Es muy difícil que exista algún tipo de vida
en Titán, una de las lunas de Saturno, porque la temperatura
ahí es de 200 grados Celsius bajo cero, afirmó el
astrobiólogo Rafael Navarro González, investigador
del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
Hace unos días, la sonda Cassini de la NASA detectó
en la atmósfera de Titán la disminución de
dos gases, acetileno e hidrógeno, que podrían ser
fuentes energéticas en esa luna rica en metano.
El hallazgo apoyó una hipótesis desarrollada
en 2005 por los científicos de la Agencia Espacial de Estados
Unidos (NASA), Christopher McKay y Heather Smith, quienes propusieron
desde la teoría que la reducción de acetileno e hidrógeno
en Titán podría deberse a que ambos son “respirados”
por algún microorganismo exótico.
Otro estudio, publicado en la revista Journal of Geophysical
Research, desarrolló un mapa de los hidrocarburos presentes
en la superficie de Titán. Justamente faltaba el acetileno,
considerado como la mejor fuente de alimento y energía para
una potencial forma de vida basada en el metano.
Colega de McKay en la NASA, Navarro consideró que
la hipótesis de los estadounidenses, apoyada en los resultados
de Cassini y el mapa, “es interesante, pero definitivamente
no es concluyente”.
“Muchos científicos que trabajamos química
planetaria concluimos que Titán es un buen ejemplo de lo
que pudo ser la vida primitiva en la Tierra, hace cuatro mil millones
de años, cuando se llevaban a cabo los procesos de evolución
que condujeron a la formación de compuestos orgánicos
complejos necesarios para la vida.
Pero una característica que lo hace totalmente diferente
a la Tierra primitiva es su baja temperatura, de 200 grados bajo
cero, que deriva en agua. Consideramos que una de las características
para la vida es la existencia de agua líquida. Eso hace difícil
pensar en la vida en Titán”, opinó.
Atmósfera rica en metano
McKay y Smith propusieron que en Titán podría
haber vida sin agua líquida en lagos, acuíferos y
océanos basados en metano. Estimaron que la existencia podría
ser posible, y que hay compuestos orgánicos necesarios para
que pudieran ocurrir reacciones químicas.
“La hipótesis de los estadounidenses sostiene
que Titán tiene una atmósfera rica en metano, que
se descompone con la luz ultravioleta en la estratósfera
del satélite, formando acetileno e hidrógeno. Ambos
gases fluyen hacia la parte inferior de esa luna, y ellos consideraron
que organismos exóticos podrían utilizarlos como forma
de obtención de energía”.
En teoría, tomarían el acetileno (formado
por dos átomos de carbono unidos por una triple ligadura)
y, en presencia de hidrógeno, formarían etano e incluso
metano, y esto cerraría el ciclo. El alimento sería
el metano, un hidrocarburo abundante.
Esta hipótesis sería comprobable al medir la disminución
del acetileno y el hidrógeno en la atmósfera baja
de Titán.
“Pero no necesariamente esos resultados demuestran
la existencia de vida, pues pueden haber otros mecanismos que consuman
los gases. Por ejemplo, si hubiera metales en la superficie de Titán,
podrían atrapar al hidrógeno, y la disminución
del hidrógeno se debería a una reacción química.
Otra posibilidad es que esta tesis se basa en modelos teóricos
y no en experimentación, y podrían estar equivocados”,
destacó Navarro.
Frío y lentas reacciones químicas
“Considero que el principal argumento en contra de
la posible vida exótica en Titán son las bajas temperaturas.
Sabemos que las reacciones químicas dependen de una energía
de activación, requieren esa misma para proceder, pero además
su velocidad depende de la temperatura. Entre más alta es
la temperatura, más rápido se realizan las reacciones,
y en temperaturas bajas, los procesos son muy lentos”, señaló.
Como ejemplo, citó a la contaminación ambiental,
que se agudiza cuando hay temperaturas altas debido a que los óxidos
de los autos en días cálidos y sin nubes se convierten
rápidamente en ozono.
Además, explicó que los mamíferos
controlamos la temperatura, pero no los reptiles ni las bacterias,
que dependen del exterior.
“Y estamos hablando de cambios de temperatura entre
25 y cero grados Celsius. Muy lejos de los 200 grados bajo cero
que hay en Titán”, recordó.
El investigador del ICN consideró curioso que un
artículo considerado en su publicación como “muy
especulativo”, cause entusiasmo entre la comunidad de astrobiología.
“Lo interesante sería que estos debates científicos
impulsen nuevas misiones a Titán y a otros posibles sitios
con vida”, dijo.
Navarro apuntó que podría haber vida en lugares
cercanos, como la luna Europa de Júpiter.
“Europa tiene una temperatura superficial tan baja
como la de Titán, pero la diferencia es que tiene mareas
gravitacionales al rotar con Júpiter, que hacen que se caliente
por fricción, y ello hace que el agua congelada pase a estado
líquido”, concluyó.