Boletín UNAM-DGCS-382
Ciudad Universitaria.
13:30 hrs. 25 de junio de 2010

 


DESARROLLAN MÉTODO PARA OBTENER ETANOL A PARTIR DE DESECHOS DE LA INDUSTRIA TEQUILERA

 

• Científicos de la Facultad de Química de la UNAM ensayan una ruta sustentable para obtener el biocombustible a partir del bagazo del agave azul
• La investigación forma parte del proyecto mundial Babethanol, que utiliza residuos agroindustriales para producir una nueva generación de energéticos

A partir del bagazo del agave azul, que se desecha en cantidades industriales en la elaboración del tequila, un grupo de científicos de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, encabezado por Eduardo Bárzana García, director de esa entidad, ensayan la obtención de etanol.

El biocombustible será una alternativa energética limpia y tendrá la ventaja de conseguirse de los remanentes agroindustriales que no tienen ningún uso alimenticio, como ocurre con el maíz y la caña de azúcar, afirmó Eduardo Vivaldo Lima, responsable del campo de Ingeniería Química del programa de maestría y doctorado en Ingeniería de esta casa de estudios, y participante en el proyecto.

“Al no provenir de un insumo de importancia alimentaria, su desarrollo no pondrá en riesgo ese mercado, sino que aprovechará un residuo que ofrece la industria tequilera”, explicó Vivaldo.

La investigación forma parte del Proyecto Babethanol, una iniciativa académica internacional encabezada por la FQ y el Instituto Nacional Politécnico de Toulousse, Francia (INPT), con la coparticipación del Centro Mario Molina (CMM) y del Consejo Regulador del Tequila (CRT).

Colaboran 30 científicos pertenecientes a 13 instituciones de 10 países de América Latina y Europa, con un objetivo común: desarrollar rutas químicas para obtener etanol a partir de residuos agroindustriales de la hoja de palma, maíz, agave tequilero y otros agro-residuos.

“Estudiamos una forma distinta de tratar el material que resulta del agave. Otros grupos mundiales están enfocados a la modificación ácida o básica del residuo, mientras nosotros desarrollamos un método fisicoquímico sustentable. Existen algunos procesos en el mundo, pero son caros, y nos interesa que sea de bajo costo”, destacó.

Vencer a la lignina

La clave del proceso para obtener el compuesto químico es acceder a la celulosa y la hemicelulosa contenidas en el bagazo del agave, que dentro de la planta están protegidas por la lignina.

“Se trata de dos polímeros que se pueden degradar, es decir, romper en moléculas más pequeñas para convertirlos en azúcares. De ahí sale la glucosa que puede ser fermentada por levaduras para obtener etanol, pero esos polímeros están protegidos por una molécula compleja, la lignina, que forma una intricada red muy resistente a la degradación”, detalló Vivaldo.

“La lignina ofrece una protección natural, y por eso es difícil romperla y acceder a la celulosa y hemicelulosa”. Es el constituyente intercelular de las unidades fibrosas de los vegetales, representa hasta el 30 por ciento de la composición vegetal y funciona como relleno para impartir rigidez a los tallos de las plantas, comentó.

“Si logramos hacer el proceso económico, tendríamos una alternativa viable para producir bioetanol”, abundó.

Actualmente, la investigación está en el primero de cuatro años de trabajo, con excelentes resultados en el laboratorio. “Cada etapa será validada por tres o cuatro grupos científicos de otros países miembros del Proyecto Babethanol”, concluyó.

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Fotos

A partir del bagazo del agave azul, un grupo de científicos de la Facultad de Química de la UNAM ensayan la obtención de etanol.