El comercio internacional de vida silvestre genera, anualmente,
ganancias aproximadas de 25 mil millones de dólares y afecta
a 20 millones de animales y a cinco millones de plantas. En México,
quienes trafican con diversas especies obtienen ganancias de hasta
274 millones de pesos.
Esta actividad es tan diversa, que alcanza una gama impresionante
de organismos vivos y productos derivados, como alimentos, medicamentos
y artículos de cuero, afirmó la secretaria técnica
del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Noemí Chávez
Castañeda.
De manera ilícita se importan y exportan materiales
de diferentes grupos, que constituyen una seria amenaza para la
supervivencia de las especies, indicó la investigadora universitaria.
Actualmente, plantas y animales están protegidos
por la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies
Amenazadas de Flora y Fauna (CITES, por sus siglas en inglés),
organismo establecido en 1973 para controlar la compraventa de flora
y fauna silvestres.
Aunque no se tienen cifras exactas, se sabe que países
mega diversos, como México, son los más saqueados.
Aquí, cada año se venden millones de especímenes
de plantas y animales, así como sus productos, en una industria
que deja, a quienes los trafican, ganancias de hasta 274 millones
de pesos.
Los niveles de explotación son elevados, y su comercio,
junto con otros factores como la destrucción del hábitat,
es capaz de mermar considerablemente sus poblaciones, incluso hacer
que algunas estén al borde de la extinción.
“El país tiene pérdidas de especies,
que si bien estaban en peligro, con el saqueo nos ponen en jaque”.
Es el caso del águila arpía y dorada, los guacamayos,
las cotorras, el halcón peregrino, el tucán y el quetzal
que, por su colorido, son de las aves más traficadas.
En cuanto a los reptiles, entre los más mercantilizados
se encuentran la iguana verde, la víbora de cascabel, el
cocodrilo, el caimán y la tortuga. En el caso de los mamíferos,
el puma, el berrendo, el tigrillo y el venado cola blanca.
En plantas, las orquídeas son las que más
se negocian, junto con otras medicinales, añadió la
bióloga.
Las cifras son inciertas, dijo, sin embargo referencias
aproximadas estiman que, a nivel mundial, se trafican hasta 50 mil
primates, tres millones de aves, siete millones de pieles de reptiles,
10 millones de mamíferos, nueve millones de orquídeas,
siete millones de cactos y 135 millones de peces tropicales.
Datos estadísticos consideran que esta actividad
daña al 59 por ciento de los reptiles, 16 por ciento de aves,
cinco por ciento de mamíferos y lesiona al 20 por ciento
de otros ejemplares no identificados, entre los que destacan los
vegetales, concluyó.