El rector de la UNAM, José Narro Robles, pidió
a los gobiernos de la región y a otros sectores de estas
economías, conformar un fondo mixto para impulsar un espacio
iberoamericano socialmente responsable.
Si bien la educación superior es fundamental,
traducirla en apoyos presupuestales y en aplicaciones a las necesidades
sociales es todavía una asignatura incompleta, dijo en
la clausura del II Encuentro Internacional de Rectores Universia
2010.
Narro Robles solicitó a Enrique Iglesias, titular
de la secretaría general Iberoamericana, analizar la posibilidad
de abrir un espacio en la agenda de la próxima Cumbre Iberoamericana,
a celebrarse en Argentina, para hacer una presentación
a los mandatarios, y convertirse en interlocutor entre la SEGIB
y este encuentro.
También, reconoció la necesidad de concretar
un nuevo modelo de universidad iberoamericana, más comprometida
con la calidad académica y con la sociedad, más
innovadora, más abierta al mundo y a la colaboración
con instituciones similares.
Se trata, abundó, de una institución más
flexible en su organización interna para aprovechar sus
potencialidades y las ventajas de las nuevas tecnologías
de la comunicación, más dúctil en el intercambio
de alumnos, de profesores e investigadores, y más confiada
en sus propias capacidades.
Al señalar que las universidades deben trabajar
bajo la premisa de que el conocimiento ignora toda frontera geográfica
o política, el rector dijo estar convencido de que el mejor
Estado no es aquél que sólo genera más riqueza,
sino el que la distribuye mejor y consigue el mayor desarrollo
humano posible.
En la presentación de las conclusiones, integradas
en la llamada Agenda de Guadalajara, Federico Gutiérrez-Solana,
presidente del Comité Internacional y rector de la Universidad
de Cantabria, refirió cinco ejes de trabajo, aportaciones
que definen iniciativas, medidas y acciones para impulsar los
objetivos que asienten el Espacio Iberoamericano del Conocimiento.
Los ejes son: La universidad Comprometida, Sin fronteras,
Formadora, Creativa e innovadora y Eficiente, que pusieron de
manifiesto la necesidad de crear un Observatorio para el seguimiento
de las propuestas.
Además, los rectores se comprometieron a luchar
por una universidad que desempeñe un papel estratégico
en la sociedad del conocimiento y que sirva como instrumento de
transformación y progreso, de desarrollo, igualdad de oportunidades
y movilidad social.
Álvaro Marchesi, secretario de la Organización
de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, indicó que la educación en
Iberoamérica enfrenta enormes desafíos como el escaso
conocimiento acumulado, la falta de investigación y desarrollo,
y la falta de acceso a la educación de millones de jóvenes
que abandonan sus estudios de forma temprana.
En ese sentido, Emilio Botín, presidente de Universia
y del Grupo Santander, afirmó que los retos de la educación
superior son dotar a la sociedad de soluciones a problemas como
la miseria, pobreza e ignorancia, así como reducir la brecha
educativa y la de los estudiantes con la empresa.
“Cegados por las urgencias económicas olvidamos
que la educación y la formación han de estar en
el corazón de la economía”, expresó
el ministro de Educación del Gobierno de España,
Ángel Gabilondo.
El secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias
consideró que el gran compromiso de la universidad ha sido,
más que generar conocimiento y difundirlo, el hecho de
hacerse responsable de ciertas áreas o actividades que
tienen que ver con la construcción de nuestras sociedades.
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