A unos segundos de terminar el duelo México contra
Sudáfrica, el usuario @sopitas posteó en
Twitter: “Este partido lo pudimos ganar, empatar o perder,
dice Javier Aguirre, ¡es un genio!”, y a la postre,
miles de comentarios como éste se sucedieron vertiginosamente,
lo que hizo temer a muchos que comunidades como Twitter o Facebook
naufragaran y dejaran a millones de internautas a la deriva.
“¡Aguanta, México! ¡Esto apenas
comienza!”, escribió @juanes, quizá
en apoyo a la Selección, probablemente aludiendo al miedo
de que la comunidad twittera nacional colapsara por la
cantidad de información generada, pero después de
dos horas, el árbitro silbó el final del encuentro
y Twitter no cayó.
“Desconozco de dónde viene este temor, pues
aunque hay un límite de la capacidad de las redes para transportar
información y ésta no es infinita, hay que recordar
que si algo define a Internet, es justamente su carácter
reticular, es decir, que no tiene un nodo ni un centro por el cual
pasen todos los datos”, señaló Raúl Trejo
Delarbre, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Al respecto, Fabián Romo Zamudio, de la Dirección
General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA),
descartó la posibilidad del referido colapso; “sólo
se podría sobrecargar, y eso, en los países que estén
disputando un juego, donde se generaría el mayor flujo de
información”.
En el cibermundo cualquiera puede ser un personaje, hasta
el travesaño que salvaguardó a la escuadra de Aguirre
de un gol mortal, como dijo @jcromero, quien felicitó
“al poste que salvó a la selección nacional,
a las televisoras y a los patrocinadores del desastre”, y
con tantos elementos en la cancha para comentar, pues ahora los
protagonistas pueden ser desde el balón, hasta el hombre
que vende cervezas en las gradas.
“Sin embargo, creo que la única saturación
que está provocando la Copa Sudáfrica es la de nuestras
agendas, tiempos y atención de aquí al 11 de julio”,
expuso Trejo.
La televisión en juego amistoso contra internet
“Todo es cuestión de derechos; ninguna transmisión
por Internet está autorizada, y ni siquiera las más
grandes televisoras tienen la propiedad de todos los partidos”,
indicó Romo Zamudio, subdirector de Tecnología para
la Educación de la DGSCA.
Sin embargo, la presencia de Internet en el mundo futbolístico
cada vez es mayor, y los aficionados se organizan en porras, se
pasan estadísticas o alientan a su equipo desde el teclado.
“Ésta es la primera Copa que tendrá
una presencia fuerte en la red de redes, pero los partidos se seguirán
viendo mayoritariamente por televisión. Quienes llegaron
a suponer que éstos iban a ser medios antagónicos
o que Internet iba a desplazar totalmente a la televisión
tendrán que reflexionar sobre el uso simultáneo de
éstos muy distintos espacios de comunicación”,
concluyó Trejo.