del agua, la eficiencia energética y la calidad ambiental
en los interiores.
Asimismo, contribuye a consolidar la normatividad y, en
específico, los reglamentos para la construcción,
señaló el coordinador del Grupo de Tecnologías
Sustentables (GTS) de esta casa de estudios, David Morillón
Gálvez.
Recientemente, explicó el también investigador
del Instituto de Ingeniería (II), la Universidad colaboró
con la secretaría del Medio Ambiente (SMA) del gobierno del
Distrito Federal en las especificaciones técnicas del Programa
de Certificación de Edificios Sustentables.
Se trata de uno de los instrumentos más serios en
cuanto a la consideración de normatividad legal existente,
enfocado a transformar los inmuebles, actuales y futuros, bajo esquemas
de sustentabilidad para promover la calidad de vida, el cuidado
de los recursos y el beneficio social.
De acuerdo con el Consejo Mundial de Edificios Verdes (WGBC,
por sus siglas en inglés) las construcciones contribuyen
en el orbe con 30 por ciento de gases de efecto invernadero, y hasta
con 50 por ciento de los desechos sólidos.
Un reporte de la Comisión para la Cooperación
Ambiental (CCA) señala que Estados Unidos y Canadá
cuentan con códigos de cimentación que exigen que
los inmuebles sean de bajo consumo de energía y agua, pero
México carece de una política integral al respecto.
Ante ello, explicó Morillón Gálvez, se tienen
varias iniciativas, la mayoría realizadas en la UNAM, y donde
el GTS colabora en la preparación de nuevas reglamentaciones.
“Elaboramos varios capítulos del código
de edificación de vivienda, que por ley debe ser de aplicación
general. Hicimos uno referente a la sustentabilidad, donde se consideran
los tres temas relacionados con la utilización de la energía:
ahorro y uso eficiente, aprovechamiento de las de tipo renovable,
y generación a partir de fuentes limpias”.
En ese sentido, la Universidad trabajó con la Comisión
Nacional de Vivienda (CONAVI) en la guía para el uso eficiente
de la energía y los criterios e indicadores para los desarrollos
habitacionales sustentables de esa institución, y en el proyecto
Hipoteca Verde, del Instituto del Fondo Nacional para la
Vivienda de los Trabajadores (Infonavit).
Encargado de este último proyecto, Morillón
Gálvez indicó que el objetivo es “ahorrar gas,
agua y electricidad, y aprovechar las energías renovables.
Hasta diciembre iban poco más de 90 mil viviendas, incluidas
las subsidiadas por la CONAVI, con las mismas características.
Ambos programas le confirieron al gobierno mexicano, el año
pasado, el premio Star of Energy Efficciency, otorgado
por la organización estadounidense Alianza para el Ahorro
de la Energía (ASE, por sus siglas en inglés).
Por otra parte, la UNAM trabaja en el proyecto piloto de
Valle de las Palmas, que promueve la empresa constructora URBI junto
con la CONAVI. Se ubicaría a unos kilómetros de Tijuana,
y se pretende que sea un centro con 160 mil viviendas.
“Desde sus inicios colaboramos en este plan, y ahora
participaremos en la concepción y diseño, además
de trabajar en el centro de investigación en edificación
sustentable dentro de la misma urbe”, concluyó David
Morillón.