Boletín UNAM-DGCS-267
Ciudad Universitaria.
12:30 hrs. 01 de mayo de 2010

 


LA LEY ARIZONA OBLIGARÁ A RETOMAR EL TEMA MIGRATORIO EN LA AGENDA DE OBAMA

 

• También, orillará a los partidos Republicano y Demócrata en Estados Unidos, a tomar posiciones para disputar el voto de los electores independientes, explicó Silvia Núñez García, directora del CISAN
• Recordó que en 2012 el sufragio latino, de nueva cuenta, será determinante
• Si México quiere incidir en la decisión tomada por el estado de Arizona, deberá buscar espacios para un cabildeo efectivo al interior de EU, sin dañar su relación con el gobierno

La ley que criminaliza a los indocumentados en Arizona obligará al presidente Barack Obama a retomar en su agenda el tema migratorio, que parecía soslayado por el asunto económico y su interés por la discusión global del cambio climático, consideró Silvia Núñez García, directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.

La denominada Ley Arizona traerá implicaciones hacia el interior de Estados Unidos, explicó la académica, porque la sensibilidad del asunto obliga a las fuerzas políticas a tomar posiciones al respecto.

Núñez García auguró que los partidos Republicano y Demócrata centrarán sus estrategias en propuestas que garanticen mantener sus bases electorales pero, sobre todo, disputar el voto de los electores independientes.

En el caso de los republicanos, quienes apuntalan la nueva legislación en Arizona, esta apuesta es decisiva para reposicionarse en el Congreso con miras a fortalecer sus aspiraciones para contender en el 2012 por la presidencia. Sin embargo, aclaró la directora del CISAN, de nueva cuenta, el sufragio latino en estas elecciones, será determinante.

El debate sobre la reforma migratoria, admitió, se retoma, paradójicamente, a raíz de esta polémica ley, pero la discusión a nivel bilateral “podremos avizorarla durante la próxima visita presidencial mexicana a Washington”.

El contenido de la reforma migratoria será esencialmente resultado de un debate interno entre las fuerzas políticas de Estados Unidos, los sectores organizados de su sociedad y los medios de comunicación, tratando de incidir en la opinión pública, agregó.

Al referirse a los argumentos en los que se basa la ley antiinmigrante, explicó que éstos tienen que ver con el derecho soberano de los estados que integran la Unión Americana para determinar medidas que salvaguarden su integridad con el del federalismo como principio rector.

La propia Constitución de EUA señala en su artículo 4o. (Sección Cuarta) que: "Los Estados Unidos garantizarán a todo estado comprendido en esta Unión una forma republicana de gobierno y protegerán a cada uno en contra de invasiones..."

El artículo segundo, dijo, es derivado del anterior y está vinculado con el endurecimiento que, a raíz de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, han registrado las políticas federales, estatales e incluso locales para resguardar a ese país del terrorismo.


Si bien los mexicanos que se dirigen a EU en busca de trabajo no caen en la categoría de terroristas, precisó, para los sectores de la derecha estadounidense sí constituyen una amenaza por distintas razones: “porque son infractores de la ley, porque vienen a desplazar a los estadounidenses de oportunidades y porque sus costumbres no corresponden a las tradiciones del país”.

Las circunstancias que se viven en Arizona, recordó, no deben sorprendernos, pues la ley SB 1070, es la manifestación visible de un proceso que involucra nuevas estrategias para el resguardo de la frontera México-Estados Unidos y en el que se despliegan distintos sistemas de seguridad, que incluyen el uso de nuevas tecnologías, mayor capacitación y atribuciones para la patrulla fronteriza y los cuerpos policíacos.

Sobre el impacto que tendrá esta Ley Arizona a nivel internacional, reconoció que México, indudablemente, es el mayor foco de descontento, pero lo interesante será observar el tipo de alianzas de los distintos grupos de inmigrantes latinos, o no latinos, al interior de Estados Unidos.

“Debemos estar atentos a las movilizaciones en Estados Unidos de grupos en defensa de los migrantes y sus derechos humanos, pero también de los que pueden no sólo apoyar la nueva ley (el fenómeno de los Tea Parties), sino de otros tantos que, aunque moderados, consideren que la medida es necesaria”, anticipó.

Por ello, concluyó, los gobiernos extranjeros que, como el caso de México, quieran incidir, deberán buscar espacios para llevar a cabo un cabildeo efectivo al interior de la Unión americana, sin dañar su relación con la administración Obama.


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Fotos

Silvia Núñez García, directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.

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