Para trabajar de manera conjunta en la eventual declaratoria
de Tepeapulco, Hidalgo, como Patrimonio de la Humanidad de parte
de la UNESCO, la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán
de la UNAM, y el gobierno municipal, firmaron un convenio de colaboración.
Pilar Máynez Vidal, Lina Ortega Ojeda, Julio César
Morán y Juan Luis Rodríguez Parga, académicos
de la entidad universitaria, participan en esta tarea con el capítulo
Fray Bernardino de Sahagún y sus investigaciones en Tepeapulco,
estudio multidisciplinario de los Primeros memoriales,
escritos por el historiador, en torno al contexto sociocultural
del que surgieron.
Los investigadores se centrarán en los aspectos
lingüístico, social, histórico y arquitectónico
de la obra, y su impacto en los posteriores manuscritos que integraron
la Historia general de las cosas de la Nueva España.
El director de Acatlán, José Alejandro Salcedo
Aquino, consideró que el convenio es una oportunidad para
establecer nuevas metas y compromisos, y que la UNAM acude por convicción
al llamado para contribuir al desarrollo y consolidación
de diversas instituciones.
En su oportunidad, el munícipe de Tepeapulco, José
Leoncio Pineda Godos, destacó que laboran para lograr el
reconocimiento y proyección nacional e internacional, por
medio de la declaratoria de la UNESCO. Para ello, añadió,
es trascendente el apoyo de la Universidad en los trabajos preparativos
y de difusión que permitan direccionar sus objetivos.
La riqueza de Tepeapulco
Ubicado cerca de Ciudad Sahagún, la historia de
Tepeapulco se remonta a épocas prehispánicas, cuando
fue un importante centro de obsidiana. “Hasta Tepeapulco llegaba
el poder cultural e histórico de Texcoco; ahí, convivían
mexicas, otomíes y chichimecas, era un sitio interesante
porque el Valle de México se extendía a estos lugares
de Hidalgo”, refirió Máynez Vidal.
Tras la conquista, se mantuvo como bastión cultural
de relevancia, por lo que misioneros eran enviados para su evangelización.
Antes de Bernardino de Sahagún, llegó Andrés
de Olmos, quien fundó el convento de San Francisco de Tepeapulco,
en 1531, y fue autor de la primera gramática de una lengua
indígena: el náhuatl.
Posteriormente, en 1558, Sahagún se trasladó
al pueblo con un grupo de alumnos trilingües (español,
latín y náhuatl) para realizar un trabajo sobre la
antigüedad de los indígenas, a través del conocimiento,
pensamiento, costumbres e historia.
Además del título que ostenta como cuna de
la antropología en el Nuevo Mundo, que le confiere ser un
bien intangible, Tepeapulco cuenta con bienes tangibles, elementos
a su favor para la postulación, como los frescos del convento
de San Francisco, con casi medio milenio de vida.
Este municipio tiene proximidad con las ruinas arqueológicas
de Xihuingo y el acueducto del padre Tembleque, que fue de gran
importancia hidráulica en el Virreinato; es cercano a la
laguna de Tecocomulco, donde se puede encontrar fauna prehispánica,
y cuenta con lugares donde se sirven platillos a base de ajolote
y ancas de rana, detalló.
Además de la FES Acatlán, en este proyecto
participarán la Universidad Autónoma de Hidalgo, el
INAH y la secretaría de Turismo local.