En un mundo en el que la acumulación de bienes
y de capital ha colocado al desarrollo en el cajón de lo
inservible, con la reproducción de los vicios de siempre,
las universidades públicas tienen la responsabilidad de
contribuir a evitar dar la razón a quienes piensan que
el futuro ya no tiene porvenir, aseguró el rector de la
UNAM, José Narro Robles.
Frente a ello, la educación superior demanda presupuesto
y comprensión, y que tanto estados nacionales, gobiernos,
legislativos, sectores público, privado y social, y las
sociedades entiendan que es indispensable apoyar a este segmento
educativo.
En la inauguración del II Encuentro Internacional
de Rectores Universia 2010, “Por un espacio Iberoamericano
del Conocimiento Socialmente Responsable”, reconoció
que las soluciones a los problemas que aquejan al ser humano y
al planeta pasan necesariamente por la educación, la ciencia,
el arte y la cultura. Es cierto que sin ciencia y educación,
simplemente no hay desarrollo, pero sólo con ellas, el
mismo está incompleto.
José Narro comentó que el actual modelo
de desarrollo ha visto cómo la acumulación de bienes
se ha hecho sin límites y sin decoro, sin freno y sin medir
las consecuencias. En suma, se le ha condenado al fracaso más
estrepitoso con la generación de numerosas crisis.
Además, al atenuar e incluso desparecer de los
indicadores de éxito individual y colectivo, valores como
la honestidad, la solidaridad, el conocimiento, el trabajo, la
justicia y el respeto a los derechos de los demás, se ha
cometido un error de proporciones gigantescas.
Por ello, dijo el rector, no extraña que el surgimiento
de crisis, desempleo, la aparición de lacras en una modernidad
malentendida, la violencia, inseguridad, crisis ecológicas,
narcotráfico y adicciones, y también nuevas formas
de desajuste, de rechazo y patología mental. Preocupa que
de crisis y situaciones fallidas nacionales hayamos mudado a otras
regionales y que ahora estemos en medio de una crisis global.
Para Emilio Botín, presidente mundial de Banco
Santander, aumentar el número de universitarios es un reto
social, político y universitario indispensable para que
Iberoamérica alcance el protagonismo mundial que le corresponde
por su potencial humano, patrimonio cultural y capacidad de desarrollo.
La universidad es el templo de la sabiduría, como
dijo alguna vez Miguel de Unamuno, donde el análisis y
debate crítico, libre y riguroso, arma a la sociedad para
encarar el mañana con optimismo y confianza.
Por su parte, Alonso Lujambio Irazbal, secretario de
Educación Pública, dijo que iniciativas como ésta
buscan que la universidad asuma plenamente su compromiso con el
desarrollo social y cultural de la sociedad. La calidad, equidad
y pertinencia en educación superior son indispensables
para ofrecer a los jóvenes una formación que les
sirva para vivir mejor y contribuir al progreso de la nación.
Al dar la bienvenida a los participantes, Emilio González
Márquez, gobernador de la entidad, dijo que este encuentro
es una oportunidad de reconciliación histórica,
que busca la solidaridad entre las personas, diluir las diferencias
entre nuestros pueblos y acabar con la injusticia social.
En su intervención, el presidente de México,
Felipe Calderón Hinojosa, se pronunció por fortalecer
a las instituciones de educación superior y que la sociedad
se beneficie de una más equitativa distribución
del conocimiento y de sus resultados.
Al encuentro se han sumado universidades de 11 países
no iberoamericanos, lo que permitirá que durante dos días
mil 57 universidades de 34 países y cinco continentes debatan
sobre la universidad del futuro
Asistieron, entre otros, Marco Antonio Cortés
Guardado, rector de la Universidad de Guadalajara; Jorge Aristóteles
Sandoval Díaz, presidente municipal de la capital jalisciense,
e Ignacio Berdugo, presidente del Comité Organizador de
Guadalajara 2010.
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