Boletín UNAM-DGCS-313
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 24 de mayo de 2010

Roland Terborg


ESTIGMA SOCIAL HACE QUE PADRES INDÍGENAS NO ENSEÑEN LA LENGUA MATERNA A SUS HIJOS

 


• El mero hecho de denotar pertenencia a un pueblo originario es motivo de discriminación laboral, indico el investigador Roland Terborg, del CELE de la UNAM
• Este fenómeno hace que los padres dejen de enseñar a los hijos su idioma y hablen ante ellos sólo español, lo que hace que se pierdan cada vez más lenguas, acotó

Más allá de la apariencia, el mero hecho de hablar con acento indígena provoca discriminación cuando se busca trabajo, como demostró un experimento realizado por Roland Terborg, investigador del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (CELE) de la UNAM.

“No importa que se use la sintaxis adecuada o un perfecto español; con mucha más frecuencia de lo que se esperaría, la actitud de los empleadores ante alguien que al expresarse oralmente revele su pertenencia a un pueblo originario es la de decir ‘tú no hablas bien, y aquí necesitamos a alguien que sí lo haga’”, acotó el profesor de origen alemán.

Para demostrarlo, el académico pidió se hicieran dos grabaciones, como si telefonearan a un lugar donde hay vacantes; primero, hablando un español estándar, y luego, con acento otomí. Acto seguido, se pidió a 100 personas que escucharan las cintas, y con base a ello, asignaran un puesto al individuo, que podía ir desde la intendencia, hasta la gerencia.

Los datos que arrojó el experimento demostraron que los colaboradores se decantaron por quien habló sin acento indígena para cargos de mando, mientras que asignaron trabajos como afanador, chofer o jardinero, a quien reveló su pertenencia a la comunidad otomí, pese a que en ambos casos se trataba del mismo individuo.

“Ante este tipo de situaciones, cada vez es más común que en los poblados indígenas, los padres desalienten a sus hijos en el aprendizaje de su lengua materna, y opten por hablar sólo español, pues están conscientes de la desventaja social”, acotó el profesor.

Lenguas en peligro de extinción

“Cada vez que desaparece una lengua se pierde una manera de ver el mundo y algo que se formó durante siglos en una comunidad”, señaló Terborg, quien añadió que como las especies animales, muchos idiomas están en un severo peligro de extinción.

Tal es el caso del zoque ayapaneco, que ya sólo es hablada por dos ancianos del poblado de Jalpa de Méndez, Tabasco que, para colmo, se pelearon hace años y ya no se dirigen la palabra. Y en una situación similar se encuentran tres decenas de lenguas (de un total de casi 70) que podrían desvanecerse en México en el corto plazo.

El fenómeno, es que todavía hace algunas décadas los bisabuelos hablaban la lengua originaria, lo hacían poco, pero la entendían, los padres la entendían; las generaciones actuales no la hablan, y menos la entienden, lo que ejemplifica qué tan rápido se puede perder una forma de expresión que tomó cientos de años en formarse, añadió.

Crear conciencia para rescatar un legado

Una clave para preservar una lengua es hacer que ésta, en vez de representar un estigma, sea fuente de identidad, como se observa en el poblado quintanarroense de José María Morelos, donde los pobladores están tan orgullosos de ser hablantes de maya, que hasta los taxistas dialogan con su pasaje en esa lengua, y si éste no la sabe, lo invitan a que la aprenda, señaló el catedrático.

Ésta es la clave, cambiar la actitud de las personas, indicó Terborg, quien recordó que eso explica que una lengua como el guaraní, en Paraguay, sea oficial, o que en Irlanda sea requisito aprender el irlandés para acceder a la educación superior.

El problema es que en México poco se ha hecho para rescatar las lenguas que se están perdiendo, por lo que Terborg se ha dado a la tarea de investigar en las comunidades en las que las formas de expresión oral originaria está por desaparecer.

“Se trata de una suerte de crónica de una muerte anunciada, pero de lo que se trata es de trabajar como un médico que realiza una autopsia, para aprovechar los conocimientos obtenidos y evitar que más lenguas sigan desapareciendo”, concluyó el académico.


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Fotos

Roland Terborg, investigador del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de la UNAM.