A las aves que viven como mascotas las enferma una alimentación
desbalanceada, limitada a semillas de girasol o alpiste, cuando
su dieta requiere, además, frutas y verduras frescas, croquetas
especiales y un poco de carne.
También las daña una medicación inapropiada,
porque con frecuencia son atendidas por veterinarios que saben de
perros y gatos, pero no de medicina aviar.
Además, a las variadas especies con plumas las afectan
las condiciones emocionales. Por ello, si son tratadas de forma
inadecuada se enferman de ansiedad, depresión y soledad,
padecimientos que expresan canjeando por silencio sus habituales
graznidos, tornándose agresivas o incluso arrancándose
las plumas.
Así lo explicó Juan Carlos Morales Luna,
encargado de la Clínica de Aves de Compañía
y Silvestres de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
(FMVZ) de la UNAM.
Instalada en Ciudad Universitaria, dentro de esa entidad
académica, la Clínica es única en el país
y atiende, cada mes, a una población de entre 30 y 50 animales.
“Muchas llegan en condiciones delicadas, afectadas
casi siempre por problemas de alimentación, medicación
o conducta, que tienen que ver con el trato humano. Además,
por un mecanismo de defensa no se quejan ni muestran daño,
hasta que están muy enfermas”, señaló.
Documentarse sobre las particularidades de estas mascotas
es una buena forma de prevenir padecimientos. “En general,
las personas que adquieren aves silvestres o de compañía,
y los mismos médicos veterinarios, ignoran muchas especificaciones
sobre ellas, como su metabolismo y conducta, muy distintos a los
de perros y gatos. Por ello, es recomendable informarse sobre sus
hábitos”, destacó el médico veterinario.
Hospital, quirófano y terapia intensiva
Esta instancia fue fundada en 2004 por Gary García
Espinosa, José Antonio Quintana López y Juan Carlos
Morales Luna, quienes han desarrollado un sitio especializado que
abre brecha para difundir información científica y
confiable sobre cómo elegir, cuidar y alimentar a esos animales.
“Las aves son muy sensibles e inteligentes. Acostumbran
vivir en grupos y, cuando están solas en sus jaulas, integran
a los humanos como parte de su parvada”, explicó Morales.
Loros, ninfas, búhos, patos, periquitos australianos,
un halcón y un pavo real se recuperan en la clínica,
y mientras escuchan al doctor Morales, varios se manifiestan, comunicándose
entre ellos y, por supuesto, con él.
El sitio atiende al público de lunes a viernes de
10:00 a 16:00 horas, y cuenta con consultorio para revisión
y diagnóstico, zona de hospitalización hasta para
50 pacientes, un quirófano y cinco incubadoras de terapia
intensiva
.